Enlace Judío México e Israel / Aranza Gleason – Uno de los personajes menos entendidos de la televisión israelí es el de Guiti Shtisel. La gente se enamora fácilmente de Akiva, su pasión por las mujeres que conoce y el arte; de Rujami y su voluntad de acción; de Lipe y la docilidad con la que se maneja frente a su familia y sus ganas de vivir el mundo. Sin embargo, Guiti muchas veces aparece frente al ojo público como demasiado estricta, un tanto resentida o simplemente antipática. Aún así es uno de los personajes más importantes de la serie y la que da un sabor muy fuerte de ortodoxia a la misma, pues en muchos sentidos encarna varios de los valores que el judaísmo propone como respuesta.

Es fiel, fuerte y constante, casi una roca; cuando se equivoca corrige al día siguiente su error y piensa en el bien del prójimo antes que en el propio. Sin embargo, se deja llevar por emociones más fuertes de las que logra reprimir: el miedo a que su familia se separe del judaísmo, que sean rechazados por la comunidad o que sufran el mismo dolor que ella sufrió, es mucho más fuerte que cualquier otra pulsión en su cuerpo y es capaz de mover todo lo que esté a su alcance para evitarlo. La forma en que ese miedo se esconde se expresa en la presión que ejerce sobre Lipe, las decisiones que toma en su casa y la respuesta que da la gente que la rodea. Muchas de las cosas que hace no se explican vistas desde fuera, sin embargo cuando se observa la situación de su vida dentro del contexto social al que pertenece tienen todo el sentido del mundo. En la nueva temporada de Shtisel ocurren una serie de eventos en los que Guiti participa que han sido ampliamente criticados por el público, sin embargo muestran algunos aspectos de la comunidad ortodoxa en Israel y el funcionamiento particular de nuestro personaje.

Específicamente la gente se pregunta por qué Guiti se opone al matrimonio de Yósele con la mujer que él conoce y de la que se enamora y por qué le da una importancia tan grande a la dote de la primera novia aunque la familia se encuentre en una situación tan difícil. Los tres son momentos en que Guiti aparece como dura y carente de compasión, sin embargo, muestran la lucha que Guiti encarna en la serie; la misma lucha que su hermano y que Shtisel entero quiere retratar: el conflicto entre ceder ante las presiones sociales, obedecer la doctrina religiosa y darle un lugar en la vida al amor. Si alguien me preguntara cuál es el tema principal de Shtisel diría que es el “amor.”

El camino de Guiti

La serie primordialmente se enfoca en la búsqueda amorosa de Akiva y las mujeres a quienes pretende. Sin embargo, también tenemos ejemplos de amor filial, amor paterno, amor fraterno y casos de desamor; personajes como Aliza Gvili y Menuja Yoktán, en su relación con Shúlem, nos recuerdan que no toda historia tiene un final feliz para quien lo cuenta. En el caso de Guiti el amor tiene una cara bastante única. Por un lado pareciera no entender los sentimientos ni su importancia en la vida marital de la pareja; por el otro cuando analizamos sus acciones nos damos cuenta que casi siempre termina actuando por el lado del amor. Si analizamos su relación con Lipe desde un inicio hay una contraposición entre el amor que siente y lo que ella considera correcto.

Se enamora de Lipe desde la primera cita, sin embargo, no es un hombre que mantenga la misma rigurosidad religiosa que ella, no es un hombre que pase el tiempo estudiando Torá y no es un hombre que se separe del mundo moderno que serían los ideales para la ortodoxia. Para el círculo en que Guiti se mueve y quiere desarrollarse, un hombre así no se considera un hombre ideal, ni se apega a los ideales que Guiti, en particular, tiene. Para las familias religiosas éste es un elemento muy importante, porque se considera que el hombre es quien trae los conocimientos de Torá a la casa y el crecimiento espiritual de la familia entera depende de él. Por eso Lipe es un mal candidato para Guiti, en la primera temporada el padre quiere apartarlo de ella e inicialmente ella quiere dejarlo. Sin embargo, cuando ve que es un hombre generoso, que en una noche de invierno regala su único par de guantes a una persona que lo necesita más que él, Guiti decide ir en contra de lo que cree y casarse con él. Para Guiti, la generosidad y el amor están estrechamente relacionadas. Gracias a la generosidad que ve en Janina lo acepta dentro de su casa y es nuevamente la generosidad lo que la empuja a perdonar a su esposo y amarlo nuevamente.

Otro reto que enfrenta Guiti es el de perdonar y superar el dolor que Lipe le causó al abandonarla. Ambos antecedentes, el camino que perdió al casarse y el dolor que sufrió con el abandono de Lipe impactan en la forma en que guía a sus hijos y explican el comportamiento que toma con Yósele en esta tercera temporada.

Yósele Shtisel

Cuando un hombre ortodoxo se encuentra en edad de matrimonio (19 – 21 años) la persona con la que se casa es clave para el desarrollo que tendrá en tiempos posteriores porque se define si podrá seguir estudiando o no. La escena de la dote es importante porque sin la dote de la novia el hombre no podría dedicarse al estudio de Torá. Cuando Guiti responde de forma tan fría a la madre de Shira Levinson lo hace porque no quiere que su hijo se vea privado de aquello por lo que han trabajado toda su vida. No quiere que Yósele se vea en la necesidad de renunciar a la yeshivá en los próximos años, quiere darle las mejores herramientas que tiene a su disposición y eso involucra ser estrictos con el tema de la dote.

En cuanto a la mujer de la que Yósele se enamora, Guiti la ve como un peligro para su hijo porque lo está separando de la tradición de sus padres. Los Shtisel, Guiti, Shulem y Akiva son ashkenazim (asquenacíes), pertenecen a la rama de judíos de Europa Central y Oriental. Además siguen la tradición lituana, una de las ramas más antiguas y estrictas de la ortodoxia judía. Por eso les es tan importante el estudio de la Torá y una vida separada de la modernidad. La novia de la que Yósele se enamoró es marroquí, sefardí, pertenecen a otra rama del judaísmo, tienen otras tradiciones y son mucho más abiertos al mundo moderno que los Shtisel. Para Guiti que su hijo se case con ella implica separarlo de la tradición de sus padres y muy probablemente poner un impedimento grande a sus estudios. En cierta forma siente que está perdiendo a su hijo.

El estudio en la ortodoxia es tan importante porque es la base de la religión. Es a través del estudio de la Torá que uno conoce a D-os y mantiene viva la tradición de sus padres. Cabe resaltar además que en la ortodoxia el amor se entiende de una forma muy distinta a la occidental, el enamoramiento es visto como una reacción, un sentimiento que surge del instinto cuando uno no conoce aún a la persona, es una de las formas de amor menos refinadas del hombre. Mientras que el amor al cual aspira la Torá surge con el tiempo y los años, con un compromiso mutuo y una lealtad compartida, con una vida de crecimiento. El judaísmo reconoce que el enamoramiento no es necesario para llegar al amor que la Torá considera eterno, el amor marital. Por eso mismo Guiti siente miedo frente al enamoramiento de su hijo, ve al amor como un impedimento más que como una ayuda. Tiene miedo que el amor separe a Yósele del camino correcto y le cause el mismo dolor que le causó a ella.

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