En unos días se festeja Lag Baomer, la festividad donde celebramos la continuidad de la Torá Oral y la Cabalá; hay varias tradiciones que rodean el día cada una de ellas tiene un motivo y una historia por la cual se hace. A través de ellas suele honrarse el nombre de grandes rabinos que nos ayudaron a preservar y construir lo que es el judaísmo hoy. A continuación hablaremos de algunos de ellos.

Rabí Akiva

Rabí Akiva es uno de los sabios del Talmud más conocido y amado en el mundo judío. Se toma como ejemplo del hombre virtuoso por excelencia y el mejor estudioso de Torá que ha existido en todas las épocas. Por sus conocimientos y enseñanza es que se le conoce como el continuador de la Torá Oral en épocas romanas; los midrashim incluso lo llegan a comparar con Moisés y se nos dice que las letras de la Torá adquirieron su forma adornada fue para que él pudiera encontrar su significado. Ayudo a estructurar lo que hoy es la Mishná y el estudio de Torá actual como lo conocemos se desprende de sus alumnos y enseñanza.

Murió por enseñar públicamente Torá cuando el emperador romano Adriano había prohibido toda práctica judía y fue uno de los líderes religiosos más importantes del momento y apoyó la revuelta de Bar Cojbá. En cuanto a su vida personal es la figura en que el mundo religioso se inspira hoy. Pues fue un hombre que encontró la Torá a sus 40 años y lo sacrificó todo por su estudio llegando a ser el sabio más grande de todos los tiempos.

En cuanto a Lag Baomer, es gracias a él que esta festividad se celebra. La historia más común de Lag Baomer nos habla de la época en que 24,000 alumnos de rabí Akiva murieron a consecuencia de una plaga y la Torá Oral corrió el riesgo de dejar de existir, sin embargo rabí Akiva pese a la adversidad volvió a abrir su yeshivá y siguió enseñando. Toda la Torá Oral que conocemos hoy proviene de de los cinco alumnos a los que instruyó durante esta segunda etapa y eso es lo que celebramos en Lag Baomer.

Rab Shimon Bar Yojai

Otra razón que se nos da para celebrar Lag Baomer es la vida de Rab Shimón Bar Yojai uno de los alumnos de rabí Akiva más reconocidos. Tradicionalmente a él se le conoce como el padre de la Cabalá y se piensa que fue el redactor del Zohar; aunque ésta como tal haya sido desarrollada varios siglos después, los cabalistas mantienen que se basan en sus enseñanzas. También se le adjudican otros textos de análisis toraico y halájico como el Sifrei y la Mejilta que lleva su nombre.

En la tradición aparece como un hombre milagroso, capaz de matar a otras personas tan sólo con la mirada o las palabras; un hombre que tiene que aprender a no juzgar. Era el alumno más querido de rabí Akiva y cuando muere el emperador Adriano se junta con otros líderes religiosos para decidir el futuro del judaísmo. Bar Yojai aboga por no perdonar a los romanos, mientras que otros abogan por establecer relaciones diplomáticas con ellos. Es traicionado y delatado frente a las autoridades romanas, por lo cual se esconde doce años en una cueva con su hijo para evitar la muerte. Pasaban todos los días estudiando Torá y rezando, recibían milagros de D-os para alimentarse. En ese tiempo fue que se convirtió en el hombre más grande de su generación y al salir de la cueva es que adquiere su carácter milagroso.

En Lag Baomer se celebra la luz que dejo a través de su vida y su enseñanza y es una costumbre muy popular de este día visitar su tumba en Merón.

Bar Cojbá

Una de las tradiciones más comunes de Lag Baomer es jugar con arcos y flechas en el día, se hace en recuerdo a la Rebelión de Bar Cojbá contra los romanos. Este hombre vivió en tiempos de rabí Akiva, cuando la enseñanza de Torá y su práctica estaban prohibidas. Había algunos grupos que se habían revelado contra el gobierno romano, sin embargo no tenían unidad. Bar Cojbá los unió en un Ejército y los organizó con demasiado éxito al punto que casi expulsa a los romanos de la región. Se creía que era el Mesías y que sus batallas eran ayudadas por D-os. Fue el último general judío que existió hasta la creación del estado judío.

En la historia que nos cuenta la tradición Bar Cojbá comete un crimen grave y pierde el favor de la divinidad, hasta perder todas las provincias que había recuperado militarmente. El último fortín que defiende y es Betar donde muere.

El Arizal

Otra tradición de Lag Baomer es visitar Tzfat donde se encuentra las tumbas de muchos cabalistas conocidos, entre ellas la de rab Isaac Luria (el Arizal). Aunque él mismo no escribió, sus enseñanzas fueron trasmitidas a través de rab Jaim Vital, su alumno. Fue un líder religioso importante en la ciudad de Tzfat en el siglo XVI, sin embargo, lo que más se valora de su trayectoria es las aportaciones que hizo a la Cabalá. Sin él la Cabalá tal cual como la conocemos no existiría, antes de él los místicos judíos habían dedicado su tiempo a clasificar y preservar conocimientos de la tradición cabalística. Sin embargo, rab Isaac Luria logra crear un sistema tanto filosófico como práctico que nos permite entender a profundidad las enseñanzas de la mística judía. Muchas de sus tradiciones y análisis entraron a la halajá y la filosofía judía, pues finalmente hoy la Cabalá es una disciplina aceptada por todas las instituciones judías.

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