Enlace Judío – El gobierno de Israel aprobó este miércoles la prohibición del comercio de pieles de animales en el país, salvo en algunas excepciones que continuarán.

El grupo de derechos de los animales PETA aclamó a Israel como “el primer país del mundo en prohibir la venta de pieles” después de que la ministra de Protección Ambiental, Gila Gamliel, firmara una reforma legal que establece ello y que entrará en vigor dentro de 6 meses.

“Esta histórica victoria protegerá a innumerables zorros, visones, conejos y otros animales de ser asesinados violentamente por su piel”, dijo el organismo en un comunicado.

“Durante décadas, PETA y nuestras afiliadas internacionales han expuesto una crueldad terrible en las granjas de pieles, demostrando que los animales pasan toda su vida confinados en jaulas de alambre sucias y estrechas. Los criadores de pieles utilizan los métodos de matanza más baratos disponibles, que incluyen romper el cuello, asfixia, envenenamiento y electrocución genital”, dijo PETA.

A pesar de los elogios, los críticos creen que la nueva ley israelí no acaba con ello, ya que continúa permitiendo la importación de pieles por razones religiosas, el principal uso que se hace de estas en Israel, según The Times of Israel.

PETA dijo que los esfuerzos para lograr la prohibición fueron el fruto de años de cabildeo por parte de activistas por los derechos de los animales, incluida la directora honoraria de PETA, Pamela Anderson, quien había apelado personalmente al primer ministro Benjamin Netanyahu.

El organismo agradeció a Gamliel, quien respondió diciendo: “Orgullosa de ser parte del primer país del mundo en prohibir la venta de pieles”. “Ahora todo el mundo sabe que hemos hecho historia hoy, las pieles ya no están de moda”, tuiteó.

En un mensaje con motivo de la firma de la ley recogido por Ynet, Gamliel abundó: “La industria de la piel provoca la matanza de cientos de millones de animales en todo el mundo e implica una crueldad y un sufrimiento indescriptibles.

“Utilizar piel y el pelaje de la vida silvestre en la industria de la moda es inmoral y, ciertamente, no es necesario. Los abrigos de piel de animales no pueden encubrir la brutal industria del asesinato detrás de ellos.

“La firma de las regulaciones hará que el mercado de la moda israelí sea más respetuoso con el medio ambiente y sea más bondadoso respecto a los animales”, expresó la ministra.

La autoridad para emitir permisos para la importación y exportación de pieles de animales salvajes recae en el director de la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel.

La reforma a las regulaciones de 1976 aprobada en el marco de la Ley de Protección de la Vida Silvestre, que Gamliel firmó, limita el margen de maniobra del director de dicha autoridad, pero le permite seguir emitiendo permisos si las pieles se van a utilizar para “religión, tradición religiosa, investigación científica, educación o enseñanza”.

Esta laguna legal exime a los judíos ultraortodoxos, que a menudo usan sombreros de piel conocidos como shtreimel en Shabat y días festivos, aunque los importadores ahora deberán solicitar permisos especiales.

Hechos con colas de martas cibelinas y zorros, los sombreros pueden costar hasta 5,000 dólares. Son prácticamente los únicos usuarios generalizados de pieles en Israel, que posee un cálido clima mediterráneo.

Según la Sociedad Protectora de Animales, cada año se crían y matan alrededor de cien millones de animales en granjas intensivas de pieles para abastecer a la industria de la moda, mientras que millones son atrapados y asesinados por su piel en la naturaleza, principalmente en los EE. UU., Canadá y Rusia.

Más allá del tema de la crueldad, PETA dijo que las granjas de pieles deberían prohibirse, y señaló los recientes brotes de coronavirus en las granjas de visones.

“Apiñar animales enfermos y estresados ​​en condiciones insalubres en granjas de pieles crea el caldo de cultivo perfecto para enfermedades mortales”, dijo PETA.

Dinamarca y EE. UU. se encontraron entre los 6 países que informaron nuevos casos de coronavirus relacionados con granjas de visones.

Dinamarca impuso medidas estrictas en el norte del país tras advertir que una mutación del virus había saltado de visones a humanos e infectado a 12 personas.

Copenhague advirtió que la mutación podría amenazar la efectividad de cualquier vacuna futura y ordenó el sacrificio de los 15-17 millones de visones estimados en el país.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío