Enlace Judío – Los turistas individuales vacunados contra COVID-19 podrán ingresar a Israel a partir del 1 de julio, anunció este jueves la ministra de Turismo de Israel, Orit Farkash-Hacohen.

“Me alegra que el arduo trabajo del personal del Ministerio de Turismo, junto con el Ministerio de Salud, de Asuntos Exteriores y del Interior, llevó al ministro del Interior a declarar que se aligerarán los requisitos para los turistas vacunados y habrá una expansión de la entrada de turistas individuales a partir del 1 de julio”, tuiteó Farkash-Hacohen.

“Ha llegado el momento de que Israel se abra al turismo y aproveche su condición de país vacunado en beneficio de su economía”.

El ministro del Interior, Aryeh Deri, envió una carta al director general de la Autoridad Fronteriza, Shlomo Mor-Yosef, diciéndole que había consultado con el Ministerio de Salud, Yuli Edelstein, el ministro de Relaciones Exteriores Gabi Ashkenazi y equipos profesionales de varios ministerios sobre el tema, de acuerdo con The Times of Israel.

Como resultado, se tomó la decisión de permitir que los visitantes vacunados de una lista de países que aún no ha sido determinada por el Ministerio de Salud “ingresen a Israel con un proceso abreviado que se armará en los próximos días”.

No explicó qué implicaría el “proceso abreviado”.

Deri le dijo a Mor-Yosef que a la luz de los programas de vacunación COVID-19 en otros países, “hay espacio para ampliar la facilitación de la entrada a Israel para los extranjeros y cambiar los métodos de aprobación existentes que suponen una enorme carga para los representantes de Israel en el exterior y sobre la Autoridad de Inmigración y Población del país”.

Escribió que la fecha límite para iniciar el piloto sería el 1 de julio.

Un portavoz del Ministerio de Turismo le dijo a The Jerusalem Post que la decisión no requerirá ninguna aprobación adicional por parte del gobierno y que no habrá ningún límite en la cantidad de visitantes permitidos.

Solo se permitirá la entrada a los viajeros vacunados contra COVID-19, y no a los que se hayan recuperado. Deberán presentar su certificado de vacunación antes de abordar el avión, así como los resultados de su prueba PCR de detección de coronavirus.

Las preguntas sobre qué vacunas serán aceptadas y si los turistas deberán someterse a una prueba serológica para demostrar la presencia de anticuerpos en su sangre para evitar la cuarentena, como ahora se requiere para cualquier persona que haya sido vacunada en el extranjero, aún están pendientes de discusión, agregó el portavoz.

Sin embargo, un funcionario del Ministerio de Salud dijo que si bien es cierto que esta es la dirección en la que están trabajando los funcionarios relevantes, consideró al anuncio de Farkash-Hacohen como prematuro, posiblemente como parte de la prisa existente ante la llegada del nuevo gobierno en Israel.

“Aún quedan muchos detalles por resolver y, obviamente, el nuevo gobierno tendrá un impacto en lo que se decida”, dijo.

Según el esquema general que se está estudiando, solo se permitirá la entrada a visitantes de países seleccionados, aclaró el funcionario.

Los funcionarios de salud están trabajando para determinar qué criterios, como el nivel de contagios, deben evaluar de cada país. También confirmó que el 1 de julio es el objetivo.

Las fronteras israelíes han estado cerradas a los ciudadanos extranjeros durante más de un año, con limitadas excepciones.

A finales de abril, el Ministerio de Turismo dio a conocer un plan para reabrir el país a los extranjeros después de más de un año.

A partir del 23 de mayo, se suponía que se permitiría la entrada a algunos grupos de turistas seleccionados, seguidos de un permiso general para viajar a Israel en grupos.

Además, según el plan, se suponía que los viajeros individuales serían admitidos en el país a partir del 1 de julio, pero el plan requería más detalles para ser aprobado.

La confrontación con Hamás en Gaza retrasó ligeramente la implementación del plan, pero el primer grupo de visitantes, peregrinos cristianos de EE. UU., llegó el 27 de mayo.

Sin embargo, la decisión de abrir el país a todos los grupos y luego a los turistas individuales siguió postergándose.

Los funcionarios de salud han enfatizado repetidamente que, si bien, a la luz de los bajos contagios su objetivo era cancelar toda la regulación del coronavirus dentro del país, era muy importante mantener estrictas restricciones fronterizas para evitar el riesgo de que personas infectadas ingresen a Israel.

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