Enlace Judío – Los estudiantes que regresen a la escuela después de las vacaciones de Sucot deberán presentar un resultado negativo de una prueba de antígeno COVID-19, dictaminó el gabinete de coronavirus del gobierno israelí, informó The Times of Israel.
La medida se produjo cuando los casos graves de COVID-19 alcanzaron su cifra más alta en lo que va del mes, 10 días después del final de Rosh Hashaná.
Cerca de 7,500 israelíes dieron positivo por el coronavirus el sábado, el 59% de ellos niños en edad escolar, dijo el Ministerio de Salud.
Hasta el domingo por la mañana, cerca de 45,000 estudiantes tienen COVID-19 y otros 92,000 están en cuarentena obligatoria luego de estar expuestos a un portador del virus.
La mayoría de los estudiantes en todo Israel asistieron este domingo para el último día antes de la fiesta de Sucot, que comienza el lunes por la noche. La mayoría de las escuelas están cerradas durante toda la semana de vacaciones, y se prevé que los niños regresen a las aulas el 30 de septiembre, dos días después de que finalice el período vacacional.
Se espera que la nueva medida, pendiente de aprobación por parte del Comité de Educación de la Knéset, se aplique a todos los estudiantes desde prescolar hasta sexto grado.
Antes del inicio del año escolar, el 1 de septiembre, se pidió a los padres de todos los estudiantes de primero a sexto grado que recogieran los kits de prueba rápida de antígenos de las escuelas y se los administraran a sus hijos, pero no fue obligatorio para el ingreso a las aulas.
Las pruebas rápidas se pueden realizar en casa y los resultados tardan menos de 15 minutos en obtenerse. Según la nueva medida, aprobada por el fiscal general, se les pedirá a los padres o tutores que recojan un kit de prueba de los sitios de distribución de Maguén David Adom y firmen una declaración de que la prueba resultó negativa.
El plan generó críticas de los maestros de escuelas y jardines de niños, quienes dijeron que no era su trabajo monitorear el cumplimiento de los estudiantes con las regulaciones de salud.
En una reunión del comité el domingo, Yaffa Ben David, la líder del sindicato magisterial israelí, dijo a los legisladores que los directores de escuela y los maestros de jardín de infantes no deben ser “guardianes del coronavirus”.
“Alguien aquí está completamente confundido”, dijo.
Ben David dijo que si se aprueba el reglamento, el sindicato solicitará a la Corte Suprema de Justicia “que impida este decreto”.
La asociación de maestros de jardín de niños también dijo en un comunicado que “no somos la policía y nuestro trabajo no es impedir la entrada al jardín de niños”.
Según las estadísticas del Ministerio de Salud publicadas el domingo por la mañana, el número de israelíes hospitalizados en estado grave con COVID-19 ha aumentado a su nivel más alto en cerca de 3 semanas.
Las últimas cifras informan a 726 israelíes con el coronavirus en estado grave a partir del domingo por la mañana, en comparación con 709 hace una semana y 650 el jueves.
Para este domingo hay 83,809 casos de COVID-19 activos en el país, de los cuales 1,191 están hospitalizados, 726 en estado grave y 195 intubados a ventilación mecánica.
Más del 66% de todos los que se encuentran en estado grave no están vacunados y menos del 8% de ellos han recibido 3 dosis de la vacuna. Entre los menores de 60 años en estado grave, el 80% no está vacunado y menos del 4% ha recibido la vacuna de refuerzo.
Durante el fin de semana, Israel superó los más de 7,500 muertes por coronavirus desde el surgimiento de la pandemia. Según las últimas cifras, 7,511 israelíes con COVID-19 han muerto desde marzo de 2020 y más de 1,000 han muerto solo en las últimas 6 semanas.
Hasta el domingo, 3,040,426 personas en Israel, el 33% de la población total, ha recibido una tercera dosis de refuerzo de la vacuna.
A los funcionarios de salud israelíes les preocupa que la campaña de refuerzo podría ralentizarse tras la decisión del viernes de la FDA de los EE. UU. de no aprobar las vacunas de refuerzo para la población estadounidense en general, solo para las personas de 65 años o más.
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