Enlace Judío – ‎‎‎‎Los turistas vacunados de EE.UU. podrán ingresar a Israel con una declaración de salud a pesar de no tener un pase verde electrónico, indicó la Dra. Sharon Alroy-Preis, directora de los Servicios de Salud Pública del Ministerio de Salud de Israel.

“Los turistas podrán ingresar al país con su propia declaración de vacunación”, dijo a la conferencia anual del periódico The Jerusalem Post en una conversación con la analista de salud Maayan Hoffman. “Tendrán que presentar su estado de vacunación y el certificado. Un porcentaje de ellos será inspeccionado”.

Los visitantes estarán exentos de aislamiento, siempre que cumplan los criterios de quién se considera inoculado en Israel.

“Si tienen un refuerzo reciente de la vacuna, o han pasado menos de seis meses desde la segunda dosis, se les permitirá recibir un pase verde en Israel para ir de un lado a otro, de otra manera, tendrán que aislarse durante siete días y luego someterse a otra prueba de PCR”, dijo.

La semana pasada, el director general del Ministerio de Salud, Najman Ash, dijo que las autoridades tienen la intención de reabrir las fronteras a extranjeros totalmente vacunados a partir de noviembre.

Los turistas deberán presentar un pase verde electrónico, que se utiliza en Israel y en varios otros países, incluidos todos los miembros de la Unión Europea, pero no en Estados Unidos. El mes pasado, Jerusalén se unió al programa de certificados digitales COVID-19 de la Unión Europea, asegurando el reconocimiento mutuo de los documentos.

Alroy-Preis señaló que Israel está de nuevo cerca de alcanzar la inmunidad de rebaño.

“Cuando miramos la tercera ola, la dejamos atrás, aunque un tercio de la población, en su mayoría niños, no estaba vacunada”, dijo. “En aquel momento, no lo sabíamos. Pero en retrospectiva, nuestras cifras bajaron porque había suficientes personas vacunadas para llegar a la inmunidad de rebaño. Esto protegió a los niños”.

La situación cambió con la variante Delta.

“La variante Delta es más contagiosa, y por lo tanto, el nivel necesario para la inmunidad de rebaño es mayor”, explicó.

“No sabemos cuál es la cifra exacta, pero creo que ahora Israel está llegando de nuevo a una situación en el que hay suficientes personas vacunadas o recuperadas para alcanzar la inmunidad de rebaño”.

Durante la cuarta ola de coronavirus, que empezó a mediados de junio, más de la mitad de los casos (55%) se registraron en niños demasiado jóvenes para ser vacunados, y se han presentado casos graves del síndrome post-COVID en menores.

Esta característica de la cuarta ola ha sido el mayor desafío para las autoridades sanitarias, dijo Alroy-Preis.

“Queremos que los niños vuelvan a la escuela con clases presenciales y a su vida normal. Pero al mismo tiempo, ellos no están protegidos. Por lo tanto, debemos ser cautelosos y no apresurarnos a tomar decisiones sobre aislamiento sin realizar pruebas si esto puede aumentar el contagio”.

Al parecer, Alroy-Preis se refería al esquema de la Clase Verde, en el que los niños que están expuestos a un paciente confirmado se someten a pruebas diarias en lugar del aislamiento y pueden seguir asistiendo a la escuela si no están contagiados.

El plan comenzó a aplicarse esta semana en localidades con bajas tasas de contagio para reducir el número de niños y padres obligados a quedarse en casa.

Alroy-Preis sostuvo que desde una perspectiva de salud, sería más fácil mantener lo cielos cerrados. pero es importante aprender a vivir con COVID y eso incluye asumir algunos riesgos.

“En comparación con lo que ocurrió durante las primeras olas de coronavirus, Israel cuenta ahora con algunas capas adicionales de protección, como las pruebas PCR que se exigen a todos antes de abordar un avión y después de aterrizar”, añadió.

Destacó que para prevenir o gestionar una quinta ola, es muy importante mantener la infraestructura construida para luchar contra el COVID-19, incluido el testeo y la investigación epidemiológica.

“Debemos estar preparados. Entre la tercera y la cuarta ola vimos que el virus se expande exponencialmente. Pero nuestras respuestas fueron realmente muy lentas, así que tenemos que tenerlo en cuenta” dijo.

“Creo que otro punto que tenemos que aprender es a vigilar las fronteras. Sabemos que de ahí vendrá la próxima variante, por lo que tenemos que controlarlas mejor”.

“Por lo tanto, no podemos prescindir del PCR antes de abordar un avión y después de aterrizar. En algún momento, quizás tengamos que pedir otra prueba tres o cuatro días después de llegar al país. También necesitamos un mayor control del aislamiento: La cuarta ola se propagó principalmente a partir de niños que regresaron del extranjero y no entraron en cuarentena”, concluyó Alroy-Preis.

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