Khaled Abu Toameh/ Ataque terrorista pone a Abbas entre la espada y la pared

Enlace Judío.- En los últimos años, Abbas se ha abstenido de condenar públicamente los ataques terroristas contra Israel, publicó The Jerusalem Post.

Han pasado muchos años desde que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, se vio atrapado entre la espada y la pared.

El martes por la noche, horas después del ataque a tiros en Bnei Brak en el que un terrorista de la aldea de Yabad, cerca de Jenin, mató a cinco personas, la oficina de Abbas emitió un comunicado titulado: “El presidente condena el asesinato de civiles israelíes esta noche”.

La declaración, publicada en el sitio web de la agencia oficial de noticias de la Autoridad Palestina, Wafa, decía: “El presidente del Estado de Palestina, Mahmoud Abbas, expresó su condena por el asesinato de civiles israelíes esta noche y enfatizó que el asesinato de palestinos y civiles israelíes solo conduce a un mayor deterioro de la situación, ya que todos nos esforzamos por lograr la estabilidad, especialmente cuando nos acercamos al mes sagrado del Ramadán y las festividades cristianas y judías. El presidente Abbas advirtió contra la explotación de este incidente para llevar a cabo ataques y reacciones contra nuestro pueblo palestino por parte de los colonos y otros, e indicó que el ciclo de violencia confirma que la paz permanente, amplia y justa es la forma más corta y correcta de brindar seguridad y estabilidad a los pueblos palestino e israelí y los pueblos de la región”.

En los últimos años, Abbas se ha abstenido de condenar públicamente los ataques terroristas contra Israel, aunque ha declarado repetidamente que se opone a la violencia y al terrorismo. Tampoco comentó sobre los ataques terroristas inspirados por ISIS en Beersheba y Hadera.

Es por eso que la declaración de condena emitida por su oficina sorprendió y enfureció a muchos palestinos.

Abbas ha tenido buenas razones para no denunciar los interminables ataques terroristas perpetrados por palestinos contra israelíes. Él sabe muy bien que tales condenas serían un anatema para muchos palestinos, especialmente para sus rivales políticos en Hamas y la Yihad Islámica Palestina.

Así es como funciona: los líderes palestinos han radicalizado a su pueblo contra Israel hasta el punto en que Abbas y altos funcionarios en Ramallah ya no son capaces de pronunciar una palabra contra los ataques terroristas contra civiles israelíes.

La radicalización se está produciendo principalmente a través de la dura retórica antiisraelí de los líderes palestinos y los medios, especialmente las plataformas de redes sociales.

El proceso de deslegitimar a Israel y demonizar a los judíos ha hecho que sea peligroso, si no imposible, que cualquier palestino condene un ataque terrorista contra israelíes.

Entonces, ¿qué hizo que Abbas cambiara de opinión e instruyera a su oficina para que publicara la denuncia del ataque terrorista de Bnei Brak?

Un funcionario palestino en Ramallah confirmó el miércoles que la declaración se publicó como resultado de la “presión de ciertos partidos en el gobierno israelí”, una aparente referencia al séquito del ministro de Defensa, Benny Gantz.

Abbas emitió la declaración como parte de un esfuerzo por apaciguar a ciertos funcionarios en Israel (y probablemente también a la administración estadounidense). Pero si bien pudo haber complacido a algunos funcionarios en Jerusalén y Washington, la condena de Abbas enfureció a una gran cantidad de palestinos.

Abbas, de 86 años, ya enfrenta fuertes críticas de muchos palestinos por su negativa a detener la coordinación de seguridad entre las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina y las FDI.

Sus rivales políticos siguen recordando al público palestino su declaración de 2014, en la que le dijo a un grupo de israelíes que lo visitaban en su oficina en Ramallah: “La coordinación de la seguridad es sagrada y continuará ya sea que estemos de acuerdo o en desacuerdo con la política”.

Para la mayoría de los palestinos, la coordinación de la seguridad está asociada con connotaciones extremadamente negativas, incluida la traición y la colaboración con el enemigo israelí.

Desde la publicación de la declaración de condena el martes por la noche, han resurgido las viejas acusaciones contra Abbas, particularmente en las redes sociales.

Se le acusa, entre otras cosas, de “equiparar” a los palestinos eliminados por Israel con los israelíes asesinados por palestinos.

Abbas también se encontró atrapado entre el martillo y el yunque sobre su facción gobernante Fatah celebrando el ataque terrorista de Bnei Brak y respaldando al perpetrador, Diaa Hamarsheh, como uno de sus miembros.

Varios activistas de Fatah expresaron su indignación por la declaración de condena de Abbas y elogiaron a Hamarsheh como “héroe” y “mártir”.

Esto es extremadamente vergonzoso para Abbas, principalmente porque subraya la desconexión entre él y gran parte de Fatah, especialmente los representantes de la “guardia joven” dentro de la facción.

El hecho de que las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina no hayan podido detectar al terrorista antes de que partiera en su misión mortal también se considera una vergüenza para Abbas. Sin embargo, si sus fuerzas de seguridad hubieran arrestado a Hamarsheh antes del ataque, muchos los habrían acusado de “colaboración” con Israel.

Abbas sabe que para sobrevivir tiene que seguir caminando sobre una línea muy fina: tiene que aplacar a sus amigos en los Estados Unidos, Israel y los países de la Unión Europea, pero también tiene que demostrar a su pueblo, día y noche, que no es un “traidor” y un “títere” en manos de Israel y EE.UU.

Es por eso que Abbas seguirá jugando el doble juego que ha jugado durante muchos años. Continuará incitando contra Israel y glorificando y apoyando públicamente a los “mártires” palestinos y prisioneros de seguridad, al mismo tiempo que mantiene la coordinación de seguridad con Israel que lo sostiene en la silla del poder.

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