Por primera vez, se escucha una plegaria en árabe en el podio, entre los crematorios II y III de Birkenau. Crónica de la Marcha de la Vida 2022

May Samra para Enlace Judío- Acudir a la Marcha de la Vida es, en sí, una declaración. No sé si lo tuvieron tan claro sus creadores, quienes vieron con ello la posibilidad de rescatar y mantener viva la memoria de las víctimas del Holocausto en el lugar de los hechos. Sin embargo, se ha vuelto una forma de demostrar la solidaridad con el pueblo judío en general, vivo y vibrante en Israel y la Diáspora, tras haber perdido la mitad de su población.

 La Marcha de la Vida se transmitió en vivo a través del canal de YouTube de Enlace Judío

Por ello, participar en la Marcha de la Vida es una declaración política de apoyo al Estado de Israel, un reconocimiento al derecho de existir del Estado Judío y un foro desde el cual poder expresarlo.

Así, año tras año, los participantes a la Marcha expresan con los pies, a través de entrevistas  y desde el podio sus posturas, sean estas ideológicas, políticas o simbólicas.

La ruta y el podio de la ceremonia

Crematorio II de Birkenau. Foto May Samra

Inicia bajo el famoso letrero Arbeit Macht Frei (“El trabajo te hace libre”),  en la entrada del campo de exterminio donde 1,2 millones de personas, el 90% de las cuales eran judíos, fueron asesinadas por los nazis.

Es difícil imaginar un escenario más dramático para la ceremonia final de la Marcha: el podio se localiza entre las ruinas de los crematorios II y III, al final del recorrido donde acababa la vida de los seleccionados para la muerte.

En la ruta, los participantes pasaban por “la rampa”, la plataforma de llegada donde los oficiales de las SS nazis, el más infame de los cuales era Josef Mengele, seleccionaban a los que iban a ser enviados directamente a las cámaras de gas y a los que iban a ser “trabajados” lentamente hasta la muerte.

Los sobrevivientes

Los sobrevivientes en la Marcha de la Vida 2022. Foto Yossi Zeliger

Después de la Tercera Generación que lleva la bandera, nietos de sobrevivientes del Holocausto que se comprometen a tomar la estafeta de la Memoria, encabezan la Marcha 2022 los sobrevivientes. Esta Marcha es especial en cuanto a la conciencia que estos hombres y mujeres están desapareciendo (asisten solo 8 en esta ocasión). Entran agarrados por los brazos, erguidos, en una posición de fuerza. Son el símbolo.dela resiliencia del Pueblo Judío y han tenido el valor de volver al infierno donde probablemente perdieron familias enteras. Su declaración: el Pueblo Judío es inmortal.

Llama la atención Edward Mosberg, sobreviviente del Holocausto quien, año tras año, se presenta con su traje de rayas  y gorro de prisionero de los campos. Su intervención (verla aquí), como parte final de la ceremonia que concluye la Marcha, antes del himno de Israel, es impactante.

Los nietos de los nazis

Un grupo de 5 descendientes de nazis se unió este año a la Marcha de la Vida en el campo de exterminio de Auschwitz.

“Nuestro objetivo es colaborar con el movimiento de la Marcha de la Vida, contar nuestras historias, denunciar a nuestros familiares que asesinaron a judíos. Somos descendientes de oficiales de las SS, de las personas que trabajaron en los campos de concentración pero también de aquellos que guardaron silencio”, dijeron a Enlace Judío.

El grupo pertenece a un movimiento más extenso que realiza marchas similares. Este año ha llevado a cabo eventos en 17 países y 70 ciudades. “Muchos descendientes de perpetradores nazis salen a las calles para pronunciarse en contra del antisemitismo”, aseguraron.

Los dignatarios

Andrzej Duda en la Marcha de la Vida. Foto May Samra

Andrzej Duda, presidente de Polonia, aprovechó la Marcha de la Vida para condenar el ataque ruso a Ucrania. Al ligar el presente conflicto con el Holocausto, dijo: “Estamos aquí para mostrar que no hay consentimiento para el intento … de matar al pueblo ucraniano con impunidad, como sucede hoy en el terrotorio ocupado de Ucrania. Quienes matan gente y transgreden la ley internacional deben ser juzgados por ello. No más guerra, no más Holocausto“.

El alcalde de Jerusalén, Moshe Lion, marchó abrazado con un rollo de la Torá y acompañado de cantos religiosos y del sonido del Shofar, enfatizando el carácter religioso de su ciudad.

Los artistas

El jazán del ejército israelí, Shai Abramson, interpretó las tradicionales plegarias judías,. Con él, los cantantes Jonatan Razel, y Harel Skat, representan a la Tercera Generación.

La delegación de México

Diez personas representaron a México, lideradas por quien ha llevado durante años la estafeta de la Marcha en nuestro país, Moishe Punsky. Sus gorros naranja sobresalían en la multitud, y trajeron, junto con Enlace Judío, el apoyo de México a este gran emprendimiento.

El líder evangélico

Mike Evans y Ahmed Al Mansuri. Foto May Samra

“Dios me creó para combatir el antisemitismo y consolar a su pueblo. Solo estoy haciendo aquello para lo que fui creado” dijo  Mike Evans, uno de los más importantes líderes evangélicos de los EE.UU y según Jewish Press, judío convertido al cristianismo. ” La vida de cada persona judía es tan preciosa a los ojos de Dios como mi vida y, en mi opinión, los más preciados son los niños del Holocausto. El amor no es algo que dices. Es algo que haces”

La semana pasada, según un comunicado de prensa, Evans rescató de Kharkov a una sobreviviente del Holocausto llamada Shelia, quien llegó a Israel “justo antes de la Marcha de la Vida”. Según Evans, Sheila dijo: “Nací en la guerra y pensé que moriría en la guerra. Pero puse mi fe en Dios y viniste por mí”..

Los grandes ausentes: los alumnos ultraortodoxos de Yeshivot

Alumnos de Yeshivot en Norteamérica y sus maestros estaban presentes en Cracovia durante la semana de Yom Hashoá, en especial en las sinagogas y los cementerios de la ciudad. Entrevistados, dijeron que venían a ofrecer plegarias por el alma de los fallecidos en el Holocausto. Incluso organizaron una pequeña fiesta, cantando y bailando en el centro de la Ciudad (ver video). Pero no estuvieron en la Marcha de la Vida. Otra declaración.

Los árabes israelíes y los palestinos

Los árabes israelíes fueron la gran sorpresa de la Marcha. Su llegada a Auschwitz- Birkenau es una declaración de rechazo a la ola de atentados que sacudió ( y sigue sacudiendo) a Israel en las últimas semanas. Expresaron a Enlace Judío que la presencia de más de 100 jóvenes de distintas organizaciones, cuyas edades varían entre los 16 y 21 años, es una acción educativa con la cual demuestran su intención de integrarse lo mejor posible a la sociedad israelí.

Por su parte, el profesor Dejani, palestino musulmán docente de la Universidad Al Quds, lleva años conduciendo su grupo a través de las calles de Auschwitz; con esta acción politicamente incorrecta para su pueblo, arriesga la vida. Al marchar, expresa, no renuncia al concepto de que la presencia de Israel es una ocupación del territorio de su pueblo, pero busca, al llevar a su grupo de estudiantes, una posibilidad de conciliación, de acercamiento, para lograr la solución del conflicto palestino-israelí. Para él, esta solución consiste en el establecimiento de dos estados para dos pueblos.

To walk the talk, to talk the Walk: Ahmad Obeid El Mansuri

La cereza del pastel fue, sin duda, el musulmán con djallabiya que marchó en Auschwitz en pleno Ramadán, el brazo en un cabestrillo. Ahmed Al Mansuri dijo, en el podio, al encender una antorcha, junto a Eitan Neishlos, empresario y filántropo israelí :

“Estoy hoy, frente a mis hermanos y hermanas judíos… Elegimos la vida. No volverán a suceder estas atrocidades. Nunca significa Nunca”, en árabe.

Inició sus palabras con la tradicional Bismilá: “En nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso”, y formuló una plegaria por la paz.

Al Mansuri es el creador del Museo de Cruce de Civilizaciones (Crossroads of Civilizations Museum) en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, el único museo árabe que tiene una sección dedicada al Holocausto. Este amigo de Eli Abadi- rabino principal de EAU-  en un juego de palabras, dice ” We have to walk the Talk and to talk the Walk” “Debemos unir los hechos a las palabras y las palabras a la Marcha”.

En entrevista con Enlace Judío, explica que su presencia en la Marcha es un signo de solidaridad con el Pueblo Judío y demuestra el éxito de los Acuerdos de Abraham. Para él, los Acuerdos, firmados hace un poco más de un año, simbolizan  la paz entre Israel y Emiratos, la paz entre Israel y los países árabes, la paz entre judíos y musulmanes.

Para Al Mansuri, caminar juntos es también enviar un mensaje de esperanza al mundo: si en una tierra de conflictos, como lo es el Medio Oriente, hay sinceridad y armonia, el mundo no tendrá pretextos para el racismo, el antisemitismo y la xenofobia.

“Es pavimentar el camino para prevenir las crisis y asegurar que , a lo largo de generaciones, no vuelva a suceder algo así”, asegura.

“Es una decisión política, es cierto, pero también una muestra de amistad entre nuestros pueblos“.

“Arbeit Macht Frei”

Al terminar la Marcha, la delegación de periodistas estábamos exhaustos. Iris Kliger, hija de sobreviviente del Holocausto y corresponsal de Yediot Ajaronot, después de enviar su texto, aún tenía el humor para formular un chiste. Caminando sobre las vías del tren, llegó al infame portón con la inscripción “Arbeit Macht Frei” y lanzó: “¡Es verdad que terminar el trabajo te hace libre!”, tras lo cual todos soltamos la carcajada.

“Pero cuidado” advirtió ” solamente puede contar este chiste una hija de sobreviviente del Holocausto”.

 

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío

 

 

 

 

 

 

May Samra: May Samra Cohen. Directora y co fundadora de www.enlacejudio.com.  Fue durante 20 años editora y directora del Periódico y de la Revista de la Comunidad Maguén David. Es Presidenta de APEIM ( Asociación de Periodistas y Escritores Israelitas de México), a la cual pertenece desde 1997. Fue directora de Difusión de la organización Keren Hayesod, y editora del boletín En breve de la Bnai Brith. Premio Instituto México Israel otorgados por el instituto del mismo nombre. Premio Arie Dulzin de APEIM y Premio Ben Gurión, otorgado por  APEIM y la Agencia Judía para Israel.