Enlace Judío.- Las fuerzas de seguridad israelíes operaron en la ciudad palestina de Jenin en las horas previas al amanecer del martes para demoler la casa de un terrorista palestino que mató a tres israelíes en un ataque a tiros en Tel Aviv en abril, dijo el ejército, según publica The times of Israel.
Las FDI dicen que las tropas son objeto de “disparos masivos” en el campo de refugiados de Jenin mientras demuelen la casa de Ra’ad Hazem, quien mató a 3 en Tel Aviv en abril
Un video publicado por las Fuerzas de Defensa de Israel mostró el apartamento, en un edificio en el campo de refugiados de Jenin, demolido en dos explosiones. Un clip publicado en las redes sociales mostró las secuelas de la demolición, con una pared volada y escombros en algunas zonas.
EEE
En mayo se emitió la orden de demolición del apartamento de Ra’ad Hazem, quien abrió fuego el 7 de abril contra los clientes del bar Ilka en la calle Dizengoff en Tel Aviv.
Las FDI dijeron que estallaron enfrentamientos, incluidos “disparos masivos dirigidos a las tropas”, durante la operación de demolición.
Un hombre murió y varios más resultaron heridos en un intercambio de disparos con las tropas israelíes.
Las tropas respondieron al fuego contra los hombres armados y los alborotadores que les arrojaron explosivos.
El palestino fallecido fue identificado como Muhammed Musa Sabaaneh.
Hazem mató a Tomer Morad y Eytam Magini, dos amigos de 27 años, y Barak Lufan, un padre de tres hijos de 35 años, en el tiroteo e hirió a una docena más. Se dio a la fuga después de los asesinatos y se lo encontró escondido cerca de una mezquita en Jaffa tras una persecución de horas que involucró a cientos de agentes de seguridad.
Si bien inicialmente levantó las manos en señal de rendición, Hazem sacó un arma y abrió fuego contra los oficiales, quienes respondieron y lo mataron.
Como política punitiva, Israel demuele regularmente las casas de palestinos acusados de cometer ataques terroristas mortales. Israel defiende la controvertida práctica de arrasar las casas familiares de los atacantes como medida disuasoria contra futuros ataques, y los funcionarios argumentan que la inmediatez es esencial, ya que el factor disuasorio se degrada con el tiempo.
A lo largo de los años, varios funcionarios de defensa israelíes han cuestionado la eficacia de la práctica y activistas de derechos humanos la han denunciado como castigo colectivo injusto.
La demolición del martes se aplicó después de que el Tribunal Superior de Israel denegara una apelación en nombre de los vecinos de Hazem.
La operación se produjo en un momento de creciente violencia en Judea y Samaria (Cisjordania).
El domingo, siete personas resultaron heridas cuando tres palestinos abrieron fuego contra un autobús que transportaba soldados, incluido el conductor civil que resultó gravemente herido. Seis soldados quedaron con heridas que no ponen en peligro la vida. Dos de los agresores fueron capturados y un tercero escapó.
En un ataque separado ese mismo día, cuatro soldados resultaron heridos cuando los palestinos abrieron fuego contra un puesto militar en el centro de Judea y Samaria (Cisjordania).
Las tensiones han aumentado a medida que las fuerzas de seguridad israelíes intensificaron las redadas de arresto en una operación lanzada luego de una ola mortal de ataques terroristas que dejaron 19 muertos a principios de este año, incluido el tiroteo en Tel Aviv.
En redadas nocturnas, las tropas arrestaron a 10 palestinos buscados, dijo el ejército israelí el martes por la mañana.
Los soldados también registraron las casas de los palestinos armados que cometieron el ataque del domingo en el valle del Jordán, en la localidad de Jiftlik. “Las fuerzas localizaron armas y equipo logístico”, dijo la FDI.
El jefe militar Aviv Kohavi criticó el lunes a la Autoridad Palestina por su incapacidad para gobernar áreas en el norte de Judea y Samaria, donde las tropas han sido objeto de disparos repetidamente durante redadas nocturnas, durante la operación de meses de duración destinada a evitar que los terroristas palestinos cometan ataques.
Más de 1.500 sospechosos han sido detenidos desde el inicio de la operación, según Kohavi.
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