Enlace Judío.- Una miembro del Parlamento Europeo fue devuelta en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv el martes y enviada de regreso a su España natal tras intentar ingresar a Israel en una misión diplomática ante la Autoridad Palestina.
Funcionarios israelíes citaron el hecho de que la política Ana Miranda, que representa a la región de Galicia, participó en una flotilla de 2015 que intentó romper el bloqueo de Israel a la Franja de Gaza. La ley israelí prohíbe que los partidarios del movimiento BDS de boicot, desinversión y sanciones ingresen al país y a las representantes estadounidenses Rashida Tlaib e Ilhan Omar se les prohibió visitarlo en 2019.
Politico obtuvo correos electrónicos enviados a principios de este mes por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel que otorgaba permiso para visitar a Miranda.
“Es un conflicto diplomático [y] es intolerable que Israel ejerza control sobre los miembros de una delegación que va a Palestina, no a Israel”, dijo Miranda a Politico.
Roberta Metsola, presidenta del parlamento de la UE, escribió en Twitter que estaba “profundamente decepcionada” por el incidente y “se pondrá en contacto con las autoridades de Israel para aclarar lo sucedido”.
Miranda, miembro del grupo Verdes/Alianza Libre Europea, formó parte de una delegación de ocho legisladores de la UE. Algunos habían planeado visitar Israel, mientras que otros planeaban visitar Judea y Samaria (Cisjordania). Politico informó que los correos electrónicos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel muestran que a otro miembro propuesto de la delegación, Manu Pineda, se le prohibió la entrada por su supuesto apoyo a Hamás, el grupo militante que gobierna Gaza y considerado una organización terrorista por Estados Unidos y la UE. Pineda niega apoyar a Hamás, pero no intentó visitarlo tras el rechazo de su solicitud.
“El respeto por todos los eurodiputados electos y el Parlamento Europeo es esencial para las buenas relaciones entre la UE e Israel”, dijo a Politico Nabila Massrali, portavoz de asuntos exteriores de la Comisión Europea. “Esta decisión es profundamente decepcionante”.
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