El mundo se hermana ante la desgracia. Natalio Hamra, rescatista oriundo de Monterrey

Hace año y medio Natalio Hamra Kamkhaji llegó a esta ciudad para estudiar en el Tecnológico de Monterrey. En una pequeña entrevista para Enlace Judío habló de sus experiencias como estudiante y joven activo en la comunidad además de sus vivencias en Turquía intentando rescatar vidas de los escombros después del terrible terremoto que azotó este país el 6 de febrero.

Quién es Natalio Hamra

Natalio llegó a esta ciudad principalmente por el tema académico sabiendo que la mejor Universidad para cumplir su meta era el Tecnológico de Monterrey. Estudia Ingeniería Química y trabaja en la empresa ALPEC que pertenece al conglomerado ALFA, industria de gran renombre en la ciudad. Por si esto fuera poco, se da tiempo para ayudarnos y hacernos sentir que es parte de lo que aquí se vive.

Organiza los programas en el Colegio Israelita de Monterrey que inició Cadena en la ciudad de México;  Tikun Olam Profesionalizar la ayuda y fomentar la responsabilidad social y humanitaria.  Dicha labor ha sido de gran acogida en nuestro colegio, estamos seguros que ya se ven los frutos de ésta y que con el tiempo y la dirección correcta, los beneficios serán aún mayores.

Hamra pertenece también al programa que ofrece becas a los estudiantes que llegan a la comunidad. En su caso, no con la beca de estudios, pero sí con la casa a la cual llegan los otros jóvenes. Esto le facilita su estancia, por un lado la cercanía que tiene con el club y por el otro, la oportunidad de hacer nuevas amistades.

 Rescatista en Turquía

Natalio Hamra viene de la comunidad Monte Sinai que es totalmente distinta a la nuestra. La colectividad de Monterrey es pequeña y con otras costumbres ya que los integrantes somos principalmente ashkenazim, sin embargo, tal como él dijo;

 —Es una oportunidad conocer otras formas de vivir en cuanto a valores y cercanía con el judaísmo.

Es un honor tenerlo aquí, en Monterrey, cercano a todos, cercano a nuestra comunidad.

Nos cuenta que hace 9 años se tituló en la ONG CADENA en intervenciones humanitarias y se certificó como rescatista. Le ha tocado salir varias veces a realizar estas tareas pero la castástrofe sufrida en Turquía es tal vez la que mayor explosión mediática ha tenido en los últimos tiempos. 

Su grupo se activó de un día para otro sin tiempo de preparación y el viaje fue muy largo.

Cuarenta horas le llevó llegar a Adana Hatay adonde le tocaba realizar el rescate y la búsqueda de sobrevivientes entre los escombros.  El grupo trabajó allí una semana.  Les tocó caminar por carreteras colapsadas para encontrarse con una ciudad en la cual no se veía un solo edificio en pie, un paisje dantesco poco imaginable.

—¿Como los recibieron?  —fue la primera pregunta que me vino a la mente. 

—Era gente agradecida que luchaba por apoyar a todos los grupos que llegaban a la zona, muchos, mineros, pero era muy difícil, no podían controlar la desvastación sufrida.

Nos dijo que ante catástrofes de esta magnitud hay mucho equipo en el sitio, tanto de Turquía como del resto del mundo. La comunidad internacional envió grupos de auxilio inmediatamente. 

—El mundo se hermana ante la desgracia.

—Desgraciadamente —diría yo.

El idioma fue una barrera importante en el trabajo que realizaba su grupo, o mejor dicho, todos los grupos. El turco es difícil y diferente, no hay refrencia en ningún lenguaje y la comunicación es casi imposible. Como ejemplo citó  lo que vivieron en Haiti en el 2021 en donde se habla solo el creolle y adonde aún así se daban a entender por su parecido con el francés.

El grupo trabajaba en turnos de 16 horas debido al frío de -2 o -5 grados bajo cero. 

“Preferimos trabajar de noche ya que todo está calmado, durante el día era un caos.

Solo en Hatay había 1600 edificios colapsados, muy pocos son los que pueden imaginar semejante tragedia. Ver todo eso era un locura”.

Trabajaron con un equipo llamado Sensor Life Locator que funciona con ondas para encontrar movimiento en estructuras colapsadas, es decir, signos vitales. 

“El rescate es lo mas hermoso que hay, sacar a alguien con vida es vivir un milagro”

Más tarde, cuando fueron enviados a Marash, al noreste de Hatay, su grupo decidió utilizar el sensor sólo para búsquedas o para hacer inteligencia de búsqueda, dejando en manos de otros el rescate que puede llevar hasta 40 horas. Lo que se deseaba era utilizar los recursos de la manera más eficaz.  El grupo recorría la ciudad viendo las posibilidad de que hubieran espacios de vida, otras veces ruidos y algunas con avisos o sugerencias de cualquiera que estuviese cerca.

—Hay que saber leer los signo que nos da el Sensor Life Locator. Comunica datos acerca del estado de la persona además que nos dice si hay una o más vidas atrapadas o cuál es el estado del sujeto que necesita ser rescatado.

 

Natalio también habló del tema emocional, un tema muy dificil de abordar. “Dejar a un lado las emociones para lograr un buen trabajo”.

Suena fácil pero no lo es. Cadena ofrece sesiones para descompresión con psicólogos que conocen el tema y ayudan a superar lo visto en tragedias de esta magnitud y, por supuesto, sacar a flote los sentimientos reprimidos para que la integración a la vida cotidiana sea lo mejor posible.

Natalio Hamra no pudo quedarse en la ciudad de México; tuvo que regresar a Monterrey inmediatamente por el tema de sus estudios y su trabajo, sin embargo no habló de la falta que le hicieron las sesiones con psicólogos, sino de algo mucho más importante para él:

Un abrazo de su mamá para sentirse completo.

Mil gracias Natalio por tu trabajo, por poner en alto el nombre del judaísmo, de tu comunidad y de México, ¿y por qué no? El de la nuestra también. Eres bienvenido y repito, es un honor tenerte aquí.


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Thelma Kirsch: