¿Áreas separadas para musulmanes y judíos en el Monte del Templo?

¿Áreas separadas para musulmanes y judíos en el Monte del Templo? El miembro de la Knesset, Amit Halevi, planteó la idea a principios de este mes de reconocer áreas separadas en el Monte del Templo para las dos religiones. El plan de un legislador del Likud para dividir el Monte del Templo entre judíos y musulmanes ha provocado la indignación de los rincones políticos, religiosos y terroristas musulmanes. La verdadera indignación, dicen los activistas del Monte del Templo, es que los judíos no tienen los mismos derechos en el lugar más sagrado del judaísmo, World Israel News.

El miembro de la Knésset, Amit Halevi, planteó la idea a principios de este mes de reconocer áreas separadas en el Monte del Templo para las dos religiones. Señaló que había mucho espacio para judíos y musulmanes: 144 dunams, o 35 acres.

Según el plan de Halevi, los judíos recibirían las partes central y norte, donde una vez estuvieron el Primer y el Segundo Templo (la Cúpula de la Roca chapada en oro ahora se encuentra en el sitio, pero como señaló Halevi, no es una mezquita). Los musulmanes recibirían la parte sur, donde actualmente se encuentra la Mezquita Al-Aqsa.

“Será una declaración histórica, religiosa y nacional, dijo Halevi a  Zman Israel , un sitio de noticias en idioma hebreo. Los musulmanes han creado una narrativa sobre el Monte del Templo y reclaman la propiedad total sobre él, según Halevi. El hecho de que recen allí no convierte a todo el Monte del Templo en un lugar sagrado para los musulmanes”.

 

Yisrael Medad, un activista del Monte del Templo durante más de 50 años, que hizo su primer viaje al sitio en octubre de 1970, le dijo  que el plan de Halevi no está tan lejos.

Es similar a la situación en la Cueva de los Patriarcas de Hebrón, que básicamente funciona según ese principio. Allí, ciertos días están reservados para la oración musulmana y otros días para la oración judía.

Según la propuesta de Amit Halevi, el área reservada para los judíos los dejaría fuera de la vista de los árabes. En otras palabras, es un lugar muy grande y, por lo tanto, se puede dividir muy fácilmente dijo Medad, señalando que él y otros habían propuesto planes provisionales en el pasado para proporcionar áreas para la oración judía sin alterar las sensibilidades musulmanas.

Una idea era cubrir parte de una columnata existente que se extiende a lo largo de 400 metros  a lo largo del muro occidental del Monte del Templo, con plexiglás de espejo unidireccional para que los judíos pudieran entrar y orar sin llamar la atención de los musulmanes. Otro fue convertir un pequeño edificio, ubicado a unos 50 metros  de la Puerta de las Tribus, en una sinagoga. (actualmente se usa como almacén).

“Estoy siendo demasiado comprensivo con la posición musulmana, pero hay al menos tres áreas diferentes donde los judíos podrían ingresar al área del Monte del Templo de una manera muy discreta que no molestaría la sensibilidad musulmana”, dijo Medad.

 

El problema es que los musulmanes tratan todo el Monte del Templo como si fuera de su propiedad. Un acuerdo de 2013 entre la Autoridad Palestina y Jordania no deja piedra sin declarar para los musulmanes, “144 Dunums, que incluyen la Mezquita Qibli de al-Aqsa, la Mezquita de la Cúpula de la Roca y todas sus mezquitas, edificios, muros, patios, anexos áreas sobre y bajo tierra y las propiedades Waqf vinculadas a al-Masjid al-Aqsa, a sus alrededores o a sus peregrinos (en lo sucesivo, ‘Al-Haram Al-Sharif’)”.

Después de todo este acuerdo ha sido mantenido por el gobierno hasta hoy. El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu no es menos culpable de esto. ¿Cómo es posible que hoy en 2023 Jordania todavía controle el Monte del Templo? ¿Cómo es posible que vayamos a consultarles sobre lo que está pasando allí?”.

Va contra la ley. Las autoridades estatales violan las leyes del propio estado, continuó. Hay una Ley Básica: Jerusalén, la Capital de Israel, que prohíbe la transferencia de los territorios de Jerusalén a soberanía extranjera o control extranjero, y esto es exactamente lo que están haciendo en el Monte del Templo.

Dijo Segal, ‘Status quo‘ es un término respetable para la discriminación racial y una política de apartheid hacia los judíos en el Monte del Templo, en el que los musulmanes pueden entrar a través de nueve de las 10 puertas del Monte y para todos los no musulmanes hay una puerta, y en eso, los judíos religiosos son discriminados.

La mayoría de los líderes políticos de Israel, ya sea de derecha o de izquierda, están a favor de mantener el statu quo por temor a desencadenar la violencia árabe. Por ejemplo, cuando el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, visitó el Monte a principios de enero, lo que desató una cascada de críticas de los países árabes, grupos terroristas e incluso la embajada de los EE.UU. exigiendo mantener el statu quo sin cambios en el Monte del Templo.

“Más dramáticamente, Netanyahu, al explicar el fracaso de su gobierno en las elecciones de marzo de 2020, dijo que una de las razones fue su negativa a acceder a la demanda de Ben-Gvir de permitir la oración en el Monte del Templo”.

Sé que prendería fuego a Oriente Medio y provocaría la ira de mil millones de musulmanes contra nosotros. Dije que hay un límite, hay cosas que no estoy dispuesto a hacer para ganar las elecciones, protegeré al Estado de Israel. El problema con el statu quo, dicen los activistas judíos, es que es una calle de sentido único. “Es el statu quo menos estático”, dijo Medad. “Los árabes han cambiado continuamente el statu quo a su favor durante los últimos 50 años”.

El ejemplo más infame de tal cambio fue cuando el Waqf comenzó un proyecto de construcción sin supervisión en 1996, excavando un área en la sección sureste del Monte llamada Establos de Salomón y convirtiéndola en una gran mezquita.

“En 1999, el Waqf construyó una entrada monumental a la nueva mezquita, demoliendo ilegalmente un foso gigante. La mayor parte de las 9.000 toneladas de suelo del proyecto se depositaron sin contemplaciones desde camiones volcadores en el valle de Kidron”.

 

Los arqueólogos israelíes, con la esperanza de convertir los limones en limonada, iniciaron el Proyecto de Tamizado del Monte del Templo en 2004, haciendo descubrimientos en el suelo arqueológicamente rico que data de la Edad del Bronce Medio II (1950-1550 a. C.) hasta el presente. La mayoría de los hallazgos datan del período del Primer Templo (siglo X a. C.).

Los musulmanes niegan que haya arqueología allí, dijo Medad. Hacen girar una versión completamente ilógica y ahistórica de los hechos. Ellos niegan que alguna vez hubo un Templo. Niegan que tengamos derechos históricos. Al mismo tiempo, no hay una palabra en el Corán sobre Jerusalén.

“El mundo entero imita nuestra tradición. Particularmente frustrante para Segal es cómo otras naciones reclaman la historia y la tradición judía. Afirman que son el verdadero Israel, mientras que nosotros despreciamos el lugar más sagrado de nuestra tradición”.

 

En la coronación del mes pasado en Inglaterra, señaló Segal, el rey Carlos fue coronado con aceite de unción elaborado con aceitunas del Monte de los Olivos, prensadas cerca de Belén. Su trono se sentó sobre la Piedra de Scone, que la leyenda remonta a la roca sobre la que Jacob descansó en Beit El. Y en el momento de la coronación de Carlos, sonaba ‘Zadok the Priest’ de Haendel, con letra inspirada en el relato bíblico de la unción de Salomón.

El mundo entero imita nuestra tradición, y nos comportamos como si nuestro país apareciera de la nada y no tuviera pasado ni historia. Los judíos han rezado durante 2000 años, tres veces al día, para volver a este lugar y ahora estamos huyendo de nuestra fe. Me vuelve loco, dijo. “¿Sabes que no hay una sola señal en Jerusalén en hebreo que señale el Monte del Templo? Dirigen a los pasajeros al Muro de los Lamentos o a ‘Al-Aqsa’”.

Verás un cartel del rabinato que dice que está prohibido entrar al Monte del Templo. Es mentira. No existe una ley judía que prohíba las visitas al Monte del Templo. El rabinato también se ejecuta desde el lugar sagrado.

“A pesar de los obstáculos, Segal es optimista, apuntando a las estadísticas. En 2009, 5.000 judíos subieron al Monte del Templo. En 2022, 50.000 judíos subieron, 10 veces más”.

 

Segal dijo que estos todavía no son los números que le gustaría ver. Parte del problema, dijo, son las limitaciones impuestas a los judíos. Es una prueba subir allí. Los horarios son inconvenientes. Si vengo con kipá, el estado me restringe de mil maneras, y aunque vaya, está bajo constante amenaza de arresto por cualquier desviación del camino, ya sea demasiado rápido o demasiado lento. Es como ser un recluta del ejército.

No es de extrañar que la gente no esté tan ansiosa por subir. Es desagradable sentirse como si estuvieras en el exilio, como si el dominio otomano hubiera regresado.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudío