Las primeras judías en Canadá y Australia

Enlace Judío / Efraim Palvanov – Esther Abrahams (c. 1767-1846) nació en Londres, Inglaterra, en el seno de una familia judía pobre. Siendo una adolescente embarazada con dificultades, fue detenida por hurto y condenada a siete años en la nueva colonia penal de Australia. Dos meses después, Esther y su bebé estaban a bordo de la Primera Flota: 11 barcos de colonos, colonos y prisioneros rumbo a Australia. Llegó a Sydney en enero de 1788, convirtiéndose en la primera judía del continente. Durante el viaje conoció a un oficial británico llamado George Johnston, y ambos se enamoraron. Se casaron y tuvieron siete hijos. En 1808, su marido lideró la Rebelión del Ron para derrocar al gobernador británico local. Johnston se convirtió en el nuevo teniente-gobernador de la colonia. Mientras él se ausentaba durante cuatro años para defenderse de las acusaciones de amotinamiento, Esther dirigió su vasta hacienda y sus operaciones comerciales. Entre sus descendientes se cuentan varios notables líderes militares y políticos australianos.

Al otro lado del mundo, otra Esther fue la primera judía que pisó Canadá. Esther Brandeau (n. 1718) nació cerca de Bayona (Francia). Para huir de la intensa persecución antisemita que sufría Francia en aquella época, se disfrazó de católica y fue contratada como marinera para un viaje a la colonia francesa de Quebec. Al final descubrieron su verdadera identidad y la detuvieron. Los judíos tenían prohibido establecerse en el Quebec católico de la época, y sus desesperadas peticiones de refugio fueron rechazadas. Se le dio la opción de convertirse o ser expulsada. Brandeau eligió esta última opción y la enviaron de vuelta a Francia. Se desconoce qué le ocurrió después. Su historia ha inspirado al menos tres novelas y una obra de teatro.

Fuente: Jew of the Week

Sefora: Séfora es una mujer adulta con corazón de niña, cree fuertemente en que el único sentido del hombre es ético y como tal tiene una misión en la vida. Quiere recuperar una tradición perdida y agradece a Dios todos los días haber nacido como mujer. Le gustaría llegar a ser excelente ama de casa un día. Recuerda que la raíz de su nombre es hebrea (Tzipora) y quiere decir pájaro, símbolo de la libertad; para ella, el bien más preciado. Ve en el judaísmo una fuente de vida muy valiosa y se acerca a rabinos, escritores y personajes judíos para interpretar su mundo. Busca traducir palabras bellas para que más personas puedan encontrase en este mar.