La ciudad británica donde nació la teoría del libelo de sangre antisemita podría tener un centro de herencia judía

(JTA) — Cuando el alcalde de la ciudad británica de Norwich se disculpó la primavera pasada por el histórico asalto a los judíos locales que tuvo lugar hace casi 900 años, fue aclamado como un gran paso. Ahora la ciudad podría ir aún más lejos, cediendo su edificio más antiguo que no es una iglesia a la comunidad judía local.

PHILISSA CRAMER

Norwich está alentando a los líderes judíos locales a solicitar el contrato de arrendamiento de la Casa de Jurnet, la estructura del siglo XII que originalmente fue el hogar de Isaac Jurnet, un prestamista judío. La casa se cerró en 2020 debido al moho, pero la ciudad la había utilizado anteriormente como espacio educativo con un bar en la bóveda medieval; su arrendamiento estará disponible nuevamente el próximo año.

Asumiendo que la gestión del edificio podría ser costosa porque ha sufrido daños por agua, dijo Marian Prinsely, líder tanto en la ciudad como en su sinagoga, en una entrevista con el Jewish Chronicle. “Es el edificio secular más antiguo de Norwich”, dijo. “Necesitará mucha restauración”.

Pero ella y otros en la comunidad judía, junto con historiadores de la Universidad de East Anglia, ubicada en Norwich, dicen que el gasto asociado con la transformación de la Casa de Jurnet en un “centro de herencia judía” está justificado debido a la historia de antisemitismo de Norwich.

Fue en Norwich, en 1144, donde tuvo lugar el primer caso conocido de libelo de sangre. La mentira antisemita de que los judíos locales mataron a niños cristianos para usar su sangre con fines rituales ha perdurado desde entonces, provocando masacres y pogromos en Europa e infundiendo teorías de conspiración contemporáneas, incluido QAnon.

Norwich también fue el sitio de una masacre de judíos locales en 1190 que recibió renovada atención en las últimas décadas después de que se desenterraran los huesos de 17 víctimas durante un proyecto de construcción. En 2013, los huesos recibieron un entierro judío, y el año pasado, el análisis del ADN extraído de ellos ofreció nuevos conocimientos sobre la variación genética judía.

“No lo queremos solo como museo”, dijo Prinsely al Jewish Chronicle sobre la oferta de la comunidad por la Casa de Jurnet. “También podría albergar un instituto para el estudio del antisemitismo. Estar en el hogar del primer libelo de sangre le da más credibilidad”.