Después de cuatro años, finaliza el mandato de Sven Kuhn von Burgsdorff como jefe de la Delegación de la Unión Europea en Cisjordania y Gaza. Su mandato estuvo marcado por el enfoque a menudo de disculpa de la UE hacia la incitación y el extremismo de las ONG, y su aceptación de las organizaciones palestinas que apoyan la violencia o promueven el discurso de odio. Publicado por The Jerusalem Post.
Sin duda, la UE tiene un amplio arsenal de políticas contra el discurso de odio, que se ha incrementado en los últimos años. En mayo de 2023, el Parlamento Europeo adoptó una resolución presupuestaria en la que instaba a la Comisión Europea a crear una “lista negra pública de ONG excluidas del acceso a los fondos e instituciones de la UE” si “participaban en actividades como incitación al odio, incitación al terrorismo, extremismo o malversación de fondos de la UE”.
Anteriormente, en 2019, la Comisión Europea introdujo una regulación antiterrorista adicional en su contrato con las ONG.
En el contexto del odio antijudío, en enero de 2021, la Comisión Europea publicó un Manual para el uso práctico de la Definición práctica de antisemitismo de la IHRA, instando a las instituciones a “garantizar que la financiación no se destine a entidades y proyectos que promuevan el antisemitismo u otras formas de odio”.
Sin embargo, una revisión del historial de von Burgsdorff revela hasta qué punto hizo alarde de las numerosas directrices de la UE sobre la marginación de los extremistas.
En 2019, ante la intensa oposición de las ONG palestinas a regulaciones antiterroristas más estrictas, von Burgsdorff aseguró a la Red de Organizaciones No Gubernamentales Palestinas (PNGO, por sus siglas en inglés), una organización que agrupa a más de 135 organizaciones palestinas, que los palestinos que “se afiliaron a, simpatizaron con o apoyaron a” organizaciones designadas terroristas por la UE, “no están excluidos de beneficiarse de actividades financiadas por la UE, a menos que su nombre y apellido exactos” aparezcan en la lista de agentes terroristas de la UE.
Si bien este acto provocó una gestión israelí, no está claro qué medidas, si las hubo, tomó Bruselas para garantizar que sus políticas antiterroristas se implementaran de manera efectiva en la región.
En febrero de 2022, von Burgsdorff participó en una conferencia financiada por la UE convocada por PNGO que incluyó un taller “centrado en las estrategias y los mecanismos necesarios para combatir las políticas, regulaciones y políticas antiterroristas (sic)”.
Estos incidentes no representan un fenómeno aislado sino que revelan una tendencia más amplia de la UE a ignorar sus propias políticas cuando se trata de ONG palestinas. Una revisión de la reciente financiación de la UE subraya cómo el discurso de odio contra Israel aparentemente está exento de las directrices de la UE.
En 2023, la UE proporcionará 330.000 euros a 7amleh, una ONG con sede en Haifa que afirma promover los “derechos digitales” palestinos. Detrás de esta fachada, 7amleh y sus socios han capacitado a organizaciones palestinas en lo que denominan “gestión de riesgos y reputación y lucha contra campañas de difamación”.
En particular, en 2021, 7amleh criticó a Israel por incitación, refiriéndose a un discurso que insistía en “expresar apoyo a los actos terroristas”, y escribió que “la definición amplia de incitación ha intimidado históricamente a muchos usuarios palestinos para que guarden silencio”.
7amleh también se asocia con ONG vinculadas a la organización designada terrorista por la UE, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (PFLP). Esto incluye Addameer (asociación de derechos humanos y apoyo a los presos) y Al-Haq (ONG de derechos humanos con sede en Ramallah), que cofundó conjuntamente la Coalición Palestina de Derechos Digitales y otras.
Los miembros de la junta y los funcionarios de todos estos grupos han justificado repetidamente la violencia contra los civiles israelíes y han elogiado a los terroristas palestinos.
Un ejemplo sorprendente es Ahmad Qadi, funcionario de monitoreo y documentación de 7amleh, quien en una publicación de Facebook del 4 de enero de 2015, compartió imágenes de un asalto a una sinagoga de Jerusalén en noviembre de 2014 en el que cinco israelíes fueron asesinados.
Personal de 7amleh celebrando la muerte de judíos
Qadi escribió: “He estado deseando imágenes como estas durante un tiempo… #profundamente_emocionantes”, y etiquetó a los asesinos como “héroes”.
Además de los 520 000 € proporcionados por la UE a 7amleh desde 2022, desde 2018 ha proporcionado aproximadamente 1,1 millones de € a proyectos que involucran a Al-Haq o PCHR.
En mayo de 2023, cuando las organizaciones terroristas palestinas lanzaron más de 1200 cohetes hacia Israel, cada uno de ellos un crimen de guerra, otra organización afiliada al FPLP, el Centro Palestino de Derechos Humanos (PCHR) publicó una declaración en la que animaba al “pueblo palestino a resistir la ocupación por todos los medios disponibles, incluida la lucha armada”.
Este texto fue enmendado bajo presión de la UE y otros donantes.
En una entrevista dos días después de que siete civiles israelíes fueran asesinados por un pistolero palestino frente a una sinagoga de Jerusalén en enero de 2023, Mkhaimar Abusada, vicepresidente de la junta directiva de PCHR, dijo que no se impide a los palestinos “vengarse de las masacres que están ocurriendo en Palestina”. Agregó: “La llama de la resistencia palestina no terminará, sino que continuará mientras haya ocupación, asentamiento y judaización”.
Los miembros de Al-Haq han usado una retórica similar. Por ejemplo, el 21 de junio de 2023, el investigador legal y oficial de defensa de la ONG, Aseel Al-Bajeh, compartió fotografías de palestinos eliminados por Israel, incluidos terroristas de Hamás que asesinaron a cuatro civiles israelíes en un tiroteo el 20 de junio, escribiendo “Derramar sangre palestina y ¡destruir [sic] familias y futuros enteros es sionismo!”.
Estos ejemplos demuestran claramente cuán frecuente es el discurso de odio y la glorificación del terror dentro de la comunidad de ONG palestinas que continúa disfrutando de un amplio apoyo de la UE.
Si la UE realmente quiere desempeñar un papel constructivo en el conflicto israelí-palestino, debe asegurarse de que no se abuse de su objetivo de “apoyar a la sociedad civil” para proteger a las ONG palestinas. La UE y sus representantes diplomáticos deben implementar sus políticas antiterroristas y contra la incitación al odio sin excepción.
Olga Deutsch es la vicepresidenta de NGO Monitor. Yona Schiffmiller es directora de investigación en NGO Monitor.
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