¿Qué tienen en común Rosh Hashaná y el bagel?

¿Sabías que los deliciosos bagels tienen su origen en la jalá redonda que se come en Rosh Hashaná?

No siempre los bagels fueron la elección natural para untarles queso crema y una rebanada de salmón; alguna vez, fueron un regalo para las mujeres después del parto

Regalarle un panecillo a una mujer que acaba de dar a luz puede parecer una elección extraña.

Aún así, muchos historiadores dicen que los bagels se inventaron en la comunidad judía de Cracovia, Polonia, a principios del siglo XVII.

Su forma circular hace eco del pan redondo que se come en el año nuevo judío, Rosh Hashaná, y se llama en hebreo “jalá agulá”.

En la tradición judía, disfrutar de panes redondos en esta fecha trae buena suerte, expresando la esperanza de que, en el año por venir, lleguen bendiciones infinitas.

Del mismo modo, en Cracovia hace siglos, un panecillo redondo significaba el círculo de la vida y la longevidad para el niño.

Además del simbolismo de la forma redonda, se creía que el pan traía buena suerte a la mujer embarazada o a la partera, al alejar a los espíritus malignos.

Algunas mujeres embarazadas incluso llevaban bagels en collares como protección, o se aseguraban de que hubiera bagels en la habitación donde daban a luz.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío

Enlace Judío México: