Grant Shapps ha sido anunciado como el nuevo secretario de Defensa del Reino Unido, mientras el primer ministro lleva a cabo una pequeña reorganización en la cúpula del gobierno.
El nombramiento se produce después de que el anterior secretario de Defensa Ben Wallace revelara el mes pasado que dejaría el cargo la próxima vez que Rishi Sunak hiciera cambios en su gabinete, además de renunciar como diputado en las próximas elecciones, tras un intento fallido de convertirse en secretario general de la OTAN.
Shapps se había desempeñado como secretario de seguridad energética y cero emisiones netas antes de su ascenso al Ministerio de Defensa.
Veterano miembro conservador del parlamento, ocupó otros cargos a nivel de gabinete bajo una serie de primeros ministros.
El nuevo puesto será el quinto que ocupa en el gabinete en un año: fue secretario de Transporte durante el gobierno de Boris Johnson, y durante un breve período como secretario del Interior bajo la ex primera ministra Liz Truss, antes de ser nombrado secretario de Negocios cuando Sunak asumió el cargo por primera vez.
Shapps es el primer secretario de Defensa judío del gobierno desde Malcolm Rifkind, quien ocupó el cargo entre 1992 y 1995.
De 54 años y de padres judíos, nació en el condado de Hertfordshire, en el sur de Inglaterra. Más tarde pasó de dirigir una rama del movimiento juvenil judío BBYO, antes conocido como B’nai B’rith Youth Organization, para estudiantes adolescentes, a estudiar negocios en una universidad de Manchester.
En 2005, se abrió camino hacia el parlamento ganando el escaño en el distrito Welwyn Hatfield de Hertfordshire.
En una entrevista con el Jewish Chronicle, con sede en Londres, en 2010, habló de su identidad judía, su observancia religiosa y sus pensamientos sobre Israel.
“No como carne de cerdo, sólo compramos carne kosher y no mezclamos carne y leche. Me gusta ser judío y me casé con una chica judía. Es como una forma de vida y es bueno poder inculcar algo de esa sensación de ser en tus hijos”, dijo. “Todo eso me hace parecer bastante observante, pero la otra cara de la moneda es que no sé si existe un Dios o no. De lo que estoy absolutamente seguro es que a Dios no le importaría si fueras judío, cristiano o musulmán”.
Shapps cree que Israel tiene derecho a existir pero que el país “podría tener políticas más progresistas”, y que es “absolutamente inevitable que los palestinos tengan su propio Estado”.
Aseguró que continuaría adoptando la línea dura de su predecesor ante la invasión rusa de Ucrania. Hace poco más de un año, Shapps y su esposa Belinda acogieron a una familia ucraniana que huía de la guerra, “inspirados en que nuestras familias fueron expulsadas por pogromos hace tres generaciones en Europa del Este”, dijo al U.K. Jewish News.
Su interés por la política y su comprensión de cómo funciona se remonta a su liderazgo en BBYO, que tiene su sede central en Washington y sucursales para adolescentes judíos en varios países.
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