“Los judíos han sido migrantes ejemplares”: Marcela Celorio, Cónsul de México en Los Ángeles

Después de 30 años de una carrera diplomática fascinante, ha sido un privilegio para Marcela Celorio, hoy Cónsul de México en Los Ángeles,  representar a México en diversos foros, negociaciones bilaterales y multilaterales en diversas áreas que van desde los temas políticos hasta los culturales.

Lo mismo la oportunidad de servir a los mexicanos empezando en su propio país, así como también en el Medio Oriente, Europa y principalmente en Estados Unidos, en las ciudades de Washington, DC, Nueva York, San Diego, y Los Ángeles.

Con base en tantos años de aprendizajes y experiencias a lo largo de ese camino en la diplomacia, Marcela Celorio se comprometió con la parte más sensible y humana de su trabajo que se relaciona con la asistencia consular y protección a los migrantes. Al mismo tiempo, se dio cuenta que hay mucho trabajo por hacer todavía y que abordar el fenómeno migratorio desde una perspectiva asistencialista y proteccionista, solo lo resuelve de manera inmediata y parcial, y no va a la raíz del problema.

En este contexto, Celorio tomó la decisión de apoyar, no solo a los mexicanos, sino a todos los migrantes que residen en Estados Unidos, en particular, a aquellos provenientes de América Latina.

Para obtener resultados distintos, y colocar a los migrantes como protagonistas de su propia historia, Marcela Celorio piensa que es necesario dejar a un lado ideas como la de los ¨pobrecitos migrantes¨, y tampoco concentrarse en explotar sus circunstancias de vulnerabilidad.

Por el contrario, la mayoría de ellos son personas dignas, fuertes, audaces, valientes, generosas, creativas, trabajadoras y talentosas que han enfrentado situaciones difíciles, incluso arriesgando la vida, por llegar a Estados Unidos, un país de oportunidades.

En este contexto, la Fundación Polidore con sede en Miami -puerta de entrada hacia América Latina- tiene como objetivo apoyar a los migrantes a ir más allá, es decir, a identificar, explorar, desarrollar y alcanzar su potencial. No es tan fuerte ni tan contundente en relación a su presencia demográfica.

“Un gran ejemplo de ello, es la comunidad judía” dice Marcela Celorio, poniendo a los judíos del mundo como ejemplo de fortaleza y resiliencia.

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