Históricamente, los orígenes de Halloween se remontan a los ritos paganos idólatras de las antiguas civilizaciones celtas y druidas.
El año celta terminaba el 31 de octubre y luego celebraban un festival conjunto dedicado al dios del sol y al señor de los muertos.
Halloween se originó como una fiesta de los druidas en la temporada de cosecha, en la que se encendían grandes hogueras para alejar a los espíritus malignos. Incluso algunos historiadores afirman que, Halloween también estuvo asociado con salvajes sacrificios humanos. Los celtas creían que Halloween era un buen día para revisar el futuro mediante prácticas mágicas.
Halloween se celebraba en Gran Bretaña, incluso antes de que existiera el cristianismo. Más adelante, cuando los romanos conquistaron Gran Bretaña le añadieron el culto a Pomona, la “diosa de las frutas y los árboles”, porque se trataba de una fiesta de la cosecha.
Halloween glorifica conceptos relacionados con fuerzas demoníacas, lugares encantados, brujas, fantasmas, duendes y prácticas ocultas en general.
Posteriormente la Iglesia se apropió de esta festividad. De hecho, el nombre “Halloween” significa “noche sagrada” o “noche santa” y está relacionado con el Día de Todos los Santos.
Por lo que ésta es la víspera de una de las fiestas más importantes del calendario de la Iglesia, observada solemnemente por los católicos romanos, anglicanos y luteranos. Además, también están involucrados en esta fiesta muchos conceptos paganos y cristianos.
Este dia es dedicado a recordar a los muertos, incluidos los santos, los mártires y todos los creyentes fieles difuntos. Por lo que, Halloween tiene muchos elementos que son contrarios a los valores judíos.
El judaísmo celebra la vida, no la muerte. Por lo tanto, debemos servir a Di-s con alegría y no con horror.
Entonces claramente vemos que Halloween es una festividad con un fuerte trasfondo religioso y un carácter ajeno a nuestra religión.
Por lo que no hay nada en Halloween que tenga que ver con los judíos, ya que todos sus aspectos están prohibidos por la ley judía.
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