El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas adoptó el viernes una resolución que exige a Israel rendir cuentas por lo que denomina como posibles crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en la Franja de Gaza, informó The Times of Israel.
La resolución fue aprobada con 28 votos a favor, 6 en contra y 13 abstenciones. Esta es la primera vez que el principal organismo de derechos humanos de la ONU adopta una posición sobre la guerra de Israel contra Hamás.
Meirav Eilon Shajar, embajadora de Israel ante la ONU en Ginebra, calificó la resolución como “una mancha para el Consejo de Derechos Humanos y la ONU en conjunto”.
Acusó al Consejo de Derechos Humanos de haber “abandonado al pueblo de Israel y defendido a Hamás durante mucho tiempo”.
El texto, redactado enérgicamente, pide a los países “cesar la venta, transferencia y envío de armas, municiones y otros equipos militares a Israel… a fin de evitar nuevas violaciones del derecho internacional humanitario y abusos de los derechos humanos”.
Destaca que la Corte Internacional de Justicia dictaminó en enero “que existe un riesgo plausible de genocidio” en Gaza. Los abogados de Israel negaron las acusaciones de que las FDI causan deliberadamente sufrimiento humanitario en la Franja de Gaza y destacaron los esfuerzos de Israel para proteger a los civiles, al tiempo que señalaron la dificultad de evitar muertes mientras los terroristas de Hamás se incrustan en áreas civiles.
La resolución del viernes, presentada por Pakistán en nombre de todos los países miembros de la Organización de Cooperación Islámica excepto Albania, pide además un “cese al fuego inmediato, así como acceso y asistencia humanitaria de emergencia inmediata”.
“Necesitamos que todos despierten y detengan este genocidio, un genocidio televisado en todo el mundo”, dijo al consejo el embajador de la Organización para la Liberación de Palestina, Ibrahim Mohammad Khraishi, antes de la votación.
Mientras tanto, Shajar dijo a los miembros del consejo: “Según la resolución que hoy tienen ante ustedes, Israel no tiene derecho de proteger a su pueblo, mientras que Hamás tiene todo el derecho de asesinar y torturar a israelíes inocentes”.
“Un voto [por] el ‘Sí’ es un voto por Hamás“, enfatizó.
Estados Unidos, atendió el llamado de Israel de votar en contra, al igual que Alemania, Argentina, Bulgaria, Malawi y Paraguay.
La embajadora de Estados Unidos, Michele Taylor, coincidió en que “demasiados civiles han muerto en este conflicto y que cada muerte de civiles es una tragedia”, y dijo que “Israel no ha hecho lo suficiente para mitigar el daño a los civiles”.
Sin embargo, enfatizó que Washington no puede apoyar el texto, que contiene muchos “elementos problemáticos”, incluido el hecho de que no condena específicamente a Hamás y su masacre del 7 de octubre.
La votación del viernes se produce tras la aprobación de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para un cese al fuego en Gaza, en la que Estados Unidos no ejerció su derecho de veto y optó por abstenerse.
Si bien la resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU no menciona a Hamás, condena el lanzamiento de cohetes contra zonas civiles israelíes y exige la liberación inmediata de todos los rehenes restantes.
Nombra a Israel en repetidas ocasiones, exigiendo poner fin a su gobierno militar en todos los territorios palestinos y “levantar inmediatamente su bloqueo a la Franja de Gaza y todas las demás formas de castigo colectivo”.
Aunque se eliminaron varias referencias al genocidio, el texto expresa “grave preocupación por las declaraciones de funcionarios israelíes que equivalen a incitación al genocidio” e insta a los países a “impedir el continuo traslado forzoso de palestinos dentro y desde Gaza“.
La resolución advierte en particular “contra cualquier operación militar a gran escala en la ciudad de Rafah” en el sur de la densamente poblada Franja de Gaza, donde se refugian más de un millón de civiles, advirtiendo de “consecuencias humanitarias devastadoras”.
Funcionarios israelíes afirman que una ofensiva en Rafah es necesaria para eliminar los batallones restantes de Hamás, asegurando que los civiles serán evacuados de la ciudad antes de que comience la operación.
La resolución también condena “el uso del hambre de civiles como método de guerra en Gaza“, donde la ONU ha advertido que la hambruna se avecina.
Israel dice que la difícil situación humanitaria en Gaza se debe a la incapacidad de las agencias de ayuda de distribuir suministros, mientras Hamás y grupos armados han saqueado camiones que ingresan a Gaza. Las agencias afirman que su trabajo se ha complicado en medio de los combates y la falta de seguridad para los convoyes de ayuda.
El texto del Consejo de Derechos Humanos de la ONU insiste en el “imperativo de rendir de cuentas de manera creíble, oportuna y completa por todas las violaciones del derecho internacional” en la Franja de Gaza.
Pide a investigadores de crímenes de guerra de la ONU, a cargo de investigar los derechos en los territorios palestinos incluso antes del 7 de octubre, indagar sobre la “transferencia o venta directa e indirecta de armas, municiones, piezas, componentes y artículos de doble uso a Israel… y “analizar las consecuencias jurídicas de estas transferencias”.
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