‘Tú tendrás a mis hijos’: Israelí liberada dice que uno de los terroristas quería casarse con ella

Noga Weiss, de 18 años, secuestrada en su casa en el Kibutz Be’eri el 7 de octubre y mantenida en cautiverio durante 50 días, dijo que uno de sus captores quería casarse con ella, informó Haaretz.

“Me llamó el día 14 y me quedé con él hasta el día 50”, dijo durante una entrevista con el Canal 12. “Me dijo: Todos serán liberados, pero tú te quedarás. Te quedarás conmigo y tendrás a mis hijos”.

Weiss, quien perdió a su padre Ilán en la masacre de Hamás, dijo que fue separada de su madre durante su secuestro y pensó que estaba muerta. Unos días después, se reunió con su madre porque su captor quería pedirle su mano en matrimonio.

“Uno de los miembros de Hamás dijo que me ama, que quiere casarse conmigo y me trajo a mi madre para que aprobara nuestro matrimonio. Entró una mujer vestida de árabe y me di cuenta que es mi madre. Pensé que la habían matado, pensé que estaba sola. De pronto ella está viva y yo ya no estoy sola”.

Weiss y su madre fueron liberadas en un acuerdo el 25 de noviembre. En su entrevista con el Canal 12, habló de su secuestro en el Kibutz Be’eri: “Comenzaron a disparar a la puerta, unos 40 tiros hasta que lograron entrar, Vimos los mensajes por WhatsApp y entendimos lo que estaba pasando. La gente escribió que su casa estaba en llamas y dejó de contestar”.

“Mamá me dijo que me metiera debajo de la cama y pensó: ‘Que vengan y le disparen de inmediato’, dijo. Me metí debajo de la cama, vinieron y la secuestraron, después de que se la llevaron, escuché disparos, pensé que la habían matado”, dijo Weiss.

Ella intentó correr y se escondió de los terroristas, pero uno de ellos la vio, la sacó al patio y la sentó allí. “Alrededor de 40 terroristas estaban a mi alrededor con Kalashnikov [rifles], me esposaron; vi cadáveres de personas que conozco del kibutz. Después de unos minutos, me metieron en un auto y me llevaron”.

Dijo que miles de personas, incluidos niños, aplaudieron cuando el vehículo entró en Gaza e intentaron golpearla. “No entendía por qué tardaban en dispararme”.

Weiss estuvo cautiva con Moran Stella Yanai. Dijo que en su segunda noche en Gaza, una bomba la despertó cuando la ventana cerca de donde dormía se rompió y la hirió.

Las trasladaban por la noche con un hijab: “Los hamásniks nos tomaban de la mano para que la gente pensara que estábamos casados, para que no hubiera nada sospechoso. Trajeron cartas para jugar y les dije, bueno, jugaré con ellos, haré lo que quieran, siempre y cuando no disparen”.

“Su estado de ánimo cambiaba muy rápido. Un minuto jugaban con nosotros y se reían, un segundo después venían con una pistola. Siempre había que complacerlos”, añadió Weiss.

“Nos decían que Israel es de ellos, que ocuparon la casa. Uno dijo que era maestro de escuela primaria, y solo habló de que los echamos de su casa y de lo mal que estaba”.

“No puedo asimilar lo que pasamos, ni entonces ni ahora. La gente no entiende la sensación de miedo. Estuve 50 días, 24 horas al día, 7 días a la semana, pensando que se cansarían y vendrían a dispararme, o me matarían. No me necesitarían al final. Digamos que por la noche nos encierran en la habitación, entonces abren la puerta en medio de la noche y nos disparan sin que lo sepamos”.

Dijo que mientras haya rehenes en Gaza, no podrá llorar por su padre. “Están allí un tiempo indescriptible. En un momento dado, nos trajeron medio litro de agua para dos días. No tiene sentido. No se puede sobrevivir así 200 días”.

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