Varias circunstancias conducen hoy a nuestro país a graves aprietos económicos y financieros.
Los últimos quince meses de tensión y actividad bélica alejaron de alguna actividad productiva a buena parte de la población.
Circunstancia a la que se suma un elevado gasto en las operaciones y equipo militar que debe ser reconstruido constantemente debido a las amplias acciones en el Líbano y en Gaza.
Un abrumador escenario que ya tiene ingrata traducción en el presupuesto familiar y en el ascendente costo de los servicios públicos.
Sin embargo, no pocos observadores y comentaristas coinciden en señalar que esta inquietante situación se ve hoy agravada por el errado liderazgo de un Ministro de Finanzas – Bezalel Smotrich – que apenas tiene conocimiento elemental de las complejas materias a su cargo.
Su ignorancia de idiomas, inglés y europeos, acentúa sus limitaciones que podría restringir con el lúcido asesoramiento por parte de inteligentes economistas.
Sin embargo, su particular orientación ideológica en favor de la apropiación de territorios palestinos, Judea y Samaria en la terminología israelí, y el despido del personal técnico que en otras circunstancias acertaron en el asesoramiento ministerial acentúan sus errores en la materia.
El progresivo endeudamiento doméstico y empresarial, el masivo desempleo que se verá acentuado con el retorno de los hoy militarmente
movilizados, los errores en la orientación de las inversiones públicas, la creciente emigración hacia Estados Unidos y países europeos: un inquietante devenir nacional que el ministro Smotrich apenas puede descifrar y positivamente resolver.
A estas estas deshilvanadas acciones de Bezalel Smotrich cabe sumar su torcida actitud respecto a los rehenes israelíes en Gaza.
Desde el trágico 7 de octubre, se opone a cualquier negociación susceptible de rescatar o devolver los rehenes que aún están en los brazos del Hamás.
Con esta actitud pretende crear condiciones para colonizar las tierras de Gaza, intento que Ariel Sharón deshizo en los inicios del siglo.
Cabe recordar que entre los ciudadanos entonces desalojados de la Franja se encontraba el joven Smotrich.
Cabe esperar que el gobierno israelí acertará a superar estas torcidas actitudes y que pronto veremos el retorno de los 98 israelíes, vivos y
muertos, que aún están en brazos de Hamás.
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