8 de marzo, Día Internacional de la Mujer/ Ciencia y Tecnología ¿Exclusión de Género?

RODICA RADIAN GORDON, EMBAJADORA DE ISRAEL EN MÉXICO

Esta semana conmemoramos el centenario del Día Internacional de la Mujer, que marca los logros  en la lucha por los derechos de las mujeres. Es cierto que  muchos países han progresado tanto en aumentar la conciencia a la (des)igualdad de género y la necesidad de combatir la violencia en contra de las mujeres, como en el empeño por el mejoramiento y fortalecimiento de su condición. Sin embargo, las mujeres siguen siendo una “minoría” en lo que concierne a su derecho a la igualdad, así como también a su representación y participación en puestos claves, en los que se lleva a cabo el proceso de toma de decisiones. Esto es relevante en  todas las esferas de la vida pública.

A principios del siglo XX, el derecho básico de voto de las mujeres no era considerado. En las últimas décadas, cada vez más Estados, en todos los continentes, son gobernados por mujeres. No obstante,  las mujeres no están representadas de acuerdo a su porcentaje real en la población, ni en la mayoría de parlamentos y gobiernos, así como no lo están en los más altos niveles de la economía en general ni en corporaciones que la lideran. Pero mientras que en algunas esferas la noción de su representación y participación ha llegado a ser un “deber” obvio, es necesario invertir más esfuerzo para no rendirnos ante el status-quo. El propósito será entonces  ampliar la  igualdad de oportunidades para que las mujeres puedan desarrollar y expresar su potencial usando instrumentos efectivos generadores de un cambio real.

La Ciencia y la Tecnología (C&T) han sido identificadas como fundamentales en el desarrollo  económico y social tanto para los hombres como para las mujeres. Sin embargo, estas últimas, junto con las niñas enfrentan varios obstáculos derivados de su condición de género en términos de su falta de oportunidad para ingresar igualitariamente a la participación en la educación de C&T. Estas dificultades se ven reflejadas en su imposibilidad de tomar parte activa en la definición e implementación de la  investigación, así como en sus oportunidades para beneficiarse plenamente  de los resultados del conocimiento y de la innovación. Cabe mencionar,  que la  Comisión del Status de la Mujer de la ONU incorporó como tema prioritario para 2011,  la participación  de las mujeres y las niñas en educación, formación y entrenamiento en ciencia y tecnología.

Desde la Primera Conferencia Mundial Sobre la Mujer, llevada a cabo en México en 1975, y repetidamente a lo largo de los años, se ha demostrado que los  esfuerzos deben realizarse  en la  más alta esfera del  quehacer político, con el fin de  enfrentar  la  desigualdad de género dentro y  a través de C&T. Por lo tanto, los gobiernos y las corporaciones privadas, así como las  organizaciones no-lucrativas, deben trabajar en conjunto para apoyar el acceso de niñas al C&T en  la educación primaria y secundaria, ya que este es el nivel que a largo plazo  incrementará el número de mujeres estudiando estas materias en instituciones  de educación superior. Asimismo, dicho acceso garantizará su incorporación a la fuerza laboral en los sectores relacionados a C&T. Paralelamente, todas las instancias mencionadas deben asegurar el acceso igualitario de las mujeres en la industria tecnológica. En este espíritu, una conferencia Internacional para Mujeres líderes  en “Ciencia, Tecnología e Innovación – Educación y Entrenamiento para Mujeres  y Niñas” se llevará  a cabo en Israel (Mayo 2011), bajo los auspicios  de la UNESCO y del Gobierno Israelí. Su resultado, estoy convencida, proveerá de oportunidades para avanzar de manera sustantiva hacia  la igualdad de género.

EXCELSIOR

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