Investigadores alertan contra uso “perverso” en política de terminología nazi

Zaragoza, 2 jun (EFE).- Investigadores que han participado en un congreso internacional sobre la utilización de la palabra “holocausto”, como metáfora de los diversos conflictos ocurridos en el siglo XX, han alertado contra el uso “perverso” de la terminología nazi en política y en historiografía.

Así lo han asegurado, en sendas entrevistas concedidas a Efe, el director del Centro de Estudios del Holocausto y Genocidio de la Universidad de Minnesota, Alejandro Baer, y el profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Trent (Canadá), Antonio Cazorla, quienes han intervenido en un congreso celebrado en Zaragoza.

El profesor Baer considera que la popularidad del término “holocausto” y su condición de paradigma de la violencia ha propiciado que otros grupos y colectivos la utilicen para referirse a sus propias experiencias como víctimas de diversos conflictos.

A su juicio, “la fuerza simbólica que tiene el holocausto en nuestra cultura es de tal magnitud que explica que en otros contextos muy distintos, no necesariamente de genocidio, que implican el asesinato de civiles, se incorpore esta terminología, sin pensar en las consecuencias derivadas de su aplicación”.

La intencionalidad política en la utilización de esta terminología en la actualidad se deriva del interés de determinados grupos de asumir la identidad de “víctima absoluta” y de convertir al adversario en un “verdugo absoluto”, agrega.

Esta instrumentalización la percibe el investigador en el actual contexto político español en manifestaciones hechas por responsables del Partido Popular para definir como “nazis” determinadas prácticas de grupos sociales que podrían ser cuestionables.

Esto conlleva en su opinión no sólo una “banalización” de lo que supuso el genocidio del pueblo judío sino una intencionalidad “perversa” dirigida a deslegitimar al adversario, por lo que considera necesario que los políticos actúen con prudencia a la hora de servirse de símbolos históricos.

En cuanto a la historiografía actual, Baer critica el título elegido por el historiador británico Paul Preston para su libro sobre la violencia durante la Guerra Civil, “El holocausto español”, al entender que no sólo “desdibuja” la especificidad de los crímenes que se produjeron sino que arrastra consecuencias historiográficas y políticas.

En este mismo sentido se pronuncia el historiador Antonio Cazorla, para quien el título elegido por Preston tiene unas connotaciones de cómo se percibe España por los británicos y mantiene viva la “leyenda negra” sobre los españoles.

A su juicio, Preston “está mostrando con el título de su investigación la diferencia entre el ser inglés y el ser español, entre un pasado liberal y de tolerancia frente a lo negro, lo violento y lo incomprensible”.

En relación a la percepción actual del genocidio nazi, Cazorla considera que se ha convertido en el “tema central” del discurso histórico del siglo XX, en parte, añade, a que el fenómeno se ha “americanizado” y ha pasado a formar parte de la historia y cultura de Estados Unidos.

El investigador también percibe una intencionalidad política “clara” en la utilización de esta terminología para referirse a conflictos posteriores al genocidio nazi, porque, según afirma, “si no utilizas la palabra holocausto, parece que estás menospreciando un crimen que debería ser visto como una masacre”.

A su juicio, “se ha perdido la mesura, porque una masacre no es lo mismo que un holocausto, aunque muera más gente, y parece que, si se utiliza otro término que no sea éste, hay una agenda oculta, y esto me parece muy grave”.

Señala, además, que la utilización repetida del término holocausto lo banaliza y desnaturaliza, e impide comprender e interpretar tanto los crímenes nazis como los conflictos posteriores. EFE

Fuente: El Confidencial

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