BENJAMÍN LAUREANO LUNA PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO
Enlace Judío México | Marine Le Pen, líder del neonazi partido francés “Frente Nacional”, ataviada con levita de la época de Juana de Arco, en declaraciones a la prensa austriaca, dijo en Paris el 18 de mayo, que Vladímir Putin, Presidente de Rusia, defiende valores comunes a los suyos, ya que ambos reivindican “la herencia cristiana de la civilización europea”. Agregó: “El Señor Putin es un patriota…está comprometido con la soberanía de su pueblo”.
El partido derechista austriaco FPÖ también se ha pronunciado en favor de Putin.
Hoy, como en 1930, la crisis económica ha favorecido el surgimiento de movimientos políticos de ultra derecha.
El nacional socialismo de Hitler encontró en el desempleo, el hambre y la crisis económica, un ámbito fértil para promover su nacionalismo genocida. Le Pen ha reproducido la tendencia nacionalista de los nazis, pero excluyó el contenido antijudío, mezclándolo con acusaciones en contra de la Unión Europea, a quien responsabiliza de todos los males, del déficit democrático, del masivo desempleo, del crecimiento cero, de la falta de oportunidades para la juventud, de la invasión de inmigrantes, de la desindustrialización, de la existencia de un euro creado por Alemania para Alemania, de la competencia fiscal desleal, de una errática política monetaria, de la existencia de gobernantes sometidos al poder de la oligarquía financiera, del control tecnocrático y burocrático de la Comisión Europea.
Le Pen propugna modificar la totalidad del proyecto europeo, devolver a Francia su soberanía perdida hace 30 años, proteger al país galo de la globalización neoliberal. Se opone al Tratado de Libre Comercio que Estados Unidos negocia en la oscuridad con Europa.
Su nuevo aliado es Putin. Le Pen visitó la Duma, en Moscú.
En el Frente Nacional se glorifica a Putin. Distribuye la biografía de “Vladímir Bonaparte Putin”, escrita por Yannick Jaffré.
Putin, que calificó de nazis a los dirigentes de Ucrania, ahora es respaldado por neonazis en Paris y Viena.
Hay signos de que la crisis impulsará a Marine Le Pen hacia Europa.