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Según fuentes americanas, mientras que el grupo Estado Islámico atrae la atención del mundo, otro grupo extremista en Siria compuesto de una mezcla de jidahistas de Afganistán, Yemen, Siria y Europa amenaza a Estados Unidos, mediante su colaboración con fabricantes de bombas yemenitas a fin de atacar la aviación estadounidense.
El núcleo de la organización está encabezado por una célula del grupo Khorasan, un cuadro de militantes veteranos miembros de al-Qaeda en Afganistán y Pakistán que viajaron a Siria para conectarse con los afiliados del mismo y reciben el nombre de Al-Nusra.
Khorasan se refiere a una provincia controlada por el califato islámico o imperio religioso que incluye partes de Afganistán.
Los militantes de Khorasan fueron enviados por el líder de al-Qaeda Ayman al-Zawahiri principalmente para reclutar a europeos y americanos cuyos pasaportes les permiten abordar una línea aérea sin ser investigados por agentes de seguridad.
Además, según evaluaciones de la inteligencia, los militantes de Khorasan han colaborado con fabricantes de bombas yemenitas afiliados a al-Qaeda para encontrar nuevas maneras de introducir explosivos en los aeropuertos.
El gobierno de Obama considera que el Estado Islámico, ahora atacado en Irak por la fuerza aérea americana, no representa un inminente peligro para Estados Unidos. En cambio, el grupo Khorasan que no está sujeto a ataques, es la verdadera amenaza . Su colaboración con Al-Qaeda indica que a pesar de los esfuerzos americanos por debilitar a los líderes en Afganistán, la organización se ha fortalecido, atrayendo a extremistas occidentales a colaborar en el nuevo y seguro paraíso terrorista creado por la guerra civil en Siria.
Hasta el momento, el grupo Al-Qaeda afiliado a Yemen en la Península Arábica ha logrado colocar tres bombas en aviones con destino a Estados Unidos sin tener resultados.
James Clapper, Director de Inteligencia Nacional dijo al Senado de EE.UU. en enero que un grupo de al-Qaeda originario de Afganistán y Pakistán planeaba ataques contra el occidente desde Siria.
Los servicios de inteligencia norteamericanos han expresado su preocupación por la mezcla de gente en Irak y Siria originarios de al-Qaeda en la Península Arábica, Afganistán, Pakistán y Maghreb en el Norte de África. Sus distintas combinaciones representan una mayor amenaza a Estados Unidos y el los países occidentales.
Asimismo, las agencias se inquietan por las decenas de americanos y cientos de europeos que se han unido a las filas de varios grupos jidahistas en Siria. La identidad desconocida de algunos de los occidentales permite que no llamen la atención de las fuentes de inteligencia al adquirir pasajes y abordar aviones con destino a Europa y Estados Unidos.
La colaboración de Al-Qaeda y el grupo Khorasan en la creación de dispositivos equipados de explosivos difíciles de detectar ha originado la prohibición de laptops y celulares descargados impuesta por la Administración de Seguridad del Transporte de los Estados Unidos (TSA) en los aeropuertos.
Fuente: Haaretz y Associated Press