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El gobierno del Presidente Barack Obama evalúa la posibilidad de imponer sanciones a Israel por la construcción en Cisjordania y Jerusalem Oriental, en lugar de denunciarlas.
Altos funcionarios israelíes informaron que altos oficiales de la Casa Blanca y del Departamento de Estado convocaron una reunión confidencial hace unas semanas, considerando la posibilidad de sancionar los asentamientos.
Altos diplomáticos americanos no negaron estos reportes pero tampoco elaboraron sobre el asunto. La vocera del Consejo Nacional de Seguridad Bernadette Meehan se rehusó a comentar acerca de la iniciativa.
Un debate en torno a un tema tan delicado y con tendencias políticas es muy irregular en la Casa Blanca y por lo tanto es una muestra más de las relaciones deterioradas entre ambos gobiernos. En los últimos años, países europeos han impuesto crecientes sanciones por la construcción en los asentamientos, mientras que Estados Unidos se ha conformado con denunciarlas.
Un oficial israelí que recibió información al respecto comentó que el gobierno americano inició dichos debates tras el último encuentro entre Netanyahu y Obama, y el enfrentamiento público en torno a los asentamientos.
Un día antes de la visita de Netanyahu a la Casa Blanca, un grupo de judíos se mudó a siete viviendas que habían adquirido en el barrio de Silwan en el Este de Jerusalem. Horas antes del encuentro, Paz Ahora informó que la Municipalidad de Jerusalem había aprobado la construcción de 2,600 viviendas en Givat Hamatos, un barrio más allá de la línea verde.
Tras el encuentro de Netanyahu y Obama, el vocero de la Casa Blanca Josh Earnest reprimió a Israel diciendo que las iniciativas israelíes ¨envenenan el ambiente¨ e incluso lo distancian de sus ¨aliados más cercanos¨.
Netanyahu descartó el reproche de la Casa Blanca y dijo a la prensa que la crítica va ¨en contra de los valores americanos¨. Esta respuesta exacerbó la ira en la Casa Blanca.
El fracaso del encuentro entre ambos líderes y la creciente ira del gobierno de Estados Unidos en torno a la construcción en los asentamientos llevó a los americanos a entender que las denuncias, por más fuertes que sean, son inefectivas. Mientras tanto, la continua construcción en los asentamientos y específicamente en Givat Hamatos representan una amenaza para la solución de dos estados.
Estos factores han generado la evaluación de un cambio de política estadounidense en torno a la construcción más allá de la línea verde.
El funcionario israelí informó que los americanos sugieren retirar el veto estadounidense en resoluciones del Consejo de Seguridad que condenan los asentamientos o restringir actividades de financiamiento y colaboración en Cisjordania y el Este de Jerusalem.
La Casa Blanca aún no ha decidido en torno a estas sanciones. La adopción de medidas drásticas contra los asentamientos tendrían un alto precio político para Obama, mientras que acciones simbólicas serían inútiles y carecerían de efecto.
Además, aún no queda claro cómo las elecciones anticipadas afectarán las decisiones de la Casa Blanca respecto a la construcción en los asentamientos. Uno de los aspectos que se toman en cuenta es si las acciones americanas pudiesen debilitar a Netanyahu o por lo contrario, lo presentarían como aquel que no se doblega ante las presiones internacionales.
Fuente: Barak Ravid, Haaretz.
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