LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO
Marginación de Padres y Abuelos
El nacimiento de nuestra nieta Orli hace dos meses ha cambiado positivamente la vida de mi esposa y la mía; Tali, nuestra hija, que se había alejado de nosotros por sus prácticas ortodoxas del judaísmo, ha cambiado su actitud al igual que la de su esposo, ahora es de más tolerancia. La visitamos varias veces a la semana, además, de cariño, mi esposa le brinda ayuda y experiencia a Tali para la crianza de su hija. Orli, con gran sensibilidad ha percibido que somos sus consanguíneos y nos muestra mucha simpatía. Cada semana participo con ella y su esposo en el rezo del shabat (sábado) en su casa; sigo las indicaciones que me dan para este propósito y, todos contentos.
Por el contrario, se acentúa el alejamiento de mis hijos mayores y consecuentemente de mis cuatro nietos; aunque con mi hija mayor, Regina, y su hija e hijo y sus respectivos novio y novia, volvimos a ir a Cuernavaca la semana pasada por invitación de mi amigo de la carrera de Economía, Rodolfo. Pasamos un día muy agradable; el reto ahora es saber ¿cuándo nos volveremos a ver? Como adolescentes tienen sus intereses y prioridades, el abuelo ahora ocupa un lugar secundario. De acuerdo al Consejo Nacional de Población (Conapo), actualmente existen más de diez millones de adultos mayores de los cuales, por lo menos el 10% enfrentan violencia o abandono de sus parientes. México será el país con más adultos mayores en América Latina para el 2050: 33.8 millones de personas tendrán 60 o más años.
Para los jóvenes y los adultos de mediana edad es difícil comprender los retos emocionales que enfrentamos los que eufemísticamente hoy día se denominan gente de la tercera edad, y que una o dos décadas atrás se les llamaba viejos, sobre todo por la merma real, que en diferente intensidad, tenemos en relación a nuestras capacidades físicas y mentales (sobre todo fallas en memoria), que no obstante, puede ser superada, dependiendo del caso y las circunstancias por la experiencia y sensibilidad (colmillo) adquiridos. Quizá lo más difícil para los viejos se refiere a que cada vez se estrecha el marco de sus proyectos y vivencias en relación al tiempo. También afecta la muerte de amigos y conocidos contemporáneos. En este ámbito, en el club deportivo al que voy a nadar casi diariamente, se notifican descensos de personas mayores; estas noticias me inquietan porque inconscientemente las proyecto a mi persona. En este contexto, mi deseo por vivir ha aumentado para disfrutar el mayor tiempo posible a mi nieta Orli y a mis otros nietos, hijos y a mi esposa, claro, la decisión final está en el Señor, no obstante, “yo trato de echarle ganas a la vida”.