Misiles rusos para el Ayatolá

 THE WALL STREET JOURNAL

 

Vladimir Putin le saca la lengua a Obama.

Vladimir Putin le sacó la lengua geopolítica al gobierno de Obama el lunes al autorizar la venta del sistema de misiles S-300 de Rusia a Irán. El Kremlin está ofreciendo a los mullahs una capacidad de defensa aérea tan sofisticada que haría mucho más difíciles y costosas de atacar a las instalaciones nucleares de Irán si Teherán busca construir una bomba.

¿Ahora se sienten mejor con respecto a ese acuerdo nuclear iraní?

Los orígenes de este choque lateral ruso se remontan al año 2007, cuando Moscú y Teherán firmaron un contrato por u$s800 millones por la entrega de cinco escuadrones S-300. Pero en el año 2010 el entonces presidente Dmitry Medvedev detuvo la venta bajo presión de Estados Unidos e Israel. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ese mismo año aprobó una resolución de embargo de armas prohibiendo la venta de sistemas convencionales importantes al régimen de Teherán.

Esa resolución está todavía en efecto, pero el Kremlin ya no se siente vinculado por ella. Con la última fecha tope de negociación pasada y sin ningún acuerdo nuclear en vigencia, Moscú enviará los S-300 “prontamente” a la República Islámica, según el Ministerio de Defensa ruso.

Bravo por la esperanza de la Casa Blanca que el Occidente podría acordonar la agresión de Rusia contra Ucrania mientras trabaja con  Putin en otras cuestiones. Rusia y el Occidente podrían discrepar con respecto a Crimea y Ucrania oriental, era el pensamiento, pero Washington todavía podría solicitar la cooperación del Kremlin en la crisis nuclear iraní.

La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, restó importancia a las noticias en febrero que el conglomerado estatal de armas ruso Rostec había ofrecido a Teherán el Antey-2500—una versión actualizada del sistema S-300. “Son sólo algunos informes”, dijo. El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, se jactó similarmente en marzo de cómo “la unanimidad de opinión internacional ha sido crucial para nuestra capacidad de aplicar presión sobre Irán.”

Ahora Barack Obama quiere delegar la responsabilidad por aplicar su acuerdo nuclear con Irán a las Naciones Unidas, lo que significa que los rusos tendrán una palabra—y un veto—allí también. Piensen en esta venta de misiles como una muestra de lo que está por venir.

 

 

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México

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