La inquisición de la ONU contra Israel

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Otro informe sesgado que culpa al estado judío por crímenes de guerra.

Los informes de la ONU sobre Israel a veces nos recuerdan el sketch clásico de los Monty Python “Nadie espera la Inquisición Española!” con su combinación excéntrica de ineptitud cómica y previsibilidad maliciosa. Así pasa con la inquisidora, “Investigación” del lunes—por parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre la guerra del verano pasado entre Israel y sus enemigos terroristas en Gaza.

El informe de 183 páginas, de la ex Juez del estado de Nueva York, Mary McGowan Davis y el abogado senegalés, Doudou Diene, tiene la intención de ser imparcial citando tanto a Israel como a Hamás por posibles crímenes de guerra y violaciones del derecho internacional. Es una especie de logro para el Consejo, el cual tiene un historial sesgado de condenar a Israel y cuyos miembros actuales incluyen a Qatar, Rusia y Venezuela.

Sin embargo el informe es fundamentalmente un documento contra Israel. El sesgo comienza con una afirmación ridícula que Israel continúa “ocupando” Gaza, a pesar de su retirada en el año 2005, sobre la teoría que Israel tiene la capacidad “de enviar tropas dentro de un tiempo razonable para hacer sentir su fuerza”.

El informe acusa a Israel de utilizar fuerza “desproporcionada” y tomar como blanco edificios residenciales, mientras resta importancia al hecho que Hamás se esforzó por operar desde áreas civiles como un escudo contra la represalia israelí y hacer ostentación de las víctimas civiles. También acusa a Israel a través de presunciones no confirmadas enviadas como prueba de culpabilidad, como en esta joya:“Dada la ausencia de información que sugiera en cada caso que la ventaja militar anticipada en el momento del ataque [israelí] fue tal que las víctimas civiles y daño esperados para los edificios tomados como blanco y circundantes no fue excesiva, hay fuertes indicios que estos ataques pudieron ser desproporcionados, y por lo tanto equivalen a un crimen de guerra”.

Israel se negó a cooperar con la investigación, ya que había pocas dudas de cuales serían sus conclusiones. Una investigación similar de la guerra de Gaza del 2008-2009, liderada por el jurista sudafricano Richard Goldstone, acusó a Israel de crímenes de guerra y potenciales crímenes contra la humanidad—sólo para ser retractado más tarde por el Sr. Goldstone en un artículo de opinión en un diario. La investigación actual inicialmente iba a ser presidida por el académico canadiense William Schabas—hasta que resultó que los palestinos le habían pagado a él para consultas.

Esto es típico de la ONU, pero no es trivial. Como destacaron el miércoles Benjamin Wittes y Yishai Schwartz en el blog Lawfare, “los enfoques [del Derecho Internacional Humanitario] que comienzan como una forma de restringir la acción militar israelí migran rápìdamente a restringir la acción militar de Estados Unidos”. Eso ocurre especialmente con la presunción de la investigación de Gaza que el ejército israelí debe aportar las pruebas que sus objetivos tienen valor militar, o de lo contrario ser sospechado de crímenes de guerra.

El gobierno de Obama dice que se opondrá a llevar el informe ante el Consejo de Seguridad de la ONU, pero prestó legitimidad a la empresa cuando se unió al Consejo de Derechos Humanos después que el gobierno de Bush había permanecido lejos. Si el Presidente quiere demostrar su apoyo a Israel, un lugar para comenzar sería retirarse del Consejo por producir este informe vergonzoso.

Fuente: The Wall Street Journal / Traducción:  Marcela Lubczanski

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