El Tango Greco-Israelí: 2015, un buen año

Dos acontecimientos cruciales durante el mes pasado marcaron el tango complejo entre Grecia e Israel. Primero, el paso adelante: el ministro del exterior de Grecia, Nikos Kotzias, anunció en una carta al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que su gobierno desafiará las normas de la Unión Europea que castigan los productos de los asentamientos israelíes. 

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El desafío de Greecia a la sanción de la UE que castiga a Israel con un sistema de etiquetado negativo no puede ser lo suficientemente exagerado como una victoria para la economía y diplomacia de Israel.

La UE discriminó a la disputa territorial entre Israel y los palestinos—una de más de 200 en el mundo—como justificando el etiquetado. Los productos judíos de los territorios disputados en la Margen Occidental, Jerusalem oriental, y los Altos del Golán fueron sancionados.

La UE no ha tomado como blanco, por ejemplo, a los productos de Chipre Norte ocupado por los turcos. Grecia, junto con Hungría, rechaza la demarcación de los productos israelíes. Israel ve el etiquetado de sus productos como parte integrante del movimiento ferozmente anti-Israel (y muchos dicen antisemita) de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS).

Segundo, el paso hacia atrás para las relaciones entre Grecia e Israel: el parlamento de Grecia aprobó una resolución no vinculante llamando a reconocer un estado palestino independiente de las negociaciones bilaterales de la Organización para la Liberación de Palestina con Israel. La resolución griega reflejó medidas anteriores de reconocimiento parlamentario por parte de Irlanda, Francia e Inglaterra.

Desde el punto de vista griego, es difícil ignorar las aspiraciones palestinas debido al paralelo que algunos ven con la ocupación ilícita del norte de Chipre por parte de Turquía. Los vínculos de la industria naviera griega con el mundo árabe debido al petróleo fueron también un factor. Hay una simpatía adicional por los palestinos en Grecia porque la mayoría de los palestinos cristianos son ortodoxos griegos y la Iglesia de Grecia tiene fuertes relaciones con el Patriarcado de Jerusalem.

La viceministra del exterior de Israel, Tzipi Hotovely, buscó menoscabar la votación parlamentaria griega, diciendo que es un “reconocimiento que no tiene ninguna importancia práctica.” Más importante, según Kathimerini, el primer ministro griego Alexis Tsipras se negó a reconocer unilateralmente la condición de estado palestino. “Cuando se estime que es el momento correcto, Grecia dará los pasos necesarios,” dijo.

Es enteramente posible que Netanyahu permaneciera con bajo perfil acerca de la votación del reconocimiento debido a que él no quiere infligir presión sobre la temblequeante coalición de Tsipras.

La reunión del líder griego con Netanyahu en Israel el mes pasado reveló la madurez de su liderazgo. Tsipras explicó que Atenas puede desempeñarse como un intermediario honesto en el proceso de paz. “Grecia puede desempeñar este rol de un puente en la dirección de una solución justa y viable a la cuestión palestina”, dijo. Anteriormente, Atenas ha propuesto albergar las negociaciones entre Israel y los palestinos en una de sus islas.

Tsipras emitió un estímulo inusual para Jerusalem capital de Israel. Mientras los líderes europeos se niegan reconocer a Jerusalem como la capital, Tsipras escribió en el libro de huéspedes del presidente de Israel, Reuven Rivlin: “Con gran honor de estar en su capital histórica y de conocer a su excelencia.”

Vale la pena recordar que Grecia e Israel han tenido sólo relaciones diplomáticas plenas (nivel de embajada) desde mayo de 1991—una relación terriblemente joven. Mientras tanto, la relación greco-judía de 3500 años obtuvo un impulso este año. Arqueólogos estadounidenses de la Universidad de Carolina del Norte descubrieron obras de arte en una sinagoga del siglo V en el poblado de Huqoq, cerca del Mar de Galilea, describiendo posiblemente una reunión entre Alejandro Magno y un alto sacerdote judío.

Regreso al presente: Aunque los partidos y gobiernos europeos de izquierda aplican con frecuencia un doble rasero a Israel y demonizan al país, Tsipras no ha participado en ataques sesgados. Pero funcionarios de Syriza han organizado protestas en Atenas contra la operación de Israel para detener el disparo de cohetes de Hamas en su territorio. Thodoris Dritsas, un político de Syriza, participó en una flotilla tratando de violar el bloqueo naval legal de Israel de la Franja de Gaza controlada por Hamas. Estados Unidos y la UE designan a Hamas como organización terrorista.

Antes del mandato de Tsipras como primer ministro, él y el entonces presidente de Israel, Shimon Peres mantuvieron una reunión cálida y considerada en el año 2012.

En un artículo en el año 2015 para el Centro Begin-Sadat para Estudios Estratégicos, el Embajador Arye Mekel, quien se desempeñó como enviado de Israel ante Grecia desde el 2010 al 2014, escribió, “Peres se abstuvo de la política y discutió su visión del rol que debe desempeñar la generación joven en el mundo de hoy. Tsipras escuchó atentamente, insistió en hablar en griego y no expresó críticas a Israel. Los dos reflexionaron sobre su diferencia de edad de más de 50 años.”

El análisis de Mekel de enero del 2015 respecto z la entonces nueva coalición gobernante de Tsipras es todavía válido: “Es improbable que el nuevo gobierno griego cambie su política hacia Israel en el futuro cercano.”

Los gobiernos griegos—desde los socialistas (Pasok) liderados por George Papandreou al de los conservadores (Nueva Democracia) de Antonis Samaras—y, últimamente a la coalición actual entre el partido izquierdista Syriza y los Griegos Independientes de derecha—han participado en fuerte cooperación militar y económica con Israel.

En abril, la Fuerza Aérea de Israel y la Fuerza Aérea Helénica llevaron a cabo un ejercicio militar conjunto en la isla de Creta, probando tácticas contra los sofisticados sistemas de defensa aérea rusos S-300. Grecia es el único miembro de la OTAN que tiene los S-300 en servicio; Rusia ha vendido sistemas S-300 a Irán.

Un factor significativo en solidificar las relaciones greco-israelíes desde el año 2010 es el gorila silencioso de 800 libras en la habitación—la República de Turquía. Después que diez islamistas turcos fueron eliminados por comandos israelíes a bordo del barco de protesta Mavi Marmara, el cual buscó llegar a Gaza en mayo del 2010, las relaciones turco-israelíes tocaron fondo.

La actual ronda de conversaciones turco-israelíes diseñada para revivir las relaciones diplomáticas plenas podría ser un cambiador de juego de la política exterior para Grecia. Pero mientras la democracia de Turquía continúa siendo destripada bajo su presidente islamista Recep Tayyip Erdoğan, los griegos e israelíes, para citar a Netanyahu, tienen una “afinidad natural” entre sí.
Netanyahu dijo a Tsipras en su reunión a fines de noviembre: “Somos las dos democracias en el Mediterráneo oriental y estamos obviamente conscientes que tenemos un mundo de oportunidades—de tecnología, de desarrollo, de progreso—para aprovechar y podemos aprovecharlo mejor a través de la cooperación. Pero igualmente también entendemos que hay grandes desafíos ante nosotros, especialmente el fundamentalismo religioso muy violento que busca barrer nuestro mundo, está arrasando el Medio Oriente, está arrasando el Norte de Africa y Europa y otras partes del mundo.”El turismo israelí a Grecia ha proliferado durante los últimos años. Dijo Netanyahu, “En mi primera visita a Grecia, dije—Pienso que teníamos apenas 50000 turistas israelíes [anualmente] en la época. Dije lo aumentaremos por cientos de miles. Hoy estamos en 350000.”

En retrospectiva, 2015 fue un tango muy exitoso para las relaciones greco-israelíes. El apoyo tradicional y de todos los partidos en Grecia para retener relaciones diplomáticas sólidas con el estado judío es un buen augurio para el futuro.

Fuente: The National Herald- Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México

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