“Ellos querían contarle al mundo,” dice el historiador que descubrió la historia del “Hijo de Saúl”

Durante 13 años, el historiador israelí, Gideon Greif escribió acerca de los Sonderkommandos que sobrevivieron. Posteriormente compartió sus hallazgos con el director László Nemes.

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Cuando la película húngara “Hijo de Saúl” ganó el Oscar a la mejor película extranjera, el historiador del Holocausto recibió la noticia con gran sorpresa y agrado a la vez.

“Yo había pensado ingenuamente que la industria del cine prefiere tratar menos con el Holocausto, y esta película realmente se enfoca en un capítulo más complicado de la Shoá,” comenta Greif.

La película del director judío húngaro László Nemes, trata de los Sonderkommandos, los capos judíos encargados de levantar los cadáveres de sus compañeros después de que fueran exterminados en las cámaras de gas. Su historia se centra en un Sonderkommando, Saúl, interpretado por el actor húngaro Géza Röhrig.

Greif es actualmente el principal historiador del Instituto Shem Olam, para la Educación, Documentación e Investigación del Holocausto en Israel, cuya investigación tenaz reveló gran parte de la historia de los Sonderkommandos. Su libro titulado “Lloramos sin lágrimas … testimonios de los Sonderkommandos judíos en Auschwitz” fue el resultado de 13 años de investigación que comenzó a finales de 1980.

En esa época, aún vivían 31 Sonderkommandos, y hasta entonces, “nadie pensó que era importante entrevistarlos,” dijo a la prensa. “Yo me autonominé. Ellos no querían hablar, y los convencí de que era importante.”

Para él, la investigación es “un diamante de la historia.”

Actualmente hay sólo dos Sonderkommandos con vida, ambos en EE.UU., y Greif está en contacto con sus familias.

“Sigo escribiendo libros y artículos sobre este tema tan fundamental e importante,” agregó. “Algo que la gente realmente no alcanza a entender es cómo puede una persona estar rodeada de cadáveres durante días y a veces años? Es imposible, inconcebible. Y los que sobrevivieron lo hicieron por su deseo de contarle al mundo. Ellos querían dar testimonio.”

Greif, quien actualmente da conferencias sobre el Holocausto en Alemania y se ha dirigido a 200,000 alemanes, según su último recuento, fue contactado por Nemes, el director de “Hijo de Saúl” hace unos dos años. Cuando se reunieron en Tel Aviv, Nemes compartió con él la idea de hacer una película sobre los Sonderkommandos.

Como parte de la cultura popular, las películas pueden ayudar a la gente a entender mejor el Holocausto. Aunque no todas, dice Grief, refiriéndose a “La Zona Gris”, sobre el mismo tema, que en su opinión dio una “impresión muy distorsionada, pintándolos como corruptos.”

Nemes, por el contrario, creó una historia que parece imposible, pero es totalmente auténtica.

Greif también quedó impresionado con Röhrig el protagonista, a quien describe como una de las personas más inteligentes que ha conocido.

El libro de Greif sobre los Sonderkommandos ahora está siendo traducido al húngaro, luego de que una docena de editores húngaros lo contactaron tras la proyección de la película.

“Es muy gratificante estar recibiendo toda esta atención, incluso después de tantos años. “Es un gran logro, ya que la mayoría de las personas que entrevisté han fallecido,” apuntó.

Grief seguirá escribiendo libros y artículos sobre este importante tema que es parte de su propia historia.

Tras el Kristallnacht o la Noche de los Cristales Rotos en noviembre de 1938, el abuelo de Greif fue deportado a Buchenwald, uno de los primeros campos de concentración, pero fue puesto en libertad cinco meses después y logró emigrar a Israel en 1939.

“Mi abuelo sobrevivió al Holocausto, pero emocionalmente nunca salió de Buchenwald”, dijo Greif. “Solía gritar todas las noches. Nunca contó la historia, pero esa era su historia.”

La tía abuela de Greif se quedó en Alemania para cuidar a su madre, y fue deportada a Auschwitz, donde murió.

“Me sentía muy unido a la historia judía y el Holocausto me conquistó,” . “Ahora estoy esclavizado al él y no me quejo. Es la misión de mi vida.”

Fuente: The Times of Israel / Jessica Steinberg

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