De archivo muerto a memoria viva. Entrevista con Sofi Mercado y Rosette Balas

La conformación del Archivo Zijronot Monte Sinai se logró gracias a un equipo de entusiastas voluntarios que donaron su tiempo y esfuerzo para rescatar el material, que “en su mayoría se encontraba en cajas y bultos apilados sin ningún orden. Una buena parte de ese material se encontraba en mal estado, por lo que se procuró restaurar lo encontrado”, como rememora don Jacobo Smeke Darwich Z’’L en su introducción para el libro Historia de una Alianza.

Estos voluntarios fueron comandados por Sofi Mercado Atri, con quien tuvimos ocasión de conversar vía telefónica.

Raquel Castro: ¿Cómo empezaron los trabajos para darle forma al archivo ?

Sofi Mercado: Comenzamos haciendo fichas y definiendo temas para el libro, pero como a los seis meses nos dimos cuenta de que había muchos
documentos. Era un archivo muerto que tenían en la sinagoga de la calle Justo Sierra y no sabían qué hacer con él: cajas y cajas llenas de papeles
en completo desorden. Los voluntarios que trabajaron en el archivo no tenían experiencia previa, pero estaban muy entusiasmados. Algunos
llegaban en bata para ponerse a limpiar.

Raquel Castro: ¿Se prepararon de alguna manera para aprender a trabajar con los archivos?

Sofi Mercado: Lo primero fue tomar un curso en la Secretaría de Salud para aprender a tratar los archivos y aprender a sistematizarlos. Eso fue
muy importante. Además, teníamos una juntacada semana, y leímos todos los libros de actas, completos.

 

Raquel Castro: ¿Hubo algún descubrimiento especialmente sorprendente para usted?

Sofi Mercado: Hubo muchos. Por ejemplo, sabíamos que había habido una escuela de la comunidad en la calle de Rodríguez Puebla, pero no se sabía mucho más, se le conocía sólo como “El Talmud Torá de Rodríguez Puebla”. Se daba por hecho que había sido la primera, pero al ir revisando los archivos descubrimos, para empezar, su nombre: era el Talmud Torá Hatihiá, y había estado antes en el número 14 de la calle de Santísima. Pero seguimos revisando papeles y descubrimos documentos con otro membrete: ¡era de una escuela anterior!

Y poco a poco fueron saliendo listas de calificaciones, cartas membretadas, certificados de la SEP. Así supimos que antes había existido el Talmud
Torah Ess Haim, en la calle de Justo Sierra, del que ya nadie se acordaba.

Otro descubrimiento fueron documentos que en principio nos parecieron muy enigmáticos, y resultó que estaban escritos en árabe pero con letras
hebreas. Nuestro traductor del árabe se dio cuenta y le envió esos documentos por fax a su hermano, que estaba en Nueva York, y sólo así se
pudo saber qué decían.

Otra cosa que nos llamó mucho la atención fue descubrir cartas de beneficencia de familias que hoy no podríamos imaginar que, en algún momento,
hubieran necesitado de esa ayuda. Es un testimonio de cómo fueron prosperando en el país.

Raquel Castro: ¿Cuánto tiempo duró este trabajo?

Sofi Mercado: En mi caso, fueron seis años de trabajo completo, de 1995 a 2001. Después estuvo a cargo del archivo Sofi Hop y luego Rosette Balas,
quien está al frente a la fecha. También pudimos conversar con Rosette Balas, quien se encuentra actualmente a cargo del archivo. Ella nos comentó que el archivo lleva tres años en su actual sede y que se trata de un archivo en constante expansión.

Raquel Castro: ¿Quiénes son los visitantes más asiduos?

Rosette Balas: Recibimos mucha gente de la propia comunidad que está rastreando sus orígenes. Hemos tenido visitas de Nueva York y Londres, por
ejemplo. Además vienen cada año los chicos de escuela que están trabajando su proyecto de Shorashim.

Raquel Castro: ¿Cuál es el mayor reto que presenta el archivo?

Rosette Balas: Mantenerlo al día. Constantemente recibimos nuevos materiales que hay que revisar y clasificar. Este es un archivo vivo, en crecimiento.

 

 

Fuente:Boletín Mensual del CDIJUM

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