Cumplir los mandamientos de la Torá: a fuerza ni los zapatos entran

Enlace Judío México.- Riskin cuestiona aquellas leyes promulgadas en el Estado de Israel que obligan a una sociedad secular a cumplir mandamientos religiosos, por la fuerza, con “la montaña” encima, en vez de con amor.

MARCOS GOJMAN

Está escrito en Éxodo 19:17: “Y Moisés sacó a la gente del campamento para encontrarse con Dios; y se pararon al pie del Monte (Sinai)”. Pero en la Guemará, en Shabat 88ª los rabinos lo explican así: “Rabi Avdimi bar Ḥama bar Ḥasa dijo: el pueblo judío en realidad estaba parado debajo de la montaña, y el versículo enseña que el Santo, Bendito Sea, volcó la montaña sobre los judíos como una tina y les dijo: Si aceptan la Torá, excelente, y si no, ahí será su entierro”.

La explicación de los rabinos en la Guemará fue muy diferente de lo que leímos en la Torá. Por eso, los rabinos se cuestionaron: “Si a partir de aquí hay una advertencia que es obligatorio cumplir con la Torá, ¿cómo se explica el momento de Na’aseh V’Nishma (lo haremos y lo escucharemos), en Éxodo 24:7, cuando Bnei Israel aceptó la Torá incondicionalmente? Rabi Mois Navon lo explica diciendo que los judíos en el desierto eran como niños con respecto a su relación con Dios y con su Torá. Cuando los niños se están desarrollando, necesitan definiciones para tener una conducta apropiada, límites, en resumen: un sistema de moralidad. Por el contrario, otros como Rashi y la Mejiltá, lo explicaron diciendo que la entrega de la Torá fue como una boda entre Dios y el pueblo judío, donde la montaña era la Jupá que los unía en amor, tal como dice la bendición Ahava Rabah en el rezo de la mañana, que habla de integrar el amor de Dios con sus mandamientos.

Rabi Joseph B. Soloveitchik decía: “La coacción religiosa es un oxímoron.” (oxímoron se refiere a algo absurdo o incoherente, como decir “luminosa oscuridad”). Cuando un acto ritual es coaccionado por una fuerza externa, deja de tener valor religioso o significado espiritual y, de hecho, sólo aumenta los antagonismos antirreligiosos y empuja a la persona hacia el lado opuesto.

Rabi Shlomo Riskin dice: En una sociedad secular, en el ámbito de las leyes que rigen las relaciones entre las personas, las autoridades que procuran la justicia pueden y deben utilizar la coacción y hasta la fuerza, para establecer una sociedad justa. Las personas entienden que esas leyes existen para ayudarlas a cumplir con las regulaciones que saben que son para el bien de todos. Sin embargo, con respecto a las leyes entre las personas y Dios, la adherencia forzosa tendrá exactamente el efecto opuesto y sólo conducirá al resentimiento y a sentimientos antirreligiosos.

Riskin cuestiona aquellas leyes promulgadas en el Estado de Israel que obligan a una sociedad secular a cumplir mandamientos religiosos, por la fuerza, con “la montaña” encima, en vez de con amor. Él sugiere un enfoque diferente. No es la promulgación de leyes que los israelíes seculares ni entienden ni aceptan, lo que aumentará el respeto y la observancia del sábado. Más bien, es a través de lograr que la comunidad religiosa los ame y los respete, y buscar que los religiosos hagan todo lo posible, no tanto para obligar a cumplir los mandamientos, sino para inspirar. Con creatividad halájica, habría una manera en la que, por ejemplo, la santidad del sábado podría mantenerse, y la belleza de nuestras tradiciones, con canciones, música y comida, podrían ser llevadas a una gran audiencia secular. Porque a fuerzas, ni los zapatos entran.

 

 

Bibliografía: Artículos de Shlomo Riskin, Mois Navon, Hannah Cowen y otras fuentes.

Fuente: alreguelajat.com

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