Desde el Talmud, historias del Exilio judío

Enlace Judío México – Se acerca Tisha B’Av, el día en que el gran Templo de Jerusalén fue destruido y caímos en el Exilio. A continuación mostramos historias tomadas del Talmud que nos hablan del esplendor del templo perdido y el dolor del Exilio, esperamos les gusten.

La Gloria del templo perdido

I
Nuestros maestros nos enseñaron: Aquel que no vio a Jerusalén en su esplendor nunca ha visto una ciudad gloriosa. Aquel que no vio al Templo en su última construcción nunca ha visto un edificio magnífico.

II
Hasta que el Templo fue construido, el mundo descansaba en un trono defectuoso, con sólo dos patas; una vez que el Templo fue construido, el mundo se sostenía firmemente con su bienestar asegurado.

Un solo pueblo

“Mi ojo llorará amargamente y correrá con lágrimas porque el rebaño del Señor fue desalojado y capturado” (Jer. 13:17) Encontrarás que antes de que Israel fuera exiliado, era una nación construida de muchos rebaños. El rebaño de los sacerdotes, el rebaño de los levitas y el rebaño del israelita. Sin embargo, una vez que fueron exiliados se convirtieron en un sólo rebaño. “Le rebaño del Señor es llevado como prisionero.”

Rab. Yojanan ben Zakkai solía decir: “¿Por qué Israel fue enviada a Babilonia por encima de cualquier otra tierra? Porque la familia de Abraham venía de ahí. ¿Cómo podemos explicar la situación con una parábola? Es como una mujer que le fue infiel a su marido. ¿A dónde será enviada? A la casa de su padre.”

El consuelo divino.

Las palabras “consolad, consolad, Mi pueblo” (Is. 40:1) de acuerdo a rabí Berequía el Sacerdote deben sr leídas como “Consuelame, consuélame o Mi pueblo.” En las formas del mundo, si un hombre posee un viñedo y ladrones llegan y lo destruyen ¿Quién debe recibir el consuelo; el dueño o el viñedo? De la misma manera si un hombre tiene una casa y los ladrones entran y la queman ¿Quién debe recibir consuelo la casa o el dueño de la casa?

Ustedes son Mi viñedo, pero Nabuconodosor llegó, lo destruyó, los exilio a ustedes y quemó Mi Templo; es por eso que necesito consuelo. Por ello “Consuélenme, consuélenme o Mí pueblo”

Fuente: Sefer Hahayim

Sefora: Séfora es una mujer adulta con corazón de niña, cree fuertemente en que el único sentido del hombre es ético y como tal tiene una misión en la vida. Quiere recuperar una tradición perdida y agradece a Dios todos los días haber nacido como mujer. Le gustaría llegar a ser excelente ama de casa un día. Recuerda que la raíz de su nombre es hebrea (Tzipora) y quiere decir pájaro, símbolo de la libertad; para ella, el bien más preciado. Ve en el judaísmo una fuente de vida muy valiosa y se acerca a rabinos, escritores y personajes judíos para interpretar su mundo. Busca traducir palabras bellas para que más personas puedan encontrase en este mar.