El secreto de una buena entrevista según Cristina Pacheco, ganadora del Premio Instituto Cultural México-Israel 2018

Enlace Judío México e Israel – Cristina Pacheco es una de las ganadoras del Premio Instituto Cultural México-Israel 2018, el cual recibió este domingo 2 de septiembre. De nuestra colectividad dice: “He visto su huella aquí y la he sentido. Donde quiera que voy a trabajar siempre me encuentro a alguien que tiene que ver con la comunidad judía”.

Jorge Vladislvosky, colaborador de Enlace Judío,  entregó un regalo a Cristina, quien nació el 13 de septiembre de 1941. Es una un periódico simulado donde el “extra” dice: “Ese día nació la niña Cristina Romo Hernández”. La periodista y escritora nació en Shabat, durante la Segunda Guerra Mundial.

Jorge Vladislavosky: ¿Qué piensas del evento con tu trayectoria?

Cristina Pacheco: Me dio mucho gusto escuchar la trayectoria de mis compañeros premiados porque es brillantísima. Eso te demuestra que en México hay mucho talento que a veces no llegamos a conocer.

Yo pienso que hay una tierra común. La buena voluntad, la inteligencia, el sentido de solidaridad, la honradez. Todos los que respetamos esos valores formamos una especie de tierra, de patria, si es que lo puedo decir de esa manera.

JV: ¿Qué tanto significa en la actualidad todavía el haber estado casada con el maestro José Emilio Pacheco?

CP: Sigo siendo su esposa, no concibo que haya muerto. Vivo en la casa donde vivimos más de 50 años. Todas las mañanas bajo la escalera para hacer el café, ahí están sus libros, agarro uno, el primero que encuentro para ir a la cocina, y siempre hay algo de él: una nota, un puntito, una huella.

Es mi compañero de toda la vida, ha sido mi mejor interlocutor y ha sido la persona más generosa en mi vida. Es insustituible simplemente.

JV: ¿Qué sigue para Cristina Pacheco?

CP: Trabajar. Yo creo mucho en el trabajo. Pienso que somos lo que hacemos. Nada más. Si fuera zapatero seguiría haciendo zapatos. Si fuera torero…no seguiría toreando porque ya tendría mucha edad. Pero como soy periodista y escritora, eso no es una limitación.

Una limitación sería no poder pensar, por ejemplo.

JV: ¿Hay algún libro en el tintero?

CP: Escribo todas las semanas un cuento, pero tengo una duda: ya hay demasiados libros en el mundo y son maravillosos, ¿valdrá la pena publicar uno mío? No lo sé.

Enlace Judío: ¿Cuál es tu relación con la comunidad judía?

CP: Aunque tú no lo creas es muy amplia. He visto su huella aquí y lo he sentido. Donde quiera que voy a trabajar siempre me encuentro a alguien que tiene que ver con la comunidad judía.

Pero hay una cosa muy curiosa. Hace aproximadamente 50 años vino una persona de Jerusalén y me habló por teléfono para entregarle a mi esposo un grabado de Jerusalén. Entonces le dije, “Doctor, mi esposo está fuera de México”. Me dijo, “Yo vengo de Jerusalén y me tengo que ir mañana, ¿no podría usted venir a recoger esto porque yo no conozco muy bien la Ciudad de México?”. Y yo le dije, “¿Dónde nos vemos”, y me dijo que en el Colegio de México.

Le dije, “¿Cómo lo reconozco?”. Y me dijo, “No se apure, me va a reconocer, tal vez soy el hombre más feo que esté ahí”, y yo le dije, “No doctor, no diga eso”. Llegué y di con él inmediatamente.

De esto hace 50 años y seguimos siendo amigos. Él vive en Jerusalén, Israel, está enfermo. Me escribe casi a diario y yo a él, porque aprecio mucho su amor por México y por la literatura mexicana. Él fue muy gran amigo de Rosario Castellanos. Acaba de escribir de hecho un libro sobre ella.

EJ: ¿Cuál es el secreto de una buena entrevista?

CP: Sentir auténtico interés y no hacer cuestionario. A mi no me sale el cuestionario. Nunca he podido hacer el cuestionario. Tienes que dejarte llevar por el impulso, por la emoción. Por ese, “Yo quiero saber quién ese tú y qué haces”. Realmente me interesa.

Hacer cuestionario es lo más frío del mundo. Yo quiero un contacto humano. Para mi una entrevista es un viaje de una persona a otra. Embarco en mis conocimientos que tengo de esa persona, pero doy por hecho que ella sabe mucho más que yo de ella. Sólo tengo que buscar el camino para dar con eso.

Si un tema no me interesa, no lo hago. Política nunca, porque no sé.

EJ: ¿ Escribes un cuento cada semana?

CP: Uno cada semana desde que se fundó La Jornada hace 33 años. Se llama “Mar de historias” y debo decir que ese título lo encontró mi esposo, porque le dije voy a hacer una serie muy larga, y me dijo, “Que se llame ‘Mar de historias'”. Y creo que el “Mar de historias” está en la Biblia.

Afortunadamente nunca he fallado. El día que el murió, un domingo, y me preguntaron que si iba entregar un cuento para el periódico, les dije que sí porque es lo que a él le hubiera gustado.

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