Lily Safra: joyas y sinagogas

ENLACE JUDÍO : – 4 maridos, 81 años, 1.2 billones  de dólares;  la undécimo primera  mujer más rica del mundo  y la mujer judía más generosa  de la tierra.


Lily Watkins Cohen Monteverde Bendahan Safra nació en Porto Alegre , Brasil (1934) es hija de unos humildes inmigrantes rusos -unos de aquellos judíos que abandonaron el Imperio Ruso antes de la Revolución Soviética. Aun las estrecheces familiares, recibió educación esmerada en francés e inglés y, con esfuerzos para vestirse elegantemente, frecuentó fiestas en Río, donde  a los 17 años conoció a su primer marido:  el argentino y millonario Mario Cohen, comerciante de medias de nylon, padre de  sus tres hijos.

Sam y Lily Bendaham, Acapulco 1972, donde se casaron

Pero se divorciaron porque ella conoció a Alfredo Monteverde, dueño de una red de tiendas de electrodomésticos, con quien se casó en 1965  y con quien tuvo dos hijos más. Pero en 1969 Monteverde  apareció muerto por un disparo de bala en lo que la policía determinó que había sido un suicidio.  Cuatro años más tarde, su viuda se casaría con Sam Bendaham, empresario inglés. El matrimonio fue declarado nulo porque se divorciaron al cabo de unas semanas.

En 1976,  cuando ambos contaban con 42 años de edad, Lily encontró la estabilidad sentimental al casarse con Edmond Safra, con quien estaría unida durante 23 años pese a que la familia del novio no veía con buenos ojos su relación sentimental, pues por un lado son sefardíes y por otro askenazíes.

Edmond y Lily en una recepción en honor del del rey de España en la Elie Wiesel Foundation, N.Y. en 1991

Edmond Safra, judío  de origen  sirio  (pero nacido en Beirut, Líbano)  fue un continuador de la tradición bancaria de la dinastía Safra;  fue tercer hijo de Jacob Safra, banquero de Alepo que fundó el Banco Nacional tras haber aprendido el oficio de  su padre, que transportaba oro en caravanas de camellos por los desiertos sirios. Edmond continuó la tradición familiar pero en el mundo occidental,  con  divisas y piedras preciosas en distintas sedes: Milano, Ginebra y Amsterdam. Luego, con el mismo éxito rotundo,  fundó  en EE.UU. el Republic National Bank of New York, que pronto pasó a operar también en sus  sucursales de Londres y París.  Sin duda alguna la vida les sonreía con una gran vida conjunta y a todo  lujo dentro del gran mundo, compartiendo aficiones como , por ejemplo, el arte. Su colección privada es tremenda. Pero no todo era una maravilla:  Edmond, nac  enfermó.

El matrimonio vivía , principalmente, en un palacete belle epoque en Monte  Carlo, Mónaco. Aunque visitaban mucho sus espléndidas casas en NuevaYork, París o Ginerba.  En diciembre de 1999, de pronto,  se declaró un incendio en el palacete y Edmond Safra, junto  a su asistente, Vivian Torrente,  pereció , abrasado vivo. Ted Maher, su enfermero particular, fue imputado por asesinato y condenado a 10 años de cárcel después de confesar los hechos:  ideó el incendio para salvar heroicamente a su  jefe y así esperar recibir de la familia una buena recompensa económica.

Lily Safra, al enviudar ,  no heredó toda la fortuna de su malogrado marido, pero si una parte importante de ella, incluyendo La Leopolda, una villa en la riviera francesa, antigua propiedad del rey de Bélgica, que está tasada en más de quinientos millones de dólares, rodeada de amplios terrenos con lagos, helipuertos y  demás lujos. Dicen que es la mansión más cara del mundo.

También heredó la magnífica afición a la filantropía.  Puesto que su marido padecía Parkinson, Lily donó una cifra astronómica en Brasil para el Instituto de Neurología Edmond y Lily Safra. Por otra parte, es presidenta de la fundación  Filantrópica Edmond J. Safra, que sostiene proyectos educativos, culturales, sanitarios, religiosos y de asistencia social en 50 países, desde Israel a Estados Unidos pasando por Suiza y Brasil.

Lily Safra es presidenta de The Sephardic Education Foundation (ISEF), que promueve la educación secundaria para estudiantes sefardíes de familias sin medios económicos. (16500 becas desde su creación)

Además de participar en el consejo de administración del Museo del Patrimonio Judío de Nueva York y de la Asociación de Artes de Somerset House en Londres, Lily Safra participa en el consejo del Museo de Arte Moderno de Nueva York y del John F. Kennedy Center for the Performing Arts.  Creó la beca Edmond J. Safra Visiting Professorship (para profesores itinerantes) en la National Gallery of Art en Washington. Y también está bien involucrada con el Instituto de Arte Courtauld, en Londres, dando apoyo a curadores y becas para estudiantes ejemplares de historia del arte.

El 14 de mayo de 2012  dio salida a su proyecto ” Joyas por la esperanza”, por el cual subastó 70 piezas de su colección de diamantes, rubíes y zafiros, y con el dinero obtenido -38 millones de dólares-  benefició a 20 instituciones distintas, desde  ong´s en Ruanda a la fundación de su gran amigo Elton John.

Su marido, z´´ l, fue un gran constructor de sinagogas: Madrid, Amsterdam, Istambul, Nápoles, Budapest, Viena, Rodas; en otras ocasiones pagó sus reformas, como en la de Bet El de París. También en Israel, sobre todo para las tumbas de Simon Bar Yojai, donde él rezaba todos los amaneceres de Shavuot en memoria de su padre, cuya ilulá -aniversario fúnebre- se celebra en Shavuot.

Lily y Edmond estaban construyendo una gran sinagoga sefardí en Nueva York  cuando él murió en el incendio. Ella fue quien consumó el proyecto ideado por los dos y quien inauguró The Edmond J. Safra Synagogue.  El templo , construido por dentro y por fuera con piedra de Jerusalén, cambió de nombre y ahora se llama Sinagoga de Beit Edmond.  Este cambio tiene una explicación: Su primer rabino,  R. Elie Abadie,  fue despedido  en enero del año pasado. Su contrato, de hecho, había acabado en 2008, pero después de eso, la Fundación Edmond Safra llegó a un acuerdo con él para seguir pagándole unos honorarios cercanos a los 700.000 dólares anuales a condición de un determinado número de horas lectivas en la sinagoga. Pero el rabino se negó a enseñar Torá.  Fundación y  rabino comenzaron en 2015 a negociar su partida. La carta  que hizo pública la Fundación afirma que en los últimos dos años, el rabino rechazó una generosa oferta de compra y  además demandó a la fundación por   20 millones de dólares  en pagos. También comenta la carta que incluso rechazó una oferta del Gran Rabino de Jerusalén, Shlomo Amar, para que el asunto fuera  resuelto por un beit din ( tribunal religioso) El rabino Abadie, en  respuesta del 30 de diciembre de 2016, se   dirigió por escrito a  “la gran comunidad sefardí de Nueva York”, afirmando que lo estaban presionando para irse .  Negó “la acusación de extorsión de la fundación” y  despreció la  “narrativa falsa”  que le presentaba como una persona con  sus propios intereses financieros por encima de las necesidades e intereses de la comunidad. Abadie acusó a la fundación de usar  contra él “tácticas intimidatorias” y de querer  humillarlo, a él y su familia,públicamente.

 © enlace judío

 

Pedro Huergo Caso: