Regresando a casa: no a ‘Roma’ sino a la Condesa

Elena Bialostocky para Enlace Judío México e Israel – Pasé mi infancia en la dirección de Juan Escutia 94, colonia Condesa. Hace mucho tiempo que había querido ir y pedir permiso para que me dejaran entrar a visitarla. Por una cosa o por otra no lo había hecho.

Dos semanas atrás vi la película Roma. En un principio no me gustó, se me hizo muy lenta. Lo que sí me pasó por la cabeza mientras la veía fueron muchos recuerdos de mi casa. Entré en una nostalgia por ver aquellos cuartos y el patio de entrada en los que pasé momentos muy bellos. Llenos de amor, juegos, travesuras y una disciplina muy estricta por parte de mis padres.

Finalmente, el pasado 14 de enero la visité. Actualmente son oficinas de un call center llamado Recit. Me abrió Carlos Ordoñez, al que le expliqué la razón de mi visita. Pedí permiso de entrar y tomar fotos del lugar. Carlos, muy amablemente, me acompañó en el recorrido. Fue un momento muy conmovedor, los recuerdos y vivencias fueron llegando a mi mente y a mi corazón.

En lo que más se parece mi antigua casa a la que aparece en Roma es en la fachada; la entrada es por el pasillo-estacionamiento. Al final se ve una pequeña construcción que podrían ser los cuartos del personal de servicio. En mi casa eran las oficinas del negocio de mis padres. Ellos importaban preservativos que se empacaban a mano y se distribuían en cajas. La marca era KOPSA. Nosotras entrábamos a las oficinas y mis papás nos decían que los preservativos eran globos.

Nos encantaba inflarlos y llenarlos de agua. Hasta que ya más grandes nos enteramos de lo que eran y cuál era su uso, lo que para mis padres era un tabú. Recuerdo vivamente las muchas veces que se inundó el garaje; recuerdo a mi papá, a mi mamá y a las chicas del servicio doméstico ayudando con cubetas a sacar el agua.

En esta casa recibimos de regalo, de parte de mi zeide materno (abuelo), la primera televisión, que fue colocada en la sala. Tal como en la película, Fania, nuestra nana, se sentaba con nosotros en el piso a ver la tele.

El garaje, nosotras lo usábamos para jugar. Usábamos la bicicleta dentro de éste. En ese entonces éramos tres hermanas: Raquel, Feigue y yo. Jugábamos a las muñecas y con nuestro perro. Cuando yo tenía quince años nació Bathya.

El barandal, tan alto, es el mismo que cuando vivíamos ahí. Raquel y yo nos deslizábamos por él hasta llegar abajo.

Entrando a la casa, en la pared del lado izquierdo, se encontraba el único teléfono de la casa. Siempre tuvimos un solo baño completo, que se encuentra en el segundo piso, al centro del hall, como el que se ve en las fotografías. Está igual, no le han hecho ningún cambio. En una ocasión mi hermana Raquel, que tenía una pecera, sintió que hacía mucho frío, así que llenó la tina con agua calentita y echó a los peces, a los que no solo se les quitó el frío, sino que flotaron.

Todos los cuartos de la casa, sala, comedor y recámaras, actualmente son oficinas. La cocina está más pequeña, ya que es utilizada para los trabajadores. En las recámaras no había closets sino roperos, cómo se utilizaba en esos años.

Por las fotos pueden ver que la entrada y la fachada se parecen mucho a las de la película Roma.

En la esquina de Juan Escutia con Pachuca se encontraba una miscelánea donde comprábamos todo lo necesario para el aseo y  para la comida, como quesos y carnes frías. Ahí compramos la primera caja de cereal Rice Krispis. Para comprar la fruta, verdura, carne y pescado, mi mamá iba al Mercado Juárez, que se encuentra hasta la fecha en Av. Chapultepec y Av. Cuauhtémoc.

En la esquina de Mazatlán y Montes de Oca se encontraba la Heladería Roxy, en la que hasta la fecha se puede disfrutar de sus deliciosos helados, sólo que con el tiempo se pasaron a la esquina de enfrente.

La calle de Mazatlán es muy ancha y tiene pasto y bancas. Salíamos a jugar y andar en bicicleta cuántas veces podíamos. Y como solo viví ahí hasta los siete años, aquí se cortan mis recuerdos.

Hasta los 7 años asistía yo al Colegio Israelita de México. Posteriormente me cambiaron al Colegio Hebreo Tarbut. En la Tarbut tuve muchos amigos, fui buena estudiante y tuve muchos amigos de mi grado y otros más grandes y chicos.

Cuando salimos de esta casa nos mudamos a Arquímedes 57 departamento 2. Colonia Polanco. Viví en ese departamento hasta que salí para casarme.

Puedo decir que tuve unos padres fabulosos, cariñosos y formaron una gran familia que hasta la fecha nos encontramos unidos para todo.

Al despedirme de Carlos el que me ayudó a hacer el recorrido le agradecí por su ayuda para poder entrar a visitar mi casa de cuando era pequeña.

Al Fondo la recamara de Fania, nuestra nana
Hall del segundo piso que usábamos mucho para jugar yo con mis hermanas Raquel y Fey
El comedor
Hall de entrada con las escaleras para subir al segundo piso
Vista del patio
La fachada de la casa vista de la calle de enfrente
Fachada más de cerca. En el ventanal que se ve a nuestro gato le gustaba quedarse por largos ratos ahí
Puerta de entrada a la casa. Cuando nosotros vivíamos en la casa no había reja
Vista del patio hacia el portón
Entrada a las oficinas
Escaleras de las que en varias ocasiones no echamos Raquel y yo
El único baño de la casa que se encuentra igual. No lo han modificado
La recamara de Fey
Este cuarto fue la sala adonde recibimos de mi abuelo materno la primera televisión que tuvimos
Ventanal del Hall del segundo piso
Patio de entrada teniendo el portón detrás
La recamara de Fey
Vista de las oficinas de mis padres KOPSA
Otra vista del patio
El único baño de la casa que se encuentra igual. No lo han modificado
Pared de la entrada adonde se encontraba el único teléfono en la casa
Lo que fue la cocina, la achicaron
La recamara de la derecha era la de mis padres. La recamara de la izquierda era la de Raquel y mía

 

 

 

 

 

 

 

Elena Bialostocky: Nací en la ciudad de México el 18 de Noviembre de 1946 de padres mexicanos por naturalización. Mi padre Tadeo Stark, nació en 29 de Junio de 1922 en Varsovia, Polonia. Mi madre Cirla Rosemberg, nació el 27 de Mayo de 1926 en Chernijov, Rusia. Ambos llegaron a México a muy corta edad. Soy la segunda de 4 hermanas. Estudié el kínder, primaria y secundaria en el Colegio Hebreo Tarbut. Estudié un solo año de preparatoria en el Colegio Israelita de México y comencé la carrera de Enfermería en la Es cuela de Enfermería del Hospital ABC. Siempre he sido muy inquieta y me ha gustado el trabajo comunitario. Trabajé por más de 8 años en el Comité de Madres de Colegio Hebreo Tarbut, fui presidenta del comité de Kínder por un año, que es donde estudiaron mis hijas. El encuentro con mi realidad fue cuando comencé a trabajar en Enlace Judío, comencé para la venta de publicidad, pero un día me pidieron que cubriera un evento y a partir de ese momento descubrí mi pasión periodística. Reportajes, notas, eventos, conocer gentes es sólo una pequeña parte de las actividades que lidero en este sitio que es de todos nosotros.