ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO -Al entrar a la zona de oficinas de Bet-El nos encontramos frecuentemente a una señora que va de un lado a otro sin parar, y siempre con una sonrisa en la cara.

El pasado 3 de agosto tuvimos el placer de platicar con la Sra. Raquel Smoler, quien nos relató brevemente su vida y nos habló de su vocación de trabajo y su incansable determinación.

“Nací en Pachuca, Hidalgo, muy chica quedé huérfana, la bobe (abuela) nos recogió y nos venimos a vivir mis dos hermanos y yo a México. Antes de esto yo me fui a vivir a Tampico con una tía, que fue como mi madre, Bertha Bercovsky de Merikanskas, tenía yo doce años”.

“Cuando llegué a México estudié un año en la Idishe y después estudié para Secretaria Parlamentaria en la Cámara Nacional de Comercio. Todo esto gracias a un tío que nos mantuvo. Vivíamos con la bobe, pero el tío costeó todos nuestros estudios”.

“Posteriormente conocí a mi esposo, Israel Kellersztein, quien murió hace treinta y un años. Tuve tres hijos: Abraham, Benjamín y Eduardo. Comencé a trabajar haciendo mermeladas, galletas y pasteles para la tienda “La Victoria” que está en la Colonia Condesa. Con esto fuimos saliendo adelante. Al morir Israel, uno de mis hijos ya estaba casado. Al principio trabajé con la familia Kissel; hace veinticinco años que trabajo en Bet-El: soy secretaria del Comité de Damas y encargada de la tienda de regalos que hay acá. Estoy en todo lo que se necesita”.

“Tuve muchos problemas para sacar a mis hijos adelante, las fuerzas las saqué sólo pensando en ellos, no los podía dejar. Lujos nunca tuvieron, pero comida, vestido y un lápiz siempre tuvieron”.

“Cuando me levanto cada mañana, le doy Gracias a D-os y le pido que cuide a mis hijos”.

“Me dedico toda la semana a Bet El, el domingo voy a Kol Hanisayon hasta las tres de la tarde, regreso a mi casa y me dedico a preparar la comida de la semana”.

“La gente que tiene problemas tiene que buscar salir adelante de la forma que pueda, siempre se puede. No se queden encajonados, salgan adonde sea, no se queden en la casa encerrados, es lo peor”.

“Actualmente vemos a la juventud apática esperando que papá les de, es culpa de nosotros no de los hijos. Lo más importante es darles educación. A muchos les va mal, hay que empujarlos, no es pecado, animarlos”

“Estoy satisfecha de mi vida porque logré sacar a mis hijos adelante. Estoy ocupada y contenta con mis logros y los de mis hijos y nietos”.