¿Por qué acusan de fascismo a la ministra de Justicia de Israel?

Enlace Judío México e Israel – En medio de celulares hackeados por Irán y jugosos submarinos alemanes de millones de dólares, la ministra de Justicia de Israel, Ayelet Shaked, se robó esta semana los reflectores en el Estado judío y el mundo con un frasco de perfume que a la historia le ha salido muy caro.

Como tradicional promocional de marca de diseñador, el spot electoral publicado por la ministra este lunes, enmarcado en tomas suaves y escala de grises, es acompañado por una voz femenina que pronuncia ligeramente la palabra Fashism (Facismo, en hebreo) y una retahíla de conceptos y términos que han sido inseparables de la carrera de Shaked en la política israelí.

“Revolución judicial”, “Reducción del activismo [judicial], “Nombramiento de jueces”, “Gobernanza”, “Separación de poderes”, “Limitación de la Corte Suprema de Justicia de Israel”, estas son cada una de las frases que la voz en off enumera mientras la ministra modela y una tenue música se escucha.

“A mí esto me huele a democracia”, dice con cierta ironía Shaked, mientras el texto, “La siguiente revolución está en camino”, se muestra en pantalla, antes de que el logo de su recién nacido partido Hayemin Hehadash (La Nueva Derecha) concluya el clip.

El video inmediatamente provocó revuelo tanto en Israel como a nivel internacional, sobre todo, debido al uso de la palabra fascismo, que solamente escrita en inglés era lo único que quedaba entendible para el espectador sin conocimiento del idioma hebreo, una acusación con la que Shaked carga en sus espaldas debido a los ideales que abandera desde hace años, primordialmente alrededor del sistema judicial israelí, pero con la que quiso juguetear de manera sarcástica como parte de la campaña electoral en ciernes.

“Es un buen video dirigido a la izquierda liberal que durante años me ha llamado fascista pero sigue perdiendo las elecciones”, fue la contundente respuesta de Shaked ante el torbellino causado por el clip en una entrevista al Canal 13 israelí la noche de este martes. “Creo que les hablé en su idioma. Me gustaría esperar que dejen de llamarme fascista después del video”.

La ministra aseguró que en un primer momento, debido a su carácter de funcionaria gubernamental, rechazó la idea ofrecida por su equipo de campaña para llevar a cabo el spot, pero que terminaron por convencerla de filmarlo.

“Creo que es un clip con un gran grado de humor y cinismo”, dijo, apuntando que la publicación del mismo coincidió con las vísperas de la festividad judía de Purim. “Creo que tenemos que eludir la corrección política y que el mensaje ha sido entregado. Por lo que veo, la mayoría del público entendió el humor y la ironía, solo unas pocas personas amargadas no lo hicieron”, agregó.

A tal punto se lo ha tomado Shaked, que este miércoles fue captada al lado de su hoy probablemente muy solicitada fragancia, con grager y el Rollo de Esther en mano, durante los servicios por Purim a los que asistió de forma solidaria en la yeshivá que lideraba el rabino Ajiad Ettinger al sur de Tel Aviv, asesinado por un terrorista palestino a inicios de semana.

Desde su arribo al Ministerio de Justicia de Israel en el año 2015 tras la inauguración del cuarto gobierno de Benjamín Netanyahu como primer ministro, Shaked, ingeniera de carrera sin experiencia jurídica más allá de sus dos años como legisladora a sus entonces casi 4 décadas de vida, promovió desde ese momento lo que calificó de una “revolución” necesaria en el sistema judicial del Estado de Israel.

Dos han sido las piedras angulares de su plan en mente hasta la fecha: erradicar la facultad de la Corte Suprema de Justicia de Israel de poder anular leyes aprobadas por la Knéset y cambiar el modo de selección de los jueces del mismo órgano judicial. Con movimientos como estos, la ministra busca restringir una dinámica característica por la que el poder judicial del Estado judío ha sido reconocido en el mundo desde hace años, que tuvo al juez retirado Aharon Barak como una de sus figuras clave.

Shaked, una activista de la derecha desde joven, considera como muchos dentro de este espectro de la política israelí que la Corte Suprema de Israel ha transgredido el principio de la separación de poderes y ha invadido los campos del ejecutivo y el legislativo israelíes, lo que, en su consideración, mina la democracia y le impide al parlamentario o al primer ministro actuar plenamente en temas delicados como el de la seguridad.

Mientras que por el contrario, los defensores del activismo judicial, como se conoce al concepto de la capacidad del poder judicial de un gobierno para limitar al ejecutivo y el legislativo como parte de un sistema de pesos y contrapesos, es defendida por el espectro de izquierda israelí, que ve con buenos ojos las decisiones de la Corte Suprema frente a también delicados temas como la vulnerabilidad de las minorías y la protección de Derechos Humanos.

Son en este último lado de la balanza que las críticas más extremas hacia los contrarios llegan a envolverlos en la categoría o etiquetas de fascistas, debido a lo que consideran podría llegar a representar la anulación de la independencia del poder judicial y su sometimiento a la voluntad del legislativo o el ejecutivo.

En una columna publicada en el periódico Haaretz en el año 2017, el autor Roger Alpher comparó a Shaked con la forma de pensar del líder fascista italiano Benito Mussolini por sus posiciones al respecto.

“Shaked no debería ser llamada metafóricamente una fascista, como una hipérbole o una provocación. La ministra de Justicia, que enarbola una revolución moral basada en dar preferencia a las misiones nacionales sobre los Derechos Humanos individuales, es literalmente una fascista”, escribió Alpher.

Fue justo a inicios de esta semana que el plan “revolucionario” de Shaked volvió a resurgir al momento en que su partido que fundó junto con su colega de gobierno Naftali Bennett, otra figura de la derecha y exlíder del anterior partido de ambos, Habait Hayehudi (Hogar Judío), lanzó su campaña a menos de un mes de las elecciones.

“Mi misión y la de Ayelet Shaked es clara: liberar a las FDI de la Corte Suprema de Justicia para que puedan derrotar a Hamás”, dijo Bennett este domingo, cuyo énfasis no está tanto en el sistema judicial como lo está alrededor de que Israel ejerza una postura dura y determinada, que raya en la aniquilación, contra el grupo terrorista de Gaza.

Un día después, a la vez de lanzar el inusual video propagandístico del partido, al que las encuestas le proyectan actualmente un promedio de 6 escaños que podría alcanzar el día de los comicios electorales, Shaked presentó su programa con miras a lo que espera sea su nueva toma del cargo ministerial durante la vigésima primera legislatura de la Knéset a decidirse en unas semanas.

Los cinco puntos de Shaked para su proyecto son:

1) La eliminación del Comité de Selección Judicial, el órgano plural encargado de hacer las designaciones de los jueces, y el establecimiento de la nominación sólo por el Ministerio de Justicia.
2) Las comparencias públicas ante la Knéset de los nominados para determinar su aprobación.
3) Que la Knéset tenga la facultad de revertir cualquier anulación legislativa hecha por la Corte Suprema por una mayoría simple de su pleno, es decir 61 legisladores
4) Que los ministros del gobierno tengan la facultad de representarse a sí mismo ante la Corte Suprema de Israel
5) Un control mayor de los políticos sobre los asesores legales en los ministerios del gobierno.

La polémica suscitada y el propio estrépito de que las votaciones se encuentran a la vuelta de la esquina, levantaron una fiebre entre los contrincantes de Shaked, que han respondido a las ideas de Shaked reciclando la idea de su controversial clip.

Uno de ellos fue el partido Meretz que en un corto clip publicado por la líder del partido, Tamar Zandberg, afirma al electorado que “Hay países que han probado ya el perfume de Ayelet Shaked”, nombrando en seguida a Alemania, Argentina e Italia, advirtiendo que estos casos “no terminaron bien”.

 

En otro clip lanzado por la joven Stav Shaffir del partido de izquierda HaAvodá (Laborista), la legisladora se acerca lentamente hacia la botella de Shaked, como si se tratara de otro video promocional de una esencia. Shaffir toma el frasco con una mano y lo arroja al suelo, mientras se escucha el sonido del vidrio estrellado. “La democracia israelí es más fuerte que ellos. No tenemos miedo. Venceremos”, se lee en un texto.

 

En otro video más sobrio publicado por el legislador de origen argentino también por HaAvodá, Hayim Jelin, pasea por sembradíos y campos en un idílico corto en el que enlista términos como Kibutz o agricultura, los cuales “huelen” a sionismo, asegura al final.

 

E incluso el Instituto de la Democracia de Israel, una ONG de visión progresista en el país establecida hace más de dos décadas, publicó un video realizando lo que podría ser la versión espejo del clip de Shaked: “Estado de derecho”, “Igualdad”, “Pesos y contrapesos”, “Reafirmación del poder legislativo”, “Poder judicial independiente”, son las frases que suelta el corto, antes de asegurar que “La democracia no va disfrazada. Sabes de ella cuando la ves”.

 

¿Terminará por aromatizar o por apestarse la “revolución” de Shaked? Esa historia la sabremos luego del próximo 9 de abril.

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Germán Gómez: