Enlace Judío México e Israel.- El hambre puede activar tu sentido del olfato, pero ¿existe una relación entre tu nariz y tu peso? Una nueva investigación en Cedars-Sinai sugiere que lo que olemos podría afectar la forma en que nuestros cuerpos procesan los alimentos.
En un estudio reciente, los investigadores descubrieron una conexión entre las neuronas olfativas, que controlan el olor y el metabolismo, el proceso del cuerpo de convertir los alimentos en energía. La Dra. Celine Riera, PhD, descubrió que los ratones sin neuronas olfativas, sin sentido del olfato, comían la misma cantidad y tipo de alimentos que los ratones normales, pero eran más delgados. En ratones sin olfato funcional, Riera descubrió que el hipotálamo, la parte del cerebro que regula la energía, el equilibrio y el apetito, percibía los alimentos de manera diferente.
Estamos muy entusiasmados con este hallazgo, que puede darnos la oportunidad de comprender mejor las vías de la obesidad en los humanos, dice Riera, investigador del Centro Cedars-Sinai de Ciencias y Medicina Neuronal.
Otro estudio tiene como objetivo descubrir si podría existir una relación inversa entre el olfato y el metabolismo. El Dr. Shehnaz Hussain, está investigando la enfermedad del hígado graso no alcohólico, una afección relacionada con la obesidad y la diabetes que puede provocar cirrosis y cáncer de hígado. Próximamente se llevará a cabo un estudio que regulará las dietas de las personas con la enfermedad para explorar, entre otras funciones, si un cambio en la ingesta de alimentos puede afectar el sentido del olfato.
Afortunadamente, a pesar de la complicada relación de nuestros cuerpos y cerebros con la comida, los aromas aún tienen cero calorías.
Fuente: Cada Veintiocho