“La máxima virtud del judaísmo como filosofía es que D-os está cerca”

Enlace Judío México / Rab. Jonathan Sacks – Han habido muchas veces en la historia del judaísmo en que los judíos se han visto tentados a seguir otras culturas y religiones. En perashat Nitzavim Moisés vio este peligro y nos advirtió:

Por que esto que te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. No está en el cielo, para que preguntes “¿Quién subirá al cielo y lo obtendrá para que podamos oírlo y cumplirlo?” Ni está al otro lado del mar para que digas: “¿Quién cruzará el mar para obtenerlo, para que podamos oírlo y obedecerlo?” La palabra está muy cerca de ti, está en tu boca y en tu corazón para que puedas obedecerla. (Deuteronomio 30:11 – 14)

Moisés, a través de la profecía percibió que en el futuro los judíos verían a la inspiración demasiado lejos como si uno tuviera que ascender al cielo o cruzar el mar para obtenerla. Está en cualquier parte menos ahí.

La belleza del judaísmo como filosofía precisamente es que D-os está cerca. No necesitas subir la montaña o buscar un lugar lejano y solitario para encontrar a la Presencia Divina. Está ahí en la esquina de la mesa de Shabat, en la luz de las velas y en la simpleza del vino de kidush y la jalá; en el canto de la “Mujer Virtuosa” y la bendición a los hijos; en la paz mental que llega cuando dejas al mundo cuidarse solo por un día, mientras celebras las cosas bellas que llegan no del trabajo, sino del descanso, no de la compra, sino del disfrute – los regalos que siempre has tenido pero que nunca te has dado el tiempo de apreciar.

En el judaísmo, D-os está cerca. Está en la poesía de nuestros Salmos, la mejor composición que el alma ha escrito. Está ahí escuchando nuestros debates mientras estudiamos el Talmud o buscamos nuevas interpretaciones de textos antiguos. Está ahí en la alegría de las festividades, en las lagrimas del Nueve de Av, en el eco del shofar en Rosh Hashaná, en el arrepentimiento de Yom Kipur. Está ahí en el aire de la tierra de Israel, en las piedras de Jerusalén, donde lo más antiguo de lo antiguo y lo más moderno de lo moderno se mezclan como mejores amigos.

D-os está cerca. El judaísmo no necesita catedrales, monasterios, ni filosofías abstractas (aunque sean hermosos todos ellos) porque para nosotros D-os es el D-os de todos y de todas partes, que tiene tiempo para cada uno de nosotros; que nos visita donde lo buscamos si estamos dispuestos a abrir nuestra alma a Él.

Fuente: Rab. Jonathan Sack Online

Sefora: Séfora es una mujer adulta con corazón de niña, cree fuertemente en que el único sentido del hombre es ético y como tal tiene una misión en la vida. Quiere recuperar una tradición perdida y agradece a Dios todos los días haber nacido como mujer. Le gustaría llegar a ser excelente ama de casa un día. Recuerda que la raíz de su nombre es hebrea (Tzipora) y quiere decir pájaro, símbolo de la libertad; para ella, el bien más preciado. Ve en el judaísmo una fuente de vida muy valiosa y se acerca a rabinos, escritores y personajes judíos para interpretar su mundo. Busca traducir palabras bellas para que más personas puedan encontrase en este mar.