Enlace Judío México e Israel.- Científicos de todo el mundo han detectado virus en los sistemas de alcantarillado, pero la compañía dice que su tecnología puede proporcionar una ubicación más precisa de un brote, lo que podría ayudar a controlar las enfermedades.
JONAH MANDEL
Una compañía israelí está monitoreando los rastros de coronavirus en las alcantarillas de una ciudad costera y espera desplegar su tecnología más ampliamente para proporcionar una alerta temprana de futuras concentraciones de la enfermedad respiratoria, informa The Times of Israel.
Ari Goldfarb vio una oportunidad única para probar los límites de la tecnología subterránea desarrollada por su empresa cuando los pacientes con coronavirus fueron trasladados a un hotel en Ashkelon, asumido por el gobierno.
“Cuando llegó esta pandemia de COVID-19, nos quedó claro que podemos usar este sistema, o este conocimiento, para dar una mejor idea” del virus, dijo a la AFP.
Obsesionado por las aguas residuales desde que las vio en el mar mientras navegaba cuando era adolescente, Goldfarb fundó la firma Kando inicialmente para identificar los desechos industriales en el laberíntico sistema municipal de alcantarillado de la ciudad.
Ocho años después, la red de sensores, muestreadores automáticos y controladores de la compañía colocados bajo pozos de registro en Ashkelon están rastreando el coronavirus.
En mayo, Kando se asoció con científicos y matemáticos en Israel, Europa y Estados Unidos para embarcarse en un programa piloto de un mes de duración para determinar la precisión de su tecnología.
Los hallazgos, dijo Goldfarb, se ajustaron con los datos del Ministerio de Salud que muestran la amplitud y la ubicación casi exacta de los portadores de virus confirmados, incluido el hotel utilizado por los pacientes.
“Somos los únicos que pueden decir dónde está el brote y qué tan grande es el brote en la ciudad”, dijo Goldfarb.
También se han examinado las aguas residuales en ciudades como Melbourne, París, Tokio, Amsterdam y Valencia y el estado estadounidense de Massachusetts, aunque principalmente a pequeña escala y sin precisión.
Los sensores de boca de inspección de Kando pueden medir el flujo de aguas residuales y qué tan lejos ha viajado, utilizando algoritmos para determinar el mejor momento para recolectar muestras automáticamente.
Luego se analizan en varios laboratorios, y los hallazgos instruyen a la empresa sobre la dirección a seguir dentro de las tuberías del sistema de alcantarillado para llegar a la fuente del virus, dijo Goldfarb.
Los científicos de todo el mundo ya han detectado COVID-19 en las heces de los pacientes dentro de los sistemas de alcantarillado, pero solo pueden proporcionar una lectura general de la presencia del virus en una comunidad.
La tecnología de Kando puede ir más allá, según Goldfarb, proporcionando una ubicación más precisa de un brote, lo que podría ayudar a las autoridades a controlar enfermedades.
Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudío
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