Departamento de Estado de EE. UU. vuelve a hablar de territorios “ocupados”

A picture taken on November 17, 2016 shows a general view of houses in the settlement of Ofra in the Israeli-occupied West Bank, established in the vicinity of the Palestinian village of Baytin (background). / AFP PHOTO / THOMAS COEXTHOMAS COEX/AFP/Getty Images

Enlace Judío – En un regreso parcial a una pauta anterior al gobierno de Donald Trump, el informe anual del Departamento de Estado de los EE. UU. sobre violaciones de derechos humanos en todo el mundo publicado este martes, se refirió a Judea y Samaria (Cisjordania), la Franja de Gaza, Jerusalén Este y los Altos del Golán como territorios “ocupados” por Israel, informó The Times of Israel.

Sin embargo, la administración Biden no llegó a titular el capítulo específico del informe sobre prácticas de derechos humanos de 2020 como “Israel y los territorios ocupados“, como había sido la costumbre durante décadas hasta la administración Trump.

En el informe de 2017, el capítulo se tituló “Israel, los Altos del Golán, Cisjordania y Gaza“. Después de que Trump reconociera la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, los informes de 2018 y 2019 eliminaron ese territorio del título de la sección.

El informe de 2020, el primero durante la administración de Biden, utiliza la misma etiqueta de capítulo de los dos años anteriores, “Israel, Cisjordania y Gaza“.

Además de cambiar el título del capítulo, el Departamento de Estado liderado por Trump eliminó casi todas las menciones a la ocupación de los órganos de los informes anuales de 2017, 2018 y 2019.

El informe de 2016 se publicó cuando aún estaba Rex Tillerson a la cabeza del Departamento de Estado y cuando aún no llegaba a la embajada estadounidense en Israel el socio de Trump, David Friedman, que por años ha estado a favor de la actividad de los asentamientos israelíes en Judea y Samaria.

El capítulo de 2020 establece que “cubre Israel dentro de la línea del Acuerdo de Armisticio de 1949, así como los territorios de los Altos del Golán y Jerusalén Este que Israel ocupó durante la guerra de junio de 1967 y donde luego extendió su legislación, jurisdicción y administración nacionales”.

Sin embargo, también aclara que “el lenguaje en este informe no tiene la intención de transmitir una posición sobre cualquier asunto de estatus final que deba ser negociado entre las partes en el conflicto, incluidos los límites específicos de la soberanía israelí en Jerusalén, o las fronteras entre Israel y cualquier futuro Estado palestino“.

Cuando se le pidió que explicara la decisión de dejar el título del capítulo sobre Israel y los palestinos tal como estaba bajo la administración Trump, la subsecretaria interina de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado, Lisa Peterson, dijo a periodistas en una rueda de prensa que etiquetar el capítulo por sus áreas geográficos en vez de un general “territorios ocupados” es más útil para los lectores.

El embajador palestino en el Reino Unido, Husam Zomlot, elogió en comentarios a The Times of Israel el cambio en el fraseo, pero dijo que no sería suficiente.

“Es bueno que estemos de nuevo en la misma página con respecto al estatus del territorio ocupado. La verdadera pregunta es: ¿Qué va a hacer la administración Biden al respecto? Es demasiado tarde para hablar, necesitamos acciones para responsabilizar a Israel y poner fin a la ocupación”, dijo Zomlot.

Israel rechaza la afirmación de que ocupa Judea y Samaria, argumentando que esos territorios que ha controlado desde 1967 están “en disputa”.

Si bien mantiene un bloqueo militar sobre la Franja de Gaza, que dice está diseñado para evitar el contrabando de armas al grupo terrorista Hamás que gobierna el enclave palestino, Israel enfatiza que evacuó a sus militares y ciudadanos de ese territorio, por lo que considera que no aplica la designación de “ocupación” en esta zona.

Israel anexó a su territorio Jerusalén Este después de la guerra de los Seis Días de 1967 y los Altos del Golán en 1981. EE. UU. nunca ha reconocido la primera medida, pero Trump se convirtió en el primer presidente en reconocer a Jerusalén como la capital de Israel en 2017 antes de reconocer la soberanía israelí sobre los Altos del Golán en 2019.

La administración Biden ha dicho que no retrocederá en el movimiento de Trump sobre Jerusalén, y acordó que es la capital de Israel. Sin embargo, el secretario de Estado Antony Blinken no ha reconocido la soberanía israelí sobre los Altos del Golán.

Gran parte del informe de 2020 es similar a años anteriores, catalogando los abusos de los derechos humanos por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel, Hamás y la Autoridad Palestina. Sin embargo, los abusos de Israel fueron un poco más detallados que durante los años de Trump.

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