Tisha B’Av, un poema en idish sobre el amor a D-os y al mundo

Enlace Judío – Todo hombre sin importar su cultura o creencia siente un anhelo profundo a darle sentido a su vida y conectarse con el mundo que lo rodea, a consagrarlo o consagrarse a sí mismo en algún sentido. Para quienes somos religiosos ese anhelo se expresa en nuestra búsqueda de una vida espiritual y de una relación con D-os. Necesariamente en todo hombre habrá siempre un pequeño dolor en que el mundo no esté a la altura de como uno desearía que sea, o que uno mismo no pueda ser la mejor versión de sí: acciones que no hicimos, caminos incorrectos que tomamos, cosas bellas que perecen, eventos que no debieron haber ocurrido. Todo eso causa dolor en el hombre y uno debe aprender a aceptarlo. Tishá B’Av es el día en que aceptamos y hacemos luto por dicho dolor y aprendemos a lidiar con él, para el religioso, idealmente dicho día nos acerca a D-os a través de aceptar y entender nuestro dolor.

La siguiente canción musicalizada por los Klezmatics y Chava Alberstein es un poema en idish que le habla a D-os desde los zapatos de un hombre que no lleva una vida totalmente religiosa. Es muy bello, habla de la aceptación de los errores, de un encuentro y del amor a la vida y a D-os. Es muy propicio para incitar la reflexión en los días que nos encontramos dentro del calendario judío.

Letra

yid = judío
lid = canción o poema
sheyn = belleza
guevein = lamento
benkshaft = deseo o nostalgia

Letra en español por estrofas:

1: Voy a quitarme los zapatos y mi tristeza, y regresaré a Ti. Así como soy – un jugador – me pararé frente a tus ojos.
2: Mi D-os, mi Señor, mi Creador, purifícame en Tu luz. Aquí estoy frente a Ti en una nube, méceme y hazme dormir.
3: Y dime palabras bellas, y dime que soy Tu hijo, y con Tu beso en mi frente llévate los rastros de mis pecados
4: He cumplido tu misión y he llevado a cabo tu poema divino. ¿Acaso soy culpable que por accidente ‘yid’ [judío] rime con ‘lid’ [canción]?
5: ¿Acaso soy culpable que por accidente ‘sheyn’ [belleza] y ‘gueveyn’ [lamento] rimen y “benkshaft” [anhelo / nostalgia] la verdadera “benkshaft” camine sola?
6: ¿Acaso soy culpable Quien nos alumbra, de estar desanimado y abatido, de poner a Tus pies este poema cansado?

Análisis

La primera estrofa el poeta dice “Voy a quitarme los zapatos y mi tristeza, y regresaré a Ti. Así como soy – un jugador – me pararé frente a tus ojos.” (1) Los zapatos en el judaísmo tienen un peso simbólico muy fuerte: D-os le pide a Moisés quitarse los zapatos cuando se encuentra frente a la zarza ardiente y en los rezos, aquellos que son cohanim (descendientes de los sacerdotes) se quitan los zapatos en el templo cuando se les da el honor de bendecir a los congregantes. En este contexto quitarse los zapatos es una muestra de que el poeta se está preparando para bendecir, para acercarse a D-os. Rezar es un regalo que se está permitiendo darse a sí mismo. Por eso también se quita la tristeza como se quita los zapatos, es una forma de aceptación y de gusto, aunque hay un tono de melancolía en la aclaración.

Hablar de sí mismo como “jugador” es a la vez un acto de humildad y de encuentro, se acepta en sus errores. Ese primer momento con el que el poema abre nos muestra al poeta en un lugar de vulnerabilidad e intimidad se abre ante D-os. Los temas que aparecen en esta primera estrofa (la tristeza, el dolor, la alegría y la vulnerabilidad) se repetirán a lo largo del poema y es una forma en que el amor a D-os se ira dibujando en los sentimientos e imágenes que el poeta expresa en los siguientes versos.

La segunda estrofa “Mi D-os, mi Señor, mi Creador, purifícame en Tu luz. Aquí estoy frente a Ti en una nube, méceme y hazme dormir.” En este punto el poema se vuelve muy personal, se presenta a D-os como una figura que ofrece consuelo, seguridad y tranquilidad, una figura maternal. Le pide que lo cure, que lo purifique y le de esa calma y tranquilidad. Habla del amor infinito de D-os al hombre y la confianza que D-os deposita en él. Y le muestra el amor que el poeta le tiene desde verlo como un D-os personal, como el ser que lo creó. En la estrofa incluso, la proximidad se vuelve gradual, de llamarle a D-os como D-os hasta pedirle algo tan cercano e íntimo como el que lo cobije antes de dormir. También en la estrofa nuevamente vemos la tristeza a través de la figura de la nube, el poeta está en una nube, pero esta vez no es él mismo quien se quita la tristeza, es D-os Quien lo ayuda, Quien lo purifica con Su luz.

La tercera estrofa sigue en el mismo tono en el que D-os cura, purifica y acepta al poeta: “Y dime palabras bellas (2), y dime que soy Tu hijo, y con Tu beso en mi frente llévate las señas de mis pecados” y empieza a delinear un tema que se trata a mayor profundidad en la cuarta estrofa, el del rol que D-os da al hombre, cuando habla del pecado habla de que el hombre no está a la altura de D-os. La raíz de la tristeza del poeta, “las señas de sus transgresiones” es precisamente la distancia que siente de “Su Creador” le pide a D-os cercanía y le pide que limpie y quite aquellas cosas que los apartan.

La cuarta estrofa habla de la misión que D-os da al hombre y de la imposibilidad del poeta para cumplirlo. Los primeros versos son la continuación de la tercera estrofa “Y he cumplido tu misión y he llevado a cabo tu poema divino.” El poema divino es la Torá, en el corpus judío uno suele referirse a la Torá como una canción, como un poema. En el texto del poeta al mismo tiempo que D-os lo besa y borra las señas de su pecado hace que haya cumplido con la Torá misma con aquello que D-os pide de él. Esa afirmación es a la vez una aceptación de la Torá como un rechazo, el cumplimiento de la Torá en este contexto sucede dentro de un sueño, en una petición, en las manos de D-os y no en las manos del hombre. Por un lado reconoce la belleza de su cumplimiento, pero también se reconoce a sí mismo como incapaz de llevarla a cabo.

Los últimos versos “¿Acaso soy culpable que por accidente ‘yid’ [judío] rime con ‘lid’ [canción]?” pueden ser leídos de dos formas distintas: una donde la canción a la que se refiere con este verso es la Torá y en dicho caso pregunta por qué estaría él obligado a cumplirla, él no escogió la Torá, “¿acaso es su culpa que rimen?”. La otra forma en que puede leerse es que la canción se refiere a la forma de vida no religiosa que lleva, como si hubiera una naturaleza en el judío para alejarse del cumplimiento de las mitzvot (mandatos) y hubiera una naturaleza que lo empuja a enamorarse de canciones ajenas, de otro tipo de belleza.

La siguiente estrofa repite la pregunta: “¿Acaso soy culpable que por accidente ‘sheyn’ [belleza] y ‘gueveyn’ [lamento] rimen?” y le da un nuevo sentido al cumplimiento con los mandatos divinos y a la relación con D-os; vuelve hablar de su tristeza y ve a la tristeza como un alejamiento de la divinidad, pero también muestra la belleza de la misma. En los últimos versos vuelve a usar el mismo recurso pregunta si es culpable que: “la nostalgia, la verdadera nostalgia siempre camine sola” en yidish el verso es: “benkshaft di emes benkshaft voglt ksdr aleyn” “benkshaft” quiere decir deseo o nostalgia “di emes” verdadera, pero también eterna; la frase tiene formas distintas de leerse puede ser la nostalgia, el deseo no resulto, que siente en este mundo, o el deseo verdadero, el deseo de eternidad el deseo de acercarse a D-os, y por qué ese camino debería llevarse solo.

La última estrofa: “¿Acaso soy culpable Quien nos alumbra, de estar desanimado y cansado, de poner a Tus pies este poema cansado?” Cierra todo el argumento del poema, resalta el deseo de acercamiento, la dificultad y el dolor que hay en ello. En ese “poema cansado” el poeta se está entregando por completo, él mismo es ese poema, con todas las emociones y anhelos que conlleva.

Notas:

1) En la traducción al inglés se lee esta línea como “Así como jugue y perdí”, sin embargo, el termino que se usa en idish es “farshpilter” que literalmente significa “jugador” la línea dice “así como soy un jugador”

2) “gute verter” son palabras buenas

Aranza Gleason: Aranza Gleason se define a sí misma como una judía en el exilio. Nació con una raíz dividida como sus poetas favoritos; busca y ama al judaísmo, pero como a los personajes que lee, éste, también se le escapa de las manos. Estudió Lengua y Literatura Inglesa en la UNAM y ha trabajado en Enlace Judío desde el 2017. Le gusta leer, viajar y experimentar el mundo de forma libre.