Introducción
Informes recientes del ministro de Defensa de Bolivia expresando un serio interés en adquirir drones iraníes y firmar un memorando de entendimiento para el sector militar con Teherán plantean importantes preocupaciones de derechos humanos en la nación sudamericana.
A medida que examinamos los esfuerzos de Irán para construir coaliciones contra la libertad en todo el mundo, incluida América del Sur, se ha vuelto evidente que tales alianzas representan un peligro en todo el mundo. Las relaciones con Cuba y Venezuela se han documentado aún más, sin embargo, el movimiento reciente con Bolivia es una señal de la tiranía.
Este artículo profundizará en las razones por las que otro gobierno de izquierda en América del Sur puede decidir forjar lazos con el régimen tiránico y teocrático de Irán, a pesar de la oposición de su población, así como las posibles ramificaciones globales en términos de relaciones con el mundo libre.
En un artículo de la Agencia de Noticias de la República Islámica, una cita del general de brigada Mohammad-Reza Gharaei Ashtiani afirma: “Hemos puesto atención a las necesidades de Bolivia para la defensa fronteriza y la lucha contra el narcotráfico y tratamos de relacionarnos con ellos en términos de equipo. Esta colaboración podría servir de modelo para otros países sudamericanos”.
Formación de coaliciones con Irán
Para los gobiernos de izquierda en América del Sur, alinearse con un régimen como Irán ofrece beneficios políticos percibidos, comenzando con un estrecho rechazo a la influencia estadounidense o la alianza con Washington. Los regímenes de Bolivia e Irán podrían buscar intercambiar tecnología militar o ayuda financiera por apoyo diplomático y afirmar su dominio sobre sus poblaciones locales.
A partir de 2022, la Agencia de Inteligencia de Defensa de EE. UU. informa que Irán posee la colección más extensa de misiles y drones en el Medio Oriente. En particular, los drones de Irán han demostrado una gran influencia en varios campos de batalla, como afirma Farzin Nadimi, experto en armas del Instituto Washington.
Para Bolivia, desde las elecciones de 2020 en las que se eligió al presidente Luis Arce del “Movimiento al Socialismo” (Movimiento por el Socialismo), el tono con Irán y otros regímenes totalitarios ha cambiado.
Los gobiernos de izquierda a menudo se identifican con narrativas antiimperialistas y anticoloniales obsoletas promovidas por regímenes como Irán. Ven aliarse con Irán para desafiar la influencia de las potencias occidentales de la oposición y argumentan que afirma su soberanía en asuntos internacionales. Esta obsesión ideológica fomenta un entorno propicio para establecer relaciones con un régimen como Irán.
Oposición en el interior y en el extranjero
Los gobiernos de izquierda que buscan alianzas con regímenes como Irán pueden enfrentar oposición interna debido al marcado contraste entre sus ideologías políticas y la naturaleza represiva de estos socios de coalición. Tales alianzas pueden abrir la discusión sobre los abusos de los derechos humanos, el autoritarismo y la supresión de la disidencia en todos los países involucrados.
La embajadora de Bolivia en Irán, Romina Pérez, quien usó un hiyab cuando se reunió con sus homólogos diplomáticos iraníes a pesar de que no ha declarado públicamente que ha cambiado su fe al Islam chiíta, declaró en octubre de 2022 durante las protestas iraníes que las manifestaciones antigubernamentales que tienen lugar en todo el país (Irán) son “orquestadas por sionistas británicos y estadounidenses”.
Es una postura del gobierno que las protestas son de poca o ninguna preocupación en función de su realidad, sino más bien fronteras políticas percibidas, que es lo que lleva a la gente a creer que hay pocas posibilidades de que Bolivia cambie de política si lo único que se mantiene firme es su gente.
La amenaza global a la libertad
La agenda expansionista de Irán, junto con su historial de apoyo a actores no estatales y organizaciones terroristas como Hezbolá (Líbano), Houthis (Yemen), Polisario (Marruecos-Sáhara Occidental) y más.
Irán busca construir más alianzas en América del Sur, ya que los movimientos de izquierda han resurgido en los últimos años con victorias tanto en Chile como en Brasil, más recientemente con Lula, un conocido amigo del expresidente iraní Mahmoud Ahmadinejad.
Además, las crecientes alianzas de Irán en América del Sur permitirán que el régimen se afiance en áreas estratégicas, lo que podría influir en la política regional más allá de las fronteras de sus aliados. El Estado podría utilizar la influencia iraní para suprimir aún más las libertades y los derechos humanos en los países asociados, así como para desafiar las normas y las instituciones democráticas de manera más amplia.
Para contrarrestar el peligro que representan los esfuerzos de construcción de coaliciones de Irán en América del Sur, las democracias y los defensores de la libertad deben estar al tanto de tales desarrollos. Las organizaciones internacionales y los países democráticos deben colaborar para monitorear las acciones de Irán en América del Sur, dado el claro potencial de países más democráticos como Brasil, Chile y Uruguay de convertirse en naciones de admirables libertades, pero podrían ser empujadas en la dirección contraria si las actividades de Teherán no se cuestionan.
Conclusión
El interés expresado por Bolivia en adquirir drones iraníes y la firma de un memorando de entendimiento de defensa y seguridad resaltan el peligro que representan los esfuerzos de construcción de coaliciones de Irán en América del Sur. El atractivo de los intereses geopolíticos a menudo lleva a los gobiernos de izquierda a forjar alianzas con regímenes tiránicos, sin tener en cuenta los partidos de oposición, el público o cualquier consideración remota sobre los abusos a los derechos humanos que están en curso a manos de las mismas armas discutidas en la transacción.
Las repercusiones de tales alianzas para la libertad global son significativas, ya que la agenda expansionista bien documentada de Irán en el Medio Oriente ya ha causado un gran daño a la libertad y para protegerla en cualquier otra tierra más allá, los líderes pro-libertad locales y extranjeros deben legislar una naturaleza asertiva en todos lados.
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