Janucá: Los milagros de D-os y sus diferencias

Es difícil hablar de D-os cuando uno tiene muy bien definido lo que es D-os en su vida y sabe que para el que no es creyente el concepto le es sumamente distante. Para mí, D-os es Ejad; es decir, Unidad: la Vida Eterna, la Fuerza natural y moral que guía al hombre y la historia, que trae alegría y benevolencia a la existencia. No puedo repetirlo suficientes veces: Unidad y Vida. Janucá es una de las festividades donde más recordamos el involucramiento de D-os en nuestras vidas. Agradecemos los milagros que hizo a nuestros antepasados en tiempos de Matitiahu y buscamos verlo en nuestro presente.

Uno de los rezos más importantes de Janucá es Al ha nisim aparece tanto en la plegaria que hacemos por alimento, como en Hanerot Halalu, un poema que recitamos o cantamos tras prender las velas. En este rezo se encuentran tres formas distintas de referirse a los milagros. La primera es “nisim” (milagros), la segunda “niflaot” (maravillas) y la tercera teshuot (salvación). Cada una habla de una forma distinta de involucramiento con la divinidad.

Teshuot. Salvación

La salvación de D-os tiene muchas implicaciones tanto a nivel personal como a nivel comunitario o incluso a nivel universal. A nivel personal, es un poco pensar que en esa situación la suerte te favoreció. Es un alivio de un destino no deseado. A nivel universal en general implica el orden natural o correcto de las cosas. En el caso de Janucá la salvación implica el fin de la opresión griega, el ganar una guerra y no ser aniquilados en ella, el poder mantener nuestra cultura, nuestra tradición, – en su momento – nuestro templo y poder tener cercanía con D-os.

Rab Pinchas Gelb además remarca la diferencia entre “yeshuot” y “teshuot”. La primera implica salvación en general, mientras que la segunda la salvación que llega como respuesta a la plegaria del hombre. En el caso de Janucá “teshuot” implica la plegaria oculta, el sufrimiento que no se expresa con palabras, pero que se siente en el interior y que D-os ve. Del cual D-os te redime. Los judíos no necesariamente clamaron a D-os durante Janucá, sin embargo, D-os los vio.

Nisim y Niflaot. Milagros y Providencia

Nisim implican los milagros abiertos de D-os. Cuando uno no puede negar el involucramiento de una guía en la historia del hombre o en la naturaleza. Por ejemplo, el Mar Rojo abriéndose frente a Moisés o las plagas en Egipto. Niflaot por su lado representan milagros naturales la Providencia Divina, los detalles en nuestra vida cotidiana donde vemos a D-os, donde vemos armonía, bondad, unidad, etc.

En Janucá ocurrieron ambos. El hecho de que el pueblo judío siendo un puñado de soldados haya ganado la guerra contra uno de los ejércitos mejor preparados de la época es considerado un milagro revelado. Por su lado encontrar un pequeño contenedor de aceite que no fue desacrado y que podía ser usado para encender la Menorá es considerado un milagro natural; un evento completamente sorpresivo pero que fue privado, no fue publico y no es sobrenatural. Es un milagro íntimo, como los que tenemos en la actualidad.

Aranza Gleason: Aranza Gleason se define a sí misma como una judía en el exilio. Nació con una raíz dividida como sus poetas favoritos; busca y ama al judaísmo, pero como a los personajes que lee, éste, también se le escapa de las manos. Estudió Lengua y Literatura Inglesa en la UNAM y ha trabajado en Enlace Judío desde el 2017. Le gusta leer, viajar y experimentar el mundo de forma libre.