El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió este sábado que actualmente el primer ministro Benjamín Netanyahu está perjudicando a Israel más que ayudando. Expresó su deseo de visitar Israel y dirigirse directamente a la Knéset, informó Haaretz.
En una amplia entrevista con la cadena estadounidense MSNBC 48 horas después de su discurso del Estado de la Unión, Biden señaló: “La primera vez que fui [a Israel], me senté con el gabinete de guerra y les dije que no cometan el error que cometió Estados Unidos. EE.UU. cometió un error, perseguimos a Bin Laden hasta atraparlo. Pero no deberíamos habernos metido en todo el asunto de Irak y Afganistán. No era necesario. Causó más problemas de los que solucionó”.
Biden fue capturado en un micrófono abierto diciendo tras su discurso del Estado de la Unión que le dijo a Netanyahu que ambos deben tener una “reunión de venir a Jesús” sobre la cantidad de ayuda humanitaria que ingresa a Gaza. Cuando se le preguntó qué quería decir con esto, Biden respondió: “Conozco a Bibi desde hace 50 años. Él sabe lo que quise decir con eso”.
“Netanyahu tiene derecho a defender a Israel y seguir persiguiendo a Hamás, pero debe, debe, poner mayor atención a las vidas inocentes que se pierden como consecuencia de las acciones tomadas. En mi opinión, está perjudicando a Israel más que ayudando a Israel. Es contrario a lo que Israel representa. Creo que es un gran error y quiero ver un alto al fuego”.
“Después de lo que ocurrió en la Segunda Guerra Mundial y los bombardeos masivos que tuvieron lugar, lo que pasó fue que terminamos en una situación en la que cambiamos las reglas del juego y lo que constituyen reglas legítimas de la guerra, y deben ser respetadas”, agregó.
“Estamos presionando a Israel para que abra el acceso desde el norte. También estamos realizando lanzamientos desde el aire. Sé que varias personas murieron en los lanzamientos desde el aire. Debemos evitar eso en el futuro. Estamos trabajando con nuestros amigos árabes para averiguar cuánto podemos conseguir. Es una situación desesperada. Alimentos, medicinas, todo se necesita urgentemente y se necesita ahora”.
Con respecto a las negociaciones con Hamás, Biden dijo que está comenzando con “un importante intercambio de prisioneros durante un período de seis semanas. Estamos entrando en el Ramadán y no debería pasar nada. Deberíamos construir a partir de ese alto al fuego. He hablado con la mayoría de los líderes árabes, desde Arabia Saudita hasta Egipto y Jordania. Todos están totalmente dispuestos a reconocer plenamente a Israel y comenzar a reconstruir la región. Ese es el enfoque: qué viene después de Gaza, qué sigue. Es una decisión difícil, pero hay mucho que se puede hacer”.
Biden agregó que Hamás quiere “un alto al fuego total en todos los ámbitos porque tendrían más posibilidades de sobrevivir y tal vez reconstruir”.
Con el inicio del mes sagrado musulmán del Ramadán a principios de esta semana y el reconocimiento previo de Biden de que no parece probable que se llegue a un acuerdo para entonces, adoptó un tono más optimista durante la entrevista. “Mi director de la CIA está en la región en este mismo momento y sigue hablando del asunto. Creo que siempre es posible, nunca me doy por vencido”.
Biden se negó a establecer una línea roja que llevaría a detener las ventas de armas estadounidenses a Israel, aunque señaló que una operación en Rafah marcaría una violación en las relaciones entre Estados Unidos e Israel. “Hay una línea roja, pero nunca abandonaré a Israel. La defensa de Israel sigue siendo crítica, por lo que no hay una línea roja en la que voy a cortar todas las armas para que no tengan la Cúpula de Hierro que los protege. Pero no se puede tener 30,000 palestinos más muertos como consecuencia de perseguirlos; hay otras formas de lidiar con el trauma causado por Hamás“.
Cuando se le preguntó si desea dirigirse directamente a la Knéset, Biden dijo “sí”, pero se negó a entrar en más detalles a pregunta expresa si debe ser invitado por Netanyahu o el presidente Yitzhak Herzog.
Biden reconoció además la creciente tendencia de votantes no comprometidos en las primarias presidenciales demócratas, aunque rechazó que todos crean que él personalmente está permitiendo que Israel cometa genocidio. “No es ampliamente compartido. Ustedes hacen juicios que no son capaces de hacer. Eso no es lo que toda esa gente dijo. Lo que dijeron fue que están muy molestos y no los culpo por estar molestos. Sus familias están allí. Hay gente que se está muriendo”.
“Quieren que se haga algo al respecto y dicen ‘Joe, haz algo’. Pero la idea de que todos piensen que es genocidio es diferente. Puedo entender perfectamente si tienes familiares que todavía están aislados allí. Y es por eso que estoy haciendo todo lo que puedo para intentar detenerlo”.
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