Los países del Golfo están presionando para detener una guerra regional en toda regla después del ataque de Irán contra Israel, dijeron fuentes en la región, temiendo que una nueva escalada pueda colocarlos en la primera línea de una conflagración y arruinar los planes para remodelar la región, informó Reuters.
Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos en particular pueden estar bien posicionados para triangular entre Irán, Israel y Estados Unidos después de los avances diplomáticos de los últimos años que beneficiaron a todos esos países.
Aliadas de Washington, las monarquías del Golfo han tratado de estabilizar los lazos con Irán e Israel para resolver preocupaciones de seguridad de larga data y permitirles centrarse en proyectos nacionales.
Los Emiratos Árabes Unidos y Baréin firmaron un acuerdo de normalización con Israel en 2020 y Arabia Saudita estaba considerando un acuerdo similar que también involucrara un pacto de defensa estadounidense hasta que la guerra de Gaza torpedeó la diplomacia.
Riad también enterró limó asperezas con Irán el año pasado después de años de disputas.
Sin embargo, la política de distensión se enfrenta ahora a su mayor amenaza, a medida que el riesgo para una paz regional más amplia planteado por el conflicto de Israel con Hamás, respaldado por Irán, en Gaza desde el 7 de octubre llega a un punto crítico.
Una guerra directa entre Israel e Irán podría expandirse rápidamente a los estados del Golfo cuyo espacio aéreo se encuentra entre ambos y que albergan varias bases militares de Estados Unidos, que ha prometido defender a su aliado Israel.
“Nadie quiere una escalada. Todo el mundo quiere contener la situación”, dijo una fuente del Golfo cercana a los círculos gubernamentales, añadiendo que probablemente se estaba llevando a cabo una amplia diplomacia telefónica.
“La presión no recae sólo sobre Irán. La presión ahora recae sobre Israel para que no tome represalias”, dijo la fuente, añadiendo que las consecuencias de un ataque israelí contra sitios iraníes clave “afectarán a toda la región”.
Otra fuente del Golfo con conocimiento del pensamiento oficial dijo que los países del Golfo, Irak y Jordania, están presionando tanto a Irán como al principal respaldo de Israel, Estados Unidos, para que no escale la situación. Washington ya estaba presionando a Israel para que mostrara moderación, dijeron ambas fuentes.
Al mismo tiempo, Estados Unidos está utilizando a los países del Golfo para transmitir mensajes a Irán para que no intensificara más la situación, añadió la fuente con conocimiento del pensamiento oficial.
“Está claro que Estados Unidos está utilizando a los aliados árabes del Golfo para transmitir mensajes entre Irán y los estadounidenses. Arabia Saudita mantiene contactos con Irán y existe un entendimiento para contener las cosas”, dijo la fuente.
“Una conflagración hará que el precio del petróleo se dispare. El tráfico de petróleo se verá afectado”, dijo la fuente, describiendo los posibles resultados de una guerra regional más amplia.
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