“El mejor momento para invertir es cuando los cañones están haciendo mucho ruido.”: Edouard Cukierman

Enlace Judío México e Israel – Pese a la guerra, Israel sigue siendo una opción interesante para quienes buscan invertir dinero en empresas de alta tecnología, ciberseguridad y otros sectores. Al menos así lo piensa un hombre que ha dedicado buena parte de su vida profesional a invertir y a ver triunfar startups. 

 

 

Cualquiera diría que a Edouard Cukierman le atraen los riesgos. No solo es uno de los principales capitalistas de riesgo en Israel, sino que fue un importante oficial reservista en el área de las FDI que se encarga de la negociación de rehenes y otras situaciones de crisis. En 2011, él formó parte del equipo de negociación que buscaba liberar al Gilad Shalit.

“Nuestro consejo fue no liberar a los terroristas”, dice al respecto Cukierman, en entrevista con Enlace Judío. Habrá calculado que el riesgo de hacerlo era alto y no se equivocaba. “Más de 1000 terroristas fueron liberados, incluido Sinwar, que actualmente lidera a Hamás”, lamenta, aunque sin perder por un momento el porte que lo caracteriza.

Ahora, por fin liberado de sus responsabilidades en la reserva, opina que la situación actual es muy distinta, y parece inclinarse por la necesidad de liberar a los rehenes a cualquier precio. “En primer lugar, (Shalit) era un soldado y estaba en acción. Aquí, (los rehenes) eran civiles que fueron secuestrados y sacados de sus casas. Y esto es insoportable. El tipo de tortura que están sufriendo, la violación a las mujeres… eso es algo insoportable. Entonces, necesitamos hacer todo lo posible para llegar a un acuerdo. Incluso si tenemos que pagar un precio muy alto para liberar a los rehenes”.

¿Puede ser la tecnología israelí cuestionada después del 7 de octubre?

Aunque no ha venido a México a hablar de la crisis, sabe que es inevitable. No solo ahora que concede una entrevista para la prensa sino todas las veces que durante su visita será cuestionado por quienes se pregunten, con fundamentadas dudas, por qué sería una buena idea invertir en empresas israelíes ahora mismo.

No lo impacientan las preguntas sobre Irán ni sobre Hamás, ni pierde la compostura cuando se inquiere sobre si la tecnología israelí puede ser cuestionada a partir del fracaso en seguridad nacional del 7 de octubre.

Elocuente, amable y sonriente, el empresario tiene una respuesta lógica y satisfactoria para cada pregunta. Para esta última, por ejemplo, dice “que la tecnología es útil, pero tiene que ser gestionada y fue gestionada pobremente. Creo que contamos con una tecnología increíble con el Domo de Hierro. Tuvimos mucha información que recopilamos, incluida por las mujeres que servían en la frontera y transferían la información, pero no se procesó adecuadamente y se tomaron decisiones equivocadas. Creo que algunas de las decisiones se tomaron a nivel político y fueron equivocadas“.

Esa madrugada, la tecnología no falló. Tampoco las primeras respondientes, esas mujeres que, como ya se ha documentado, avisaron a tiempo sobre la invasión que estaba teniendo lugar desde la frontera sur. Quienes debían tomarse en serio esa información, sin embargo, confiaban en ideas preconcebidas, como que Hamás no se atrevería a atacar a Israel en su territorio.

Antes también se tomaron decisiones erróneas, afirma Cukierman. Permitir un inmenso flujo de dinero hacia Gaza facilitó la construcción de una infraestructura que ahora mismo representa la mayor pesadilla israelí.

La entrevista tiene lugar antes de que Irán lance su infructuoso ataque contra Israel. Hoy, mientras conversa con Enlace Judío, Cukierman no sabe que 300 drones y misiles surcarán los cielos de Medio Oriente con la esperanza de causar el mayor daño posible en suelo israelí o, al menos, para exhibir el músculo de un gobierno que no solo se enfrenta a la antipatía de Occidente sino que tiene una fuerte oposición interna.

“Creo que Israel tiene la infraestructura para defenderse, incluso de los ataques iraníes”, dice premonitoriamente. “Israel ha estado enfrentando la amenaza iraní durante los últimos seis meses de manera bastante exitosa”. En su cálculo de riesgos, el inversionista apuesta por su tierra materna. En esa confianza sigue los pasos de su padre, un sionista con pedigrí, Roger Cukierman, vicepresidente del Congreso Judío Mundial.

Sus hijos, ya nacidos en Israel, representan la continuidad de ese linaje que apostó por la tierra de los ancestros. “Uno todavía está en Gaza, sirviendo como oficial al mando de una unidad de comando especial. Y ha pasado casi seis meses desde el 7 de octubre, en Gaza. El segundo estuvo en combate solo cuatro meses y medio. También comandó una unidad especial y fue liberado a mitad de camino”.

Como si la familia no fuera ya lo bastante notable, resulta que el hijo mayor de Cukierman es también el tenista mejor ranqueado de Israel, Daniel Cukierman. “Acaba de jugar y ganar un torneo en Brasil la semana pasada y ahora está descansando. También representa a Israel en la Copa Davis. Ganaron recientemente contra Japón. Desafortunadamente, perdieron contra la República Checa. Pero estamos muy orgullosos de que también ganaron contra Turquía y otros países”.

Apostar por Israel

Invitado por la familia Kababie, Cukierman ha venido a México para “ofrecer a la comunidad de inversores mexicanos la oportunidad de observar empresas israelíes, empresas emergente, a través de este sitio, y decidir si desean o no invertir” en las más de 150 empresas que forman parte del “catálogo” de Catalyst Investors Club, una plataforma web donde los inversionistas potenciales pueden conocer algunas de las startups que representan a lo mejor de la innovación israelí.

En la plataforma, cuya interfase gráfica recuerda mucho a la de Netflix, es posible observar “trailers” promocionales de empresas organizadas por categorías como alta tecnología, tecnología ambiental, tecnología médica, ciberseguridad, manufactura y otras. “Esperamos que este sitio motive a algunos inversores mexicanos a observar lo que está sucediendo en Israel, y eventualmente puedan invertir en empresas israelíes”.

No deja de parecer disonante que, en plena guerra, un hombre de negocios venga a decirle a otros que Israel es una buena opción para invertir ahora mismo. Sin embargo, Cukierman tiene las herramientas discursivas y los datos de su lado.

“La situación económica en Israel es bastante sólida, y en gran parte se debe al hecho de que, si observas el motor, el motor bruto de la economía israelí ha sido, durante los últimos 20 años, la alta tecnología. Y si observas las compañías de alta tecnología, por ejemplo, en nuestra cartera, más del 99% de las ventas de producción de las compañías se realizan en el extranjero”.

Cukierman presume que, solo en el sector tecnológico, Israel ha atraído más de $25 mil millones de dólares de capital de riesgo, lo que ha redundado en la creación de 89 empresas “unicornio” (que llegan a valuarse en más de 1000 millones de dólares). “Si lo comparas, por ejemplo, con la Unión Europea, hay más unicornios en Israel que en la UE”.

Todavía hoy Israel y sus startups de alta tecnología siguen atrayendo más inversión que toda la Unión Europea

Campos como la inteligencia artificial, las ciencias de la vida y la ciberseguridad siguen estando bajo el dominio de los israelíes, en parte, gracias a fondos como Cukierman Investment House, que tuvo “la suerte de ser el único fondo de capital de riesgo en invertir en Mobileye, que es una historia de éxito enorme, y que fue vendido a Intel por $20 mil millones de dólares”.

Ese tipo de historias de éxito hace que Cukierman se siente confiado al decir que “es un momento en el que la gente debería ser optimista con respecto a Israel.

He aprendido que el mejor momento para invertir es cuando los cañones están haciendo mucho ruido. Así que este es el momento en que sugeriría a la comunidad inversora nacional que lo considere.

“Bueno, también es una forma de apoyar la economía israelí, pero creo que hay una demanda de tecnología en todo el mundo, e Israel está bien posicionado para suministrar tecnología disruptiva que cambiará muchas industrias”.

Como ocurre con una buena parte de las grandes innovaciones tecnológicas, Mobileye, la empresa que se convirtió en líder en el desarrollo de cámaras inteligentes para automóviles, nació en la industria militar. El éxito de la empresa permitió que “en un país donde no había industria automotriz, nos hemos convertido en una nación donde hay mucha tecnología relacionada con la automoción”.

Solo en ese sector, Cukierman ha probado su puntería al invertir en empresas que mejoran el rendimiento de las baterías para auto o que complementan a las cámaras de video con sistemas de radar que las vuelven mucho más efectivas para prevenir accidentes. La biotecnología es otro ámbito en el que este importante fondo ha puesto los dados, y una de las empresas que mejor lo representan es una cuya tecnología promete ayudar a los pacientes con diabetes a dejar de usar insulina.

“Sé que en México hay una gran comunidad de personas que sufren de diabetes. Así que creo que podría ser muy relevante. Ese es uno de los ejemplos de las empresas que tienen un enorme potencial en México”.

Estar bien informado es fundamental para asumir riesgos controlados, y Cukierman parece saber de lo que habla en cada momento de la entrevista: Mexico es el país con más alta prevalencia de diabetes en el mundo.

Un camino poco aprovechado… hasta ahora

¿Cómo ha influido la guerra de Gaza en la propensión de los inversionistas latinoamericanos a apostar por Israel? Es una pregunta sensata que encuentra una respuesta inesperada. “Quiero decir que hasta ahora no vemos a muchos inversores latinoamericanos invirtiendo en esto;  tal vez algunos de ellos estaban acostumbrados a invertir en Bonos de Israel”.

“Pero creo que el camino del futuro es invertir directamente en empresas de tecnología, porque eso es el futuro. Siempre hay una demanda abrumadora de bonos, de bonos israelíes. La economía es bastante sólida. Por ejemplo, si miras la deuda respecto al PIB, la deuda representa solo el 65% del PIB, lo cual es mucho menor de lo que puedes ver en cualquier país de la UE.

“Así que creo que si los inversores realmente quieren disfrutar de la historia de éxito de Israel, la mejor manera de hacerlo es invirtiendo en esas empresas de tecnología. Y creo que eso es lo que realmente queremos desarrollar en los próximos años, crear aquí una oficina para promover la inversión en el mercado israelí al mercado latinoamericano. Ese es nuestro objetivo. Lo hemos hecho abriendo oficinas en el pasado en Europa. Hemos hecho eso abriendo una nueva oficina en China. Y ahora realmente queremos abordar el mercado latinoamericano“.

Tecnología, tecnología y más tecnología. El prefijo “tech” es inseparable de las industrias en las que el ingenio israelí ha puesto su empeño a la hora de invocar a los grandes capitales. Agrotecnología, tecnología alimentaria, biotecnología, “tal vez sean menos populares que hace dos años, pero todavía hay empresas muy interesantes en esos sectores”.

Si eres uno de esos intrépidos inversionistas que quieren apostar por la innovación israelí, puedes echar un vistazo a la cartera de Catalyst en: https://catalyst-ic.com/

 

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